10/12/2017, 04:07
—Sinceramente, no creo que hayan muchos más
Respondió con una expresión que realmente mataba cualquier ánimo de llevarle la contraria.
Es una organización clandestina, que hasta hace poco estaba integrada dentro de la propia Amegakure.
Esa información no era nueva para Mogura, claro que no podía decir nada al respecto. Sus manos estaban atadas respecto a ese tema.
Un corto repaso de la data con la que contaba el joven médico. Los Kajitsu tenían un concepto que a sus ojos era sumamente arcaico y sobre todas las cosas, totalmente obsoleto. Los grandes clanes gobernantes de aldeas eran cosa del pasado. Ya no había lugar para esas ideas, mucho menos para esa clase de gente.
Kiroe resaltó además la importancia de manejar números discretos en esa clase de organizaciones, en pos de evitar tanto como sea posible la chance de que un doble agente se cuele en las filas.
Karoi-san estaba infiltrado hasta hace poco dentro de ellos, y eso siendo pocos.
Agregaría a modo de comentario. Eso significaba que en el proceso en que Hōzuki Karoi se volvía un aliado, los Kajitsu perdían un hombre en sus filas. Había uno ahora mismo peleando contra él y Kaido.
En un momento de la pelea, el renegado mencionó la posibilidad de que un tal Reigetsu sellase el Gobi en su interior.
Comentó con su tono usual de voz, el próximo jinchuuriki del 5 colas había muerto. Kiroe era una mujer muy bien informada para haber estado retirada desde hacía un tiempo, por lo que seguramente aquel nombre le sonaría de antemano.
Por la forma en la que lo dijo sonó como si se tratase de su líder... ¿han peleado contra más gente?
¿Quién más había caído? ¿Quién más quedaba?
El pasillo era largo y toda información que pudiese conseguir en aquel momento realmente le hacía sentir que ya no estaban metidos en la boca del lobo.
Respondió con una expresión que realmente mataba cualquier ánimo de llevarle la contraria.
Es una organización clandestina, que hasta hace poco estaba integrada dentro de la propia Amegakure.
Esa información no era nueva para Mogura, claro que no podía decir nada al respecto. Sus manos estaban atadas respecto a ese tema.
Un corto repaso de la data con la que contaba el joven médico. Los Kajitsu tenían un concepto que a sus ojos era sumamente arcaico y sobre todas las cosas, totalmente obsoleto. Los grandes clanes gobernantes de aldeas eran cosa del pasado. Ya no había lugar para esas ideas, mucho menos para esa clase de gente.
Kiroe resaltó además la importancia de manejar números discretos en esa clase de organizaciones, en pos de evitar tanto como sea posible la chance de que un doble agente se cuele en las filas.
Karoi-san estaba infiltrado hasta hace poco dentro de ellos, y eso siendo pocos.
Agregaría a modo de comentario. Eso significaba que en el proceso en que Hōzuki Karoi se volvía un aliado, los Kajitsu perdían un hombre en sus filas. Había uno ahora mismo peleando contra él y Kaido.
En un momento de la pelea, el renegado mencionó la posibilidad de que un tal Reigetsu sellase el Gobi en su interior.
Comentó con su tono usual de voz, el próximo jinchuuriki del 5 colas había muerto. Kiroe era una mujer muy bien informada para haber estado retirada desde hacía un tiempo, por lo que seguramente aquel nombre le sonaría de antemano.
Por la forma en la que lo dijo sonó como si se tratase de su líder... ¿han peleado contra más gente?
¿Quién más había caído? ¿Quién más quedaba?
El pasillo era largo y toda información que pudiese conseguir en aquel momento realmente le hacía sentir que ya no estaban metidos en la boca del lobo.
Hablo - Pienso