2/05/2017, 21:16
Chokichi, con labios temblorosos y ensangrentados, balbuceó palabras ininteligibles ante la amenaza de su antiguo compañero de clase.
—P-ppero Ak-Akame-kun… Son fotografías para el álbum de graduación… No entiendo lo que… —pero la poca habla que tenía se le acabó de golpe cuando dos peliblancos surgieron tras una esquina. Ambos de similar estatura. Uno más calmado que otro.
—¡TÚ! —rugió uno de ellos, al verle. Recortó la distancia que los separaba con rápidas zancadas, y sus ojos encendidos pasaron de la nariz rota del muchacho a la bolsa negra que sostenía Akame, abierta, y en la que se veía un centenar de invitaciones en su interior. Luego pasaron de nuevo a Chokichi y su labio partido. Parecía haberse llevado una buena reprimenda, y aquella visión tan lamentable del muchacho hizo que las ganas que tenía de dárselas él mismo se le pasaran… un poco. Además, se había quedado con mal cuerpo tras la discusión con Noemi. Lo único que le apetecía ahora era terminar de una vez con aquella misión de mal gusto y olvidarse de todo—. Sabía que podía confiar en ti, Akame —le dio un puñetazo amistoso en el hombro—. Aunque he de reconocer que desconocía esta vena tuya. Joder, hasta le quitaste su maldita cámara —señaló, indicando la cámara que el Uchiha todavía sostenía en su mano derecha.
—¡Haskoz-kun! —interrumpió Chokichi, todavía en el suelo—. Yo no quería… Cogí las invitaciones por un buen motivo. ¡Debes perdonarme! —exclamó, al borde del llanto.
El cuello de Haskoz se torció tanto para poder mirarle sin girar el cuerpo que bien podía pertenecer al de un demonio. ¿Debo?
—Pues claro que te perdono, Chokichi, claro que te perdono.
Haskoz esbozó una sonrisa afable.
—En… ¿en serio?
—Por supuesto. Oye, ¿quieres tú cámara?
—P-pues ahora que lo mencionas… Si no os importa…
—¡Pero cómo nos iba a importar! Claro tío. Sin fallo —Haskoz le arrebató la cámara a Akame, sin darse cuenta que no llevaba carrete—. Toma, aquí la tienes —y, con una sencillez inusitada, Haskoz le dio la cámara a…
… Noemi. O allí al menos la lanzó, trazando una parábola perfecta por encima del mural para que terminase cayendo en sus propiedades. En sus jardines. Acto seguido, tomó a Chokichi del cuello de la camisa y lo levantó con fuerza. Luego, le dio una palmada en el pecho. No tan amistosa como la que le acababa de propinar a Akame.
—Allí la tienes. A ver si hay huevos a entrar en esa casa también, ¿eh? —Otra palmada—. O mejor. Pídeselo a la dueña, ya que parece gustarte tanto. La excusa perfecta para romper el hielo —otra palmada, que arrancó un ataque de tos al muchacho—. Te deseo mucha suerte.
Le dio un fuerte empujón, haciendo que Chokichi se trastabillara y cayera nuevamente al suelo. Indiferente, el Uchiha le dio la espalda. Suficiente tiempo habían perdido por culpa de aquel patán.
—¿Alguna idea para terminar esto lo antes posible? —preguntó, a nadie en concreto, malhumorado—. Quiero entregarle el reporte de la misión a Shiona antes de que se haga vieja, a poder ser.
Claro que Shiona ya lo era. ¿Cuántos años tenía ya? El Uchiha hacía tiempo que había perdido la cuenta…
—P-ppero Ak-Akame-kun… Son fotografías para el álbum de graduación… No entiendo lo que… —pero la poca habla que tenía se le acabó de golpe cuando dos peliblancos surgieron tras una esquina. Ambos de similar estatura. Uno más calmado que otro.
—¡TÚ! —rugió uno de ellos, al verle. Recortó la distancia que los separaba con rápidas zancadas, y sus ojos encendidos pasaron de la nariz rota del muchacho a la bolsa negra que sostenía Akame, abierta, y en la que se veía un centenar de invitaciones en su interior. Luego pasaron de nuevo a Chokichi y su labio partido. Parecía haberse llevado una buena reprimenda, y aquella visión tan lamentable del muchacho hizo que las ganas que tenía de dárselas él mismo se le pasaran… un poco. Además, se había quedado con mal cuerpo tras la discusión con Noemi. Lo único que le apetecía ahora era terminar de una vez con aquella misión de mal gusto y olvidarse de todo—. Sabía que podía confiar en ti, Akame —le dio un puñetazo amistoso en el hombro—. Aunque he de reconocer que desconocía esta vena tuya. Joder, hasta le quitaste su maldita cámara —señaló, indicando la cámara que el Uchiha todavía sostenía en su mano derecha.
—¡Haskoz-kun! —interrumpió Chokichi, todavía en el suelo—. Yo no quería… Cogí las invitaciones por un buen motivo. ¡Debes perdonarme! —exclamó, al borde del llanto.
El cuello de Haskoz se torció tanto para poder mirarle sin girar el cuerpo que bien podía pertenecer al de un demonio. ¿Debo?
—Pues claro que te perdono, Chokichi, claro que te perdono.
Haskoz esbozó una sonrisa afable.
—En… ¿en serio?
—Por supuesto. Oye, ¿quieres tú cámara?
—P-pues ahora que lo mencionas… Si no os importa…
—¡Pero cómo nos iba a importar! Claro tío. Sin fallo —Haskoz le arrebató la cámara a Akame, sin darse cuenta que no llevaba carrete—. Toma, aquí la tienes —y, con una sencillez inusitada, Haskoz le dio la cámara a…
… Noemi. O allí al menos la lanzó, trazando una parábola perfecta por encima del mural para que terminase cayendo en sus propiedades. En sus jardines. Acto seguido, tomó a Chokichi del cuello de la camisa y lo levantó con fuerza. Luego, le dio una palmada en el pecho. No tan amistosa como la que le acababa de propinar a Akame.
—Allí la tienes. A ver si hay huevos a entrar en esa casa también, ¿eh? —Otra palmada—. O mejor. Pídeselo a la dueña, ya que parece gustarte tanto. La excusa perfecta para romper el hielo —otra palmada, que arrancó un ataque de tos al muchacho—. Te deseo mucha suerte.
Le dio un fuerte empujón, haciendo que Chokichi se trastabillara y cayera nuevamente al suelo. Indiferente, el Uchiha le dio la espalda. Suficiente tiempo habían perdido por culpa de aquel patán.
—¿Alguna idea para terminar esto lo antes posible? —preguntó, a nadie en concreto, malhumorado—. Quiero entregarle el reporte de la misión a Shiona antes de que se haga vieja, a poder ser.
Claro que Shiona ya lo era. ¿Cuántos años tenía ya? El Uchiha hacía tiempo que había perdido la cuenta…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado