8/09/2017, 10:41
(Última modificación: 8/09/2017, 10:45 por Eikyuu Juro.)
Karamaru estaba más que dispuesto a averiguar el contenido de su espalda. Tanto, que por unos momentos se sintió amenazado ante sus vaivenes de cabeza.
¡COMIDA!
— ¿Qué? Eh, no... — musitó, pero fue interrumpido por las locuras del ninja.
Este dio un paso hacia atrás y prácticamente comenzó a salivar mientras imaginaba la perspectiva de, supuso Juro, poder comer algo caliente tras el entrenamiento.
Hhhhmmmmm, como daría por un buen plato de arroz y carne ahora mismo. Entrenar cansa, ¡Y UNO SIEMPRE DEBE DE TENER ENERGÍA! ¿Convidas? Es que corrí mucho y me agarró un poco de hambre a decir verdad.
« Este tío esta mal... »
Juro retrocedió otro paso, con cautela. Los gritos de aquel tio le empezaban a inquietar bastante. ¿Estaba bien de la cabeza? ¿o era solo un apasionado? Ya empezaba a dudarlo. Solo al final de su numerito pareció darse cuenta de que, igual, se había precipitado. Le miró, con ojos inquisitivos, y le hizo la pregunta que debería haberle hecho mucho antes.
Espera.... ¿Traes comida verdad?
Juro suspiró. En ningun momento había dicho algo así.
— Nunca dije nada de comida. Mi hermana lleva una tienda ninja — dijio, dejandolo más que claro —. Esto de aquí es madera, no te lo puedes comer.
Si, era madera. Aunque no le ofreció echar un vistazo. Con lo rarito que era, igual le daba un bocado a su marioneta.
— La comida más cercana que podrías encontrar sería en la capital, supongo — añadió, con una pizca de lógica. Nantōnoya también debía de estar cerca, pero ninguno era un shinobi de Uzushiogakure — Reponer fuerzas es importante para un entrenamiento.
¡COMIDA!
— ¿Qué? Eh, no... — musitó, pero fue interrumpido por las locuras del ninja.
Este dio un paso hacia atrás y prácticamente comenzó a salivar mientras imaginaba la perspectiva de, supuso Juro, poder comer algo caliente tras el entrenamiento.
Hhhhmmmmm, como daría por un buen plato de arroz y carne ahora mismo. Entrenar cansa, ¡Y UNO SIEMPRE DEBE DE TENER ENERGÍA! ¿Convidas? Es que corrí mucho y me agarró un poco de hambre a decir verdad.
« Este tío esta mal... »
Juro retrocedió otro paso, con cautela. Los gritos de aquel tio le empezaban a inquietar bastante. ¿Estaba bien de la cabeza? ¿o era solo un apasionado? Ya empezaba a dudarlo. Solo al final de su numerito pareció darse cuenta de que, igual, se había precipitado. Le miró, con ojos inquisitivos, y le hizo la pregunta que debería haberle hecho mucho antes.
Espera.... ¿Traes comida verdad?
Juro suspiró. En ningun momento había dicho algo así.
— Nunca dije nada de comida. Mi hermana lleva una tienda ninja — dijio, dejandolo más que claro —. Esto de aquí es madera, no te lo puedes comer.
Si, era madera. Aunque no le ofreció echar un vistazo. Con lo rarito que era, igual le daba un bocado a su marioneta.
— La comida más cercana que podrías encontrar sería en la capital, supongo — añadió, con una pizca de lógica. Nantōnoya también debía de estar cerca, pero ninguno era un shinobi de Uzushiogakure — Reponer fuerzas es importante para un entrenamiento.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60