31/08/2017, 20:26
El comentario de la pelirroja acerca de parecer un buen sitio fue contestado por parte del chico con el mismo tono —evitando que el hombre los escuchase— y afirmando, que en efecto, tenía clase. No cabía duda, el sitio realmente contrastaba con la típica taberna de ciudad corriente, se notaba realmente recatado y fino, algo a lo que muchos quizás escapaba de las mano, económicamente hablando. Pero eso no echaría atrás a los jóvenes, que se aventuraron a entrar en la llamada carpa dorada.
La kunoichi fue la primera en adelantarse, y no titubeó al elegir una de las mesas centrales. Juro no rechistó, y la siguió poco atrás de ella. No tardaron en tomar asiento, el cuál realmente lucía cómodo. Llevó la mirada hacia Juro, y éste pareció perdido en la increíble sala en que se encontraban. Tanto fue así, que no pudo evitar pensarlo en voz alta, dando a conocer su opinión al público.
Por suerte o por desgracia, el comentario cayó en vacío con tanto engorro de personas. Habían clientes de todo tipo, incluso de los que realmente armaban un buen jaleo bebiendo. Aunque, la sala era tan amplia que tampoco terminaban de molestar, incluso eran las mesas mas apartadas. Poco tardó Juro en tomar un tono mas formal para hablar, e informó a su antagonista de que nunca había estado en un lugar parecido.
—Si, es realmente distinto a lo que hay por ahí fuera... de hecho, es realmente distinto a lo que acostumbro a ver. —contestó la chica.
Apenas pasados unos segundos ahí sentados, una camarera joven se plantó a su vera, con tal de atenderlos. —Buenos días, señores. En un rato pasarán a tomarles el pedido, aquí tienen unas cartas para ver el menú. —anunció mientras que repartía las cartas. —Entre tanto, si quieren algo de beber, se lo serviré yo misma. —concluyó la chica, ataviada con un vestido negro y blanco, y una cabellera rubia recogida en una coleta de caballo. La chica tenía una buena apariencia también, formal y seria, con unas facciones finas y recatadas.
—Muchas gracias. —agradeció la pelirroja tras tomar la carta. —Pues... yo tomaré una cerveza bien fría, si es posible que sea artesana, me da igual la marca.
—Muy bien, le traeré una Onimusha, señorita. ¿Y el caballero?
La kunoichi fue la primera en adelantarse, y no titubeó al elegir una de las mesas centrales. Juro no rechistó, y la siguió poco atrás de ella. No tardaron en tomar asiento, el cuál realmente lucía cómodo. Llevó la mirada hacia Juro, y éste pareció perdido en la increíble sala en que se encontraban. Tanto fue así, que no pudo evitar pensarlo en voz alta, dando a conocer su opinión al público.
Por suerte o por desgracia, el comentario cayó en vacío con tanto engorro de personas. Habían clientes de todo tipo, incluso de los que realmente armaban un buen jaleo bebiendo. Aunque, la sala era tan amplia que tampoco terminaban de molestar, incluso eran las mesas mas apartadas. Poco tardó Juro en tomar un tono mas formal para hablar, e informó a su antagonista de que nunca había estado en un lugar parecido.
—Si, es realmente distinto a lo que hay por ahí fuera... de hecho, es realmente distinto a lo que acostumbro a ver. —contestó la chica.
Apenas pasados unos segundos ahí sentados, una camarera joven se plantó a su vera, con tal de atenderlos. —Buenos días, señores. En un rato pasarán a tomarles el pedido, aquí tienen unas cartas para ver el menú. —anunció mientras que repartía las cartas. —Entre tanto, si quieren algo de beber, se lo serviré yo misma. —concluyó la chica, ataviada con un vestido negro y blanco, y una cabellera rubia recogida en una coleta de caballo. La chica tenía una buena apariencia también, formal y seria, con unas facciones finas y recatadas.
—Muchas gracias. —agradeció la pelirroja tras tomar la carta. —Pues... yo tomaré una cerveza bien fría, si es posible que sea artesana, me da igual la marca.
—Muy bien, le traeré una Onimusha, señorita. ¿Y el caballero?
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)