6/04/2017, 20:29
La situación rápidamente había enfriado, muchos incluso habían empezado a dejar el recinto de práctica al verse con los ánimos de ver una pelea completamente desaparecidos.
Mogura por su parte había llegado a la primera fila y estaba a unos pasos de distancia de uno de los protagonistas de aquella escena. Pero de igual manera estaba lo suficientemente cerca como para distinguir algunas otras caras conocidas. El montón de papeles que antes fueron Watasashi Aiko y ahora se alejaban del lugar y...
Aotsuki Ayame-san.
Recordó casi al instante el nombre de la joven estudiante. No hubo tiempo para charlar pues la chica estaba guiando sus pasos hacía la salida del lugar siguiendo al sujeto que había parado la pelea. ¿Serían parientes? ¿Sería algún profesor suyo? A saber.
Watasashi-san...
Por un instante pensó en que sería una buena idea en ir a ver si estaba todo bien con ella pero rápidamente las cosas parecieron tomar otro destino al ver que Inoue Keisuke se le acercaba.
Hey Mogura, tiempo sin verte.
Junto al muchacho parecía acercarse también una joven de melena rubia, sin embargo esta no dijo mucho más y nada en particular que fuese dirigido hacía él.
Inoue-san, no sabía que estabas en este lugar también.
Contestó con su usual tono y sus usuales formas, por cuestiones de etiqueta tuvo que dejar de ver los papeles volando y centrar su mirada en el chico. Este se lamentó el no haber podido presneciar mas de aquel combate que se había estado llevnado a cabo.
Urasaki en ese momento se había agachado para recoger su espada, las palabras de Keisuke le hicieron pensar un momento en lo que estaba haciendo.
¿Qué tal sí tu y yo tenemos un combate?
Que propuesta tan atrevida, sobretodo viniendo de una persona que se dedicaba a las mismas artes ninja que él, Iryo-nin. ¿Qué iban a hacer? ¿Curarse el uno al otro haste que alguien se rinda?. El muchacho estaba elaborando una contestación digna de la intelgiencia que poseía en aquel momento cuando el chico volvió a hablar.
¿Qué dices? Prometo que luego curaré tus heridas.
Sin duda alguna estaba siendo demasiado atrevido para el nivel de relación que tenían. No resultaba para nada agradable a ojos de Mogura.
Estaba a punto de dejar escapar un comentario cuando el cenobita tomó la palabra con un tono bastante alto, retando a Urasaki a un combate a puño limpio.
¿Para qué? ¿Para qué venga un superior a decirme hasta donde puedo entrenar mis habilidades de taijutsu? No, gracias.
Seguidamente hizo un par de sellos y selló el arma en el interior de las mangas de su atuendo, sin siquiera mirar a Karamaru o algún otro presente comenzó a irse. Su oponente terminaría imitando su movimiento buscando salir por un camino un poco mas largo.
Me temo que las habilidades que poseo en este momento no estan destinadas a combatir, al menos no en un combate de práctica.
Pronunció finalmente una respuesta mientras llevaba una mano hasta su cabello y se lo arreglaba, aunque no era necesario.
Ese chico de ahí parece tener los ánimos para una pelea. Dudo que rechace tu oferta.
Seguidamente hizo un par de pasos a un lado, quedando cerca de Reika, y giró su mirada en dirección al monje. Sin duda alguna sonaba como un desafió mas interesante que pelear contra otro médico.
Mogura por su parte había llegado a la primera fila y estaba a unos pasos de distancia de uno de los protagonistas de aquella escena. Pero de igual manera estaba lo suficientemente cerca como para distinguir algunas otras caras conocidas. El montón de papeles que antes fueron Watasashi Aiko y ahora se alejaban del lugar y...
Aotsuki Ayame-san.
Recordó casi al instante el nombre de la joven estudiante. No hubo tiempo para charlar pues la chica estaba guiando sus pasos hacía la salida del lugar siguiendo al sujeto que había parado la pelea. ¿Serían parientes? ¿Sería algún profesor suyo? A saber.
Watasashi-san...
Por un instante pensó en que sería una buena idea en ir a ver si estaba todo bien con ella pero rápidamente las cosas parecieron tomar otro destino al ver que Inoue Keisuke se le acercaba.
Hey Mogura, tiempo sin verte.
Junto al muchacho parecía acercarse también una joven de melena rubia, sin embargo esta no dijo mucho más y nada en particular que fuese dirigido hacía él.
Inoue-san, no sabía que estabas en este lugar también.
Contestó con su usual tono y sus usuales formas, por cuestiones de etiqueta tuvo que dejar de ver los papeles volando y centrar su mirada en el chico. Este se lamentó el no haber podido presneciar mas de aquel combate que se había estado llevnado a cabo.
Urasaki en ese momento se había agachado para recoger su espada, las palabras de Keisuke le hicieron pensar un momento en lo que estaba haciendo.
¿Qué tal sí tu y yo tenemos un combate?
Que propuesta tan atrevida, sobretodo viniendo de una persona que se dedicaba a las mismas artes ninja que él, Iryo-nin. ¿Qué iban a hacer? ¿Curarse el uno al otro haste que alguien se rinda?. El muchacho estaba elaborando una contestación digna de la intelgiencia que poseía en aquel momento cuando el chico volvió a hablar.
¿Qué dices? Prometo que luego curaré tus heridas.
Sin duda alguna estaba siendo demasiado atrevido para el nivel de relación que tenían. No resultaba para nada agradable a ojos de Mogura.
Estaba a punto de dejar escapar un comentario cuando el cenobita tomó la palabra con un tono bastante alto, retando a Urasaki a un combate a puño limpio.
¿Para qué? ¿Para qué venga un superior a decirme hasta donde puedo entrenar mis habilidades de taijutsu? No, gracias.
Seguidamente hizo un par de sellos y selló el arma en el interior de las mangas de su atuendo, sin siquiera mirar a Karamaru o algún otro presente comenzó a irse. Su oponente terminaría imitando su movimiento buscando salir por un camino un poco mas largo.
Me temo que las habilidades que poseo en este momento no estan destinadas a combatir, al menos no en un combate de práctica.
Pronunció finalmente una respuesta mientras llevaba una mano hasta su cabello y se lo arreglaba, aunque no era necesario.
Ese chico de ahí parece tener los ánimos para una pelea. Dudo que rechace tu oferta.
Seguidamente hizo un par de pasos a un lado, quedando cerca de Reika, y giró su mirada en dirección al monje. Sin duda alguna sonaba como un desafió mas interesante que pelear contra otro médico.
Hablo - Pienso