15/11/2017, 12:20
Daruu sintió un leve pinchazo en los ojos al activar su dōjutsu, pero trató que la máquina, sin forzarla, consiguiese al menos arrancar. No pudo utilizar sus ojos con la eficacia que se esperaba de él, pero al menos se permitió registrar un poco los alredores. La cueva se sumergía en la longitud y se separaba en tres vías iluminadas con lámparas de aceite. En los dos caminos laterales habían sendas ristras de puertas que llevaban a habitaciones vacías, sin contenido, o sin nada remarcable. Entrecerró los ojos. «¿Qué es eso?», se preguntó, al descubrir además un piso inferior encharcado, también iluminado. «No veo a ningún otro enemigo cerca, pero tampoco veo a Ayame, ni a Mogura. ¡Deben de estar más al interior, maldita sea!»
—¡Cuidado! —bramó Zetsuo. Daruu volvió a la realidad, tomó aire y cerró los párpados justo al tiempo que una nube de tinta negra les envolvió y les cegó.
En ese tiempo, Kōri-sensei había utilizado una de sus técnicas para congelar los pies de Mohōshō. La mujer ahora trataba de librarse del hielo picándolo con una de sus espadas.
Daruu se movió, ágil, y se puso al lado de su madre.
—Mamá, soy yo. Escucha atentamente —susurró, y con las manos, la cogió de los brazos y la obligó a girarse hacia la Hōzuki—. Lanza un ataque potente hacia allá antes de que se libre: Kōri la tiene atrapada.
—Entendido. —Kiroe sonrió y formuló un único sello del Tigre, disparando un Teppōdama hacia la posición de Mohōshō: una contundente bala de cañón acuática.
Entre tanto Zetsuo y Wanaguchi forcejeaban abajo, en el agua. Daruu estaba preocupado, si nadie hacía nada Zetsuo tenía las de perder.
—¡Kaido, bajo el agua! ¡Ayuda a Zetsuo-san!
—¡Cuidado! —bramó Zetsuo. Daruu volvió a la realidad, tomó aire y cerró los párpados justo al tiempo que una nube de tinta negra les envolvió y les cegó.
En ese tiempo, Kōri-sensei había utilizado una de sus técnicas para congelar los pies de Mohōshō. La mujer ahora trataba de librarse del hielo picándolo con una de sus espadas.
Daruu se movió, ágil, y se puso al lado de su madre.
—Mamá, soy yo. Escucha atentamente —susurró, y con las manos, la cogió de los brazos y la obligó a girarse hacia la Hōzuki—. Lanza un ataque potente hacia allá antes de que se libre: Kōri la tiene atrapada.
—Entendido. —Kiroe sonrió y formuló un único sello del Tigre, disparando un Teppōdama hacia la posición de Mohōshō: una contundente bala de cañón acuática.
Entre tanto Zetsuo y Wanaguchi forcejeaban abajo, en el agua. Daruu estaba preocupado, si nadie hacía nada Zetsuo tenía las de perder.
—¡Kaido, bajo el agua! ¡Ayuda a Zetsuo-san!
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)