4/04/2017, 15:55
Las cosas sucedieron más rápido de lo que el calvo podría haber llegado a esperar. El grupo se disolvió en calma, y uno de los combatientes había entendido sus palabras desistiendo en la lucha. Parecía que las cosas se calmaban, pero el dueño de la wakizashi quería seguir con fuertes combates.
Para cuando ya había bastante menos gente, aunque algunas nuevas que no presenciaron el encuentro anterior aparecían, la pelirroja con la espada se había ido dejando al rebelde en soledad. El autoritario peliblanco dejó su fría huella mientras se alejaba seguido de la kunoichi que se había manifestado entre charcos de agua. La realidad era que en pocos segundos Karamaru pudo ver varias habilidades que en su vida había visto.
¿Quieres combate?- le gritó fuerte y desafiantemente al hombre que tenía enfrente.
—Aquí hay muchos sin armas que desean demostrar su destreza a mano limpia- el calvo abrió los brazos y se señalo con sus dedos índice, mostrando que él era uno de ellos- ¿O es que no peleas si no te escondes detrás del metal que portas?
Sin duda las palabras del monje iban en broma, lejos de tratar de ofender a su compatriota, pero su tono de voz no lo parecía demasiado. Un clima de batalla solía surgir esa dualidad en el calvo, que no se podía resistir a incitar un combate de entrenamiento aunque fuese de formas inconscientemente incorrectas. Era de esas veces que sus intenciones y su forma de decirlas no eran tan similares.
Para cuando ya había bastante menos gente, aunque algunas nuevas que no presenciaron el encuentro anterior aparecían, la pelirroja con la espada se había ido dejando al rebelde en soledad. El autoritario peliblanco dejó su fría huella mientras se alejaba seguido de la kunoichi que se había manifestado entre charcos de agua. La realidad era que en pocos segundos Karamaru pudo ver varias habilidades que en su vida había visto.
¿Quieres combate?- le gritó fuerte y desafiantemente al hombre que tenía enfrente.
—Aquí hay muchos sin armas que desean demostrar su destreza a mano limpia- el calvo abrió los brazos y se señalo con sus dedos índice, mostrando que él era uno de ellos- ¿O es que no peleas si no te escondes detrás del metal que portas?
Sin duda las palabras del monje iban en broma, lejos de tratar de ofender a su compatriota, pero su tono de voz no lo parecía demasiado. Un clima de batalla solía surgir esa dualidad en el calvo, que no se podía resistir a incitar un combate de entrenamiento aunque fuese de formas inconscientemente incorrectas. Era de esas veces que sus intenciones y su forma de decirlas no eran tan similares.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘