21/11/2017, 23:38
(Última modificación: 21/11/2017, 23:40 por Amedama Daruu.)
Una oleada de frío invadió sus cuerpos, pero a ninguno de los Amedama le importó. No, porque era mucho más importante que el frío llegase al enemigo. No, porque había compañeros que lo estaban pasando peor que ellos —la pobre Ayame, secuestrada; Mogura, quizás muerto, quizás agonizando entre las garras de la tortura Hōzuki; Zetsuo y Kaido, luchando bajo el agua contra Waniguchi—; y también porque el Hielo, en cierta manera, consiguió aliviar el dolor de las heridas sangrantes de los balazos de Mohōshō. Con la misma frialdad que el viento que le sacudió por el costado, Daruu clavó sus dos ojos blancos en la mujer pulpo, y ensanchó la sonrisa con la satisfacción de un depredador que ve a la presa caer entre sus fauces cuando saltó.
«BINGO.»
Daruu levantó la pierna y un enorme géiser acuático envolvió a la mujer. El agua empezó a congelarse por la parte de abajo, y rápidamente dejó convertido al enemigo en una gigantesca estatua que decoraría la entrada de la mansión del Rey de lo Grotesco, si es que existiese un título así de macabro en el continente de Ōnindo. Kōri se tambaleó, fatigado, y cayó al suelo al lado de él. Pero Daruu sonreía, sonreía con satisfacción. Hinchado de pura adrenalina, se levantó, tapándose la herida con el brazo opuesto y se acercó al bloque de hielo. Lo golpeó dos veces con el dedo índice flexionado. Entonces se dio cuenta.
Se dio cuenta.
—¿E... está muerta? ¿La hemos... matado? —No pudo evitar fijarse en el tortuoso rostro de terror de Mohōshō, y se sorprendió sintiendo una angustia muy extraña en el pecho. ¿Arrepentimiento? ¿Disgusto? Cayó al suelo, con el corazón latiéndole a mil y con el subidón de adrenalina apagándose poco a poco, la herida calentándose y el dolor volviendo.
A sus espaldas, el agua estalló. Daruu se dio la vuelta alarmado, pero sintió un alivio tremendo cuando fue Zetsuo el que emergió de las profundidades, eso sí, tremendamente herido. El muchacho tragó saliva, sintió náuseas, y evitó mirar las marcas del brazo de Zetsuo.
—¡Zetsuo! —exclamó Kiroe, y se acercó con dificultad a él—. ¿Estás bien? ¿Dónde está Kaido-kun?
«Kaido...»
Otra explosión, esta vez a sus espaldas. Daruu se giró de nuevo, pero se topó con el rostro de Mohōshō, una vez más. Chasqueó la lengua y con gran dificultad se acercó a los mayores, evitando el cubito de hielo humano. Desactivó temporalmente su Dōjutsu para recuperar chakra. Bueno, y tal vez también...
...para evitar seguir viendo su cara por la espalda.
«BINGO.»
Daruu levantó la pierna y un enorme géiser acuático envolvió a la mujer. El agua empezó a congelarse por la parte de abajo, y rápidamente dejó convertido al enemigo en una gigantesca estatua que decoraría la entrada de la mansión del Rey de lo Grotesco, si es que existiese un título así de macabro en el continente de Ōnindo. Kōri se tambaleó, fatigado, y cayó al suelo al lado de él. Pero Daruu sonreía, sonreía con satisfacción. Hinchado de pura adrenalina, se levantó, tapándose la herida con el brazo opuesto y se acercó al bloque de hielo. Lo golpeó dos veces con el dedo índice flexionado. Entonces se dio cuenta.
Se dio cuenta.
—¿E... está muerta? ¿La hemos... matado? —No pudo evitar fijarse en el tortuoso rostro de terror de Mohōshō, y se sorprendió sintiendo una angustia muy extraña en el pecho. ¿Arrepentimiento? ¿Disgusto? Cayó al suelo, con el corazón latiéndole a mil y con el subidón de adrenalina apagándose poco a poco, la herida calentándose y el dolor volviendo.
A sus espaldas, el agua estalló. Daruu se dio la vuelta alarmado, pero sintió un alivio tremendo cuando fue Zetsuo el que emergió de las profundidades, eso sí, tremendamente herido. El muchacho tragó saliva, sintió náuseas, y evitó mirar las marcas del brazo de Zetsuo.
—¡Zetsuo! —exclamó Kiroe, y se acercó con dificultad a él—. ¿Estás bien? ¿Dónde está Kaido-kun?
«Kaido...»
Otra explosión, esta vez a sus espaldas. Daruu se giró de nuevo, pero se topó con el rostro de Mohōshō, una vez más. Chasqueó la lengua y con gran dificultad se acercó a los mayores, evitando el cubito de hielo humano. Desactivó temporalmente su Dōjutsu para recuperar chakra. Bueno, y tal vez también...
...para evitar seguir viendo su cara por la espalda.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)