4/11/2016, 00:17
— Yo también estoy sorprendido, rara vez conoces a alguien que no sea adulto y conozca el lenguaje de signos, incluso entre los adultos es complicado encontrarlos a veces, por un momento he pensado que habían elegido específicamente a gente que supiera el lenguaje
Si. La tarea que tenían entre manos era difícil, pero solo para uno de los dos. Para ella. La familia Yamanaka se especializaba en técnicas mentales, que decir, que la primera técnica que le enseñaban a sus hijos era la telepatía. Era algo simple y a la vez complicado que les permitía comunicarse mentalmente con otra personas, por lo que, les permitía escuchar los pensamientos de los demás para así conversar. Pero ya le habían dicho a Reiji que no podían hacer trampas, y a pesar de las pintas de musculitos descerebrado que tenia Ryoma, infundía cierto respeto en el joven, que había decidido no utilizar sus técnicas.
—En realidad no hay nada difícil, ya que vamos a ser compañeros y se supone que esto es para conocernos mejor, confesare que puedo leer la mente, soy telepata, y así averiguar las tres cosas, pero no lo haré, jugare limpio
El tren comenzo su camino, ruidoso, pero a los jovenes de amegakure el estruendo de la maquina no suponia ningun problema. No tenian que escucharse.
—Pero tal vez yo pueda adivinar tu color favorito.
—A ver si es verdad —Contesto el joven Yamanaka con sus manos mientras sonreía amistosamente a la muchacha que tenia en frente —Pero creo que deberías ver esto primero.
Reiji era un gran observador. Aunque se trataba de la chica que tenia en frente y era difícil no verla. Y aunque trato de hacerlo disimuladamente, Reiji se dio cuenta de que le estaba observando de arriba a abajo. Imagino que la chica estaba buscando algo destacable en su ropa y lo único que había eran las dos rayas violetas que recorrían la manga de su sudadera desde el hombro hasta la muñeca. Por eso abrió su mochila y mostró las otras dos que llevaba de repuesto. Una con las rayas de color naranja y la otra con las rayas de color verde.
Reiji, por el contrario, no fue en busca del color favorito de la muchacha, de manera indirecta quiso averiguar la mas difícil con una pregunta "Trampa".
—¿Alguna vez has querido volver a hablar?
Respondiera lo que respondiera, Reiji estaría un paso mas cerca de la verdad. Si decía que nunca había podido hablar... era un problema de nacimiento, como el de él. Sino... accidente o poniéndose en lo peor alguien se lo había hecho, tal vez en alguna pelea. Había un motivo mas para lanzar aquella pregunta, claro, ella taba su cuello y teniendo en cuenta el entrenamiento al que se sometían los shinobis de amegakure, no se lo tapaba para evitar pescar un resfriado. O tal vez sí, igual había entrenado fuera por algún motivo.
Si. La tarea que tenían entre manos era difícil, pero solo para uno de los dos. Para ella. La familia Yamanaka se especializaba en técnicas mentales, que decir, que la primera técnica que le enseñaban a sus hijos era la telepatía. Era algo simple y a la vez complicado que les permitía comunicarse mentalmente con otra personas, por lo que, les permitía escuchar los pensamientos de los demás para así conversar. Pero ya le habían dicho a Reiji que no podían hacer trampas, y a pesar de las pintas de musculitos descerebrado que tenia Ryoma, infundía cierto respeto en el joven, que había decidido no utilizar sus técnicas.
—En realidad no hay nada difícil, ya que vamos a ser compañeros y se supone que esto es para conocernos mejor, confesare que puedo leer la mente, soy telepata, y así averiguar las tres cosas, pero no lo haré, jugare limpio
El tren comenzo su camino, ruidoso, pero a los jovenes de amegakure el estruendo de la maquina no suponia ningun problema. No tenian que escucharse.
—Pero tal vez yo pueda adivinar tu color favorito.
—A ver si es verdad —Contesto el joven Yamanaka con sus manos mientras sonreía amistosamente a la muchacha que tenia en frente —Pero creo que deberías ver esto primero.
Reiji era un gran observador. Aunque se trataba de la chica que tenia en frente y era difícil no verla. Y aunque trato de hacerlo disimuladamente, Reiji se dio cuenta de que le estaba observando de arriba a abajo. Imagino que la chica estaba buscando algo destacable en su ropa y lo único que había eran las dos rayas violetas que recorrían la manga de su sudadera desde el hombro hasta la muñeca. Por eso abrió su mochila y mostró las otras dos que llevaba de repuesto. Una con las rayas de color naranja y la otra con las rayas de color verde.
Reiji, por el contrario, no fue en busca del color favorito de la muchacha, de manera indirecta quiso averiguar la mas difícil con una pregunta "Trampa".
—¿Alguna vez has querido volver a hablar?
Respondiera lo que respondiera, Reiji estaría un paso mas cerca de la verdad. Si decía que nunca había podido hablar... era un problema de nacimiento, como el de él. Sino... accidente o poniéndose en lo peor alguien se lo había hecho, tal vez en alguna pelea. Había un motivo mas para lanzar aquella pregunta, claro, ella taba su cuello y teniendo en cuenta el entrenamiento al que se sometían los shinobis de amegakure, no se lo tapaba para evitar pescar un resfriado. O tal vez sí, igual había entrenado fuera por algún motivo.