10/12/2017, 01:09
—Vaya. Creía que no había más de esos hijos de puta, pero Karoi ha debido de encontrarse con otro de ellos.
Exclamó Kiroe al ver lo que había ocurrido en aquel lugar, apreciando básicamente lo inundado que estaba el pasillo y como se el nivel del agua aumentaba en una determinada dirección. Quién iba a creer que en la guarida de los Kajitsu Hozuki iba a haber más enemigos de los pensados.
Mogura-san, supongo que nos convendría más tomar el camino contrario y entrar al pasillo central por el otro lado. Ese está despejado, y tú no estás en condiciones de combatir.
El joven médico asintió con un gesto de la cabeza, tenía que darle la razón.
¿Umikiba-san y esa persona serán capaces de hacerle frente a la amenaza?
Al menos por un rato más sería probable que no pudiese estar en la plenitud de sus capacidades físicas.
»Confío en Karoi. Y ese muchacho amigo tuyo parece duro de roer. Oye, ¿ese color de piel es natural? Y parecía que olía un poco a pescado...
Mogura no tenía la más pálida idea de quién era Karoi, pero si merecía la confianza de la mujer que cocinaba su comida, supuso que estaba bien.
Umikiba-san destacó en el torneo, llegó bastante adelante en las llaves. Pero desconozco la razón del tono de su piel.
Contestaría en respuesta al comentario de la fémina. Pero con respecto al tono azulado de Kaido no tuvo más alternativa que encogerse de hombros, eso si que era raro.
»No debe de llevarse muy bien con mi hijo.
Sus modales podrían mejorar un poco.
Se limitó a comentar mientras se daba a la carrera tratando de mantener un ritmo optimo. No había tiempo que perder, a saber que estaría pasando en el lugar donde terminaba aquel pasillo.
Kiroe-san.
Llamó su atención en un momento del camino.
Este lugar parece funcionar como base de los Kajitsu. ¿No deberíamos esperar que hubiese un mayor número de enemigos?
Exclamó Kiroe al ver lo que había ocurrido en aquel lugar, apreciando básicamente lo inundado que estaba el pasillo y como se el nivel del agua aumentaba en una determinada dirección. Quién iba a creer que en la guarida de los Kajitsu Hozuki iba a haber más enemigos de los pensados.
Mogura-san, supongo que nos convendría más tomar el camino contrario y entrar al pasillo central por el otro lado. Ese está despejado, y tú no estás en condiciones de combatir.
El joven médico asintió con un gesto de la cabeza, tenía que darle la razón.
¿Umikiba-san y esa persona serán capaces de hacerle frente a la amenaza?
Al menos por un rato más sería probable que no pudiese estar en la plenitud de sus capacidades físicas.
»Confío en Karoi. Y ese muchacho amigo tuyo parece duro de roer. Oye, ¿ese color de piel es natural? Y parecía que olía un poco a pescado...
Mogura no tenía la más pálida idea de quién era Karoi, pero si merecía la confianza de la mujer que cocinaba su comida, supuso que estaba bien.
Umikiba-san destacó en el torneo, llegó bastante adelante en las llaves. Pero desconozco la razón del tono de su piel.
Contestaría en respuesta al comentario de la fémina. Pero con respecto al tono azulado de Kaido no tuvo más alternativa que encogerse de hombros, eso si que era raro.
»No debe de llevarse muy bien con mi hijo.
Sus modales podrían mejorar un poco.
Se limitó a comentar mientras se daba a la carrera tratando de mantener un ritmo optimo. No había tiempo que perder, a saber que estaría pasando en el lugar donde terminaba aquel pasillo.
Kiroe-san.
Llamó su atención en un momento del camino.
Este lugar parece funcionar como base de los Kajitsu. ¿No deberíamos esperar que hubiese un mayor número de enemigos?
Hablo - Pienso