16/10/2017, 11:50
(Última modificación: 16/10/2017, 11:51 por Amedama Daruu.)
Kōri contestó a su pregunta, pero la respuesta no le tranquilizaba en absoluto. Por mucho que afirmase que había que esconder los sentimientos y no dejarse llevar por ellos, que es lo que debía hacer cualquier shinobi que se preciara, Daruu no veía manera de poner en la práctica esa filosofía, por muy correcta y lógica que le pareciese. Kōri, estoicamente, era el único capaz de hacerlo. Incluso llegó a dudar que Mogura, en caso de tener a alguien muy cercano a él en peligro, pudiera mantener la compostura como el chūnin que era.
«Además, yo no tengo corazas de hielo. Son mis manos y mis ojos contra el mundo», ironizó internamente.
Zetsuo apoyó la mano sobre el hombro de Kiroe y le dio un pequeño estrujón.
—Eso sólo hace aún más raro el que estén juntos. Malditos críos...
Kiroe dejó escapar una risilla.
—En el fondo, siempre he querido que acabasen juntos. Al principio, intentaba apagar ese deseo. Pero luego se hizo evidente que... —Suspiró—. Que es la mejor opción. Mejor con alguien de tu familia que con nadie más. No he salido muy bien parada de mis relaciones, así que le deseo a mi hijo lo mejor. Y Ayame es noble, y carece de malintencionalidad en todo lo que hace. Prefiero tenerla a ella que a una cualquiera.
—Kiroe, sabes que siempre intento mantenerme fuerte. Por Ayame y por Kōri. Pero después de lo de Shiruka... no puedo permitirme perder a nadie más. Ayúdame a mantenerme fuerte. No dejes que la ira me ciegue en ningún momento, o eso podría significar que perdiéramos a Ayame para siempre...
»Por favor.
Kiroe giró el rostro y miró a Zetsuo durante unos instantes que parecieron horas.
—Tendremos que ayudarnos mutuamente. Ya has visto lo que he estado a punto de hacer. Y tú siempre has sido el que tiene la sangre más fría de los dos.
»Quizás, Kōri podría ayudarnos con eso —se atrevió a bromear.
«Además, yo no tengo corazas de hielo. Son mis manos y mis ojos contra el mundo», ironizó internamente.
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Zetsuo apoyó la mano sobre el hombro de Kiroe y le dio un pequeño estrujón.
—Eso sólo hace aún más raro el que estén juntos. Malditos críos...
Kiroe dejó escapar una risilla.
—En el fondo, siempre he querido que acabasen juntos. Al principio, intentaba apagar ese deseo. Pero luego se hizo evidente que... —Suspiró—. Que es la mejor opción. Mejor con alguien de tu familia que con nadie más. No he salido muy bien parada de mis relaciones, así que le deseo a mi hijo lo mejor. Y Ayame es noble, y carece de malintencionalidad en todo lo que hace. Prefiero tenerla a ella que a una cualquiera.
—Kiroe, sabes que siempre intento mantenerme fuerte. Por Ayame y por Kōri. Pero después de lo de Shiruka... no puedo permitirme perder a nadie más. Ayúdame a mantenerme fuerte. No dejes que la ira me ciegue en ningún momento, o eso podría significar que perdiéramos a Ayame para siempre...
»Por favor.
Kiroe giró el rostro y miró a Zetsuo durante unos instantes que parecieron horas.
—Tendremos que ayudarnos mutuamente. Ya has visto lo que he estado a punto de hacer. Y tú siempre has sido el que tiene la sangre más fría de los dos.
»Quizás, Kōri podría ayudarnos con eso —se atrevió a bromear.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)