30/11/2017, 23:23
(Última modificación: 30/11/2017, 23:26 por Amedama Daruu.)
Kiroe asintió como única respuesta y le dio un empujón a su hijo en la espalda cuando éste le echó una última mirada preocupada. «Todo está bien, Daruu-kun», pensó, e intentó transmitir. «Es una lástima, pero hay muchas cosas que no sabes de mi. Soy yo la que debería estar preocupada»
Zetsuo, Kōri y Daruu se alejaron por el pasillo central a toda velocidad. Kaido se dirigió a ella, y apremió:
—Habrá que conformarse con salvarle el culo a Mogura, Kiroe-chan. Venga, vamos.
—¿Chan? —Kiroe soltó una risilla peligrosa—. Sigue tratándome así, pequeño boquerón, y pronto acabarás dentro de un bote en conserva. —Le guiñó un ojo a Kaido, bromista—. Sígueme, Kaido-chan.
»Dime, ¿los Hōzuki... os convertís en agua automáticamente, o es algo que tenéis que hacer conscientemente? Si yo atacase a uno por sorpresa...
El trío avanzaba por el pasillo central, en silencio. Daruu utilizaba su Byakugan para enfocar el lugar que había visto previamente, y seguir rastreando el paso de los dos objetivos.
—Los sigo vigilando —avisó—. Informaré de todo lo que pueda conforme entre en mi rango de visión.
Afortunadamente, se acercaban cada vez más, lo que haría que mantener la técnica fuese mucho más fáciles. Y las condiciones de luz no eran comparables a las de debajo del mar.
Waniguchi estaba delante de la puerta de su camarada. Un genin de Amegakure, de piel azul, había continuado bajo sus instrucciones, y sigilosamente corría en auxilio de su compañero chūnin. Él, por otro lado, se había quedado rezagado temporalmente. Se aclaró la garganta...
...y tocó a la puerta.
Toc, toc, toc.
—¡Eh! ¡Eh! ¡Deja ya esos libros tuyos y ven a ayudarnos! ¡La familia de Ayame ha entrado en la guarida! ¡No hemos podido detenerlos sólos!
Si el Hōzuki que leía sobre Fūinjutsu, tal y como les había informado Daruu, abría la puerta, Waniguchi se daría la vuelta y echaría a correr de nuevo hacia el pasillo.
—¡Vamos! —diría.
Y Amedama Kiroe caería del techo, apuñalando de forma precisa al malnacido que vendría detrás en la nuca, matándolo sigilosa y rápidamente antes de que pudiera tratar de hacer nada.
No por nada era Amedama Kiroe, el Filo Púrpura, espía estrella y antigua líder de uno de los mejores escuadrones cazadores de ninjas renegados que había pisado la Lluvia...
...¡y la mejor pastelera de toda la aldea!
Zetsuo, Kōri y Daruu se alejaron por el pasillo central a toda velocidad. Kaido se dirigió a ella, y apremió:
—Habrá que conformarse con salvarle el culo a Mogura, Kiroe-chan. Venga, vamos.
—¿Chan? —Kiroe soltó una risilla peligrosa—. Sigue tratándome así, pequeño boquerón, y pronto acabarás dentro de un bote en conserva. —Le guiñó un ojo a Kaido, bromista—. Sígueme, Kaido-chan.
»Dime, ¿los Hōzuki... os convertís en agua automáticamente, o es algo que tenéis que hacer conscientemente? Si yo atacase a uno por sorpresa...
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El trío avanzaba por el pasillo central, en silencio. Daruu utilizaba su Byakugan para enfocar el lugar que había visto previamente, y seguir rastreando el paso de los dos objetivos.
—Los sigo vigilando —avisó—. Informaré de todo lo que pueda conforme entre en mi rango de visión.
Afortunadamente, se acercaban cada vez más, lo que haría que mantener la técnica fuese mucho más fáciles. Y las condiciones de luz no eran comparables a las de debajo del mar.
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Waniguchi estaba delante de la puerta de su camarada. Un genin de Amegakure, de piel azul, había continuado bajo sus instrucciones, y sigilosamente corría en auxilio de su compañero chūnin. Él, por otro lado, se había quedado rezagado temporalmente. Se aclaró la garganta...
...y tocó a la puerta.
Toc, toc, toc.
—¡Eh! ¡Eh! ¡Deja ya esos libros tuyos y ven a ayudarnos! ¡La familia de Ayame ha entrado en la guarida! ¡No hemos podido detenerlos sólos!
Si el Hōzuki que leía sobre Fūinjutsu, tal y como les había informado Daruu, abría la puerta, Waniguchi se daría la vuelta y echaría a correr de nuevo hacia el pasillo.
—¡Vamos! —diría.
Y Amedama Kiroe caería del techo, apuñalando de forma precisa al malnacido que vendría detrás en la nuca, matándolo sigilosa y rápidamente antes de que pudiera tratar de hacer nada.
No por nada era Amedama Kiroe, el Filo Púrpura, espía estrella y antigua líder de uno de los mejores escuadrones cazadores de ninjas renegados que había pisado la Lluvia...
...¡y la mejor pastelera de toda la aldea!
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)