15/12/2017, 14:29
El peculiar grupo seguía caminando pasillo abajo, aunque muy pronto descubrirían que tendrían que deshacer sus pasos. Kaido había canturreado una canción con inquina y Daruu le había echado una mirada con una gran malignidad. Si no hubieran estado en aquella situación y si no tuviera aquella tan esperada alegría bombardeándole el pecho, sin duda se habría lanzado a golpearle con todas sus fuerzas.
De todas maneras, algo enseguida desvió la atención del joven Hyūga de Amegakure. ¿Karoi? ¿Un espía de la aldea dentro de los Kajitsu? Pero eso significaba que...
Aquél hombre tan alegre, tan risueño y tan despreocupado era en realidad un shinobi muy experimentado que había conseguido engañar y ganarse, en pequeña o gran parte, a un peligroso grupo de ninjas supremacistas y proporcionar información a la aldea. También les había engañado a ellos. En cierta manera, era como Zetsuo, como Kōri. Tenía una máscara. Sólo que la máscara que empleaba era totalmente la contraria a la de ellos, era una máscara que ocultaba su verdadero ser.
A Daruu le recorrió un escalofrío. ¿Qué era aquella sensación? Era algo familiar, como si ya hubiera visto esa manera de actuar en alguna parte... Alguna parte muy cercana...
—¡La cascada seguía subiendo! —La voz de Ayame le devolvió a la realidad.
—¿Cómo dices, Ayame? —requirió Kōri.
—¡La cascada por la que hemos subido! Seguía subiendo aún más, y el techo estaba abierto al cielo. ¡Quizás lleve a la cima del desfiladero!
—¡Mierda! —dijo Zetsuo—. Ahora tenemos que volver hacia atrás. Con las ganas que tengo ya de salir de este pequeño agujero lleno de basura. ¡Vamos! Kiroe, Kiroe, ¿me recibes? —Se sujetó la oreja derecha, como había hecho tantas veces atrás—. Hemos encontrado una salida mucho más conveniente. Venid por el pasillo central. Tranquilos, está despejado.
Suspiró y se dio la vuelta.
—Venga, no perdamos el tiempo.
...y unos minutos después, ya casi llegaban al centro del pasillo...
—¡AyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE-CHAN!
Kiroe pasó al lado de Karoi y de Zetsuo, empujándolos y arrojándolos a los dos al suelo, y se lanzó encima de Ayame. La abrazó con todo el cuerpo, se tiró al suelo con ella y empezó a frotar su mejilla con la de la pobre chica.
—¡Menos mal menos mal menos mal!
—¡Maldita sea, mujer! ¡Estás LOCA! —vociferó Zetsuo, levantándose de un salto y sacudiéndose la ropa.
De todas maneras, algo enseguida desvió la atención del joven Hyūga de Amegakure. ¿Karoi? ¿Un espía de la aldea dentro de los Kajitsu? Pero eso significaba que...
Aquél hombre tan alegre, tan risueño y tan despreocupado era en realidad un shinobi muy experimentado que había conseguido engañar y ganarse, en pequeña o gran parte, a un peligroso grupo de ninjas supremacistas y proporcionar información a la aldea. También les había engañado a ellos. En cierta manera, era como Zetsuo, como Kōri. Tenía una máscara. Sólo que la máscara que empleaba era totalmente la contraria a la de ellos, era una máscara que ocultaba su verdadero ser.
A Daruu le recorrió un escalofrío. ¿Qué era aquella sensación? Era algo familiar, como si ya hubiera visto esa manera de actuar en alguna parte... Alguna parte muy cercana...
—¡La cascada seguía subiendo! —La voz de Ayame le devolvió a la realidad.
—¿Cómo dices, Ayame? —requirió Kōri.
—¡La cascada por la que hemos subido! Seguía subiendo aún más, y el techo estaba abierto al cielo. ¡Quizás lleve a la cima del desfiladero!
—¡Mierda! —dijo Zetsuo—. Ahora tenemos que volver hacia atrás. Con las ganas que tengo ya de salir de este pequeño agujero lleno de basura. ¡Vamos! Kiroe, Kiroe, ¿me recibes? —Se sujetó la oreja derecha, como había hecho tantas veces atrás—. Hemos encontrado una salida mucho más conveniente. Venid por el pasillo central. Tranquilos, está despejado.
Suspiró y se dio la vuelta.
—Venga, no perdamos el tiempo.
...y unos minutos después, ya casi llegaban al centro del pasillo...
—¡AyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE-CHAN!
Kiroe pasó al lado de Karoi y de Zetsuo, empujándolos y arrojándolos a los dos al suelo, y se lanzó encima de Ayame. La abrazó con todo el cuerpo, se tiró al suelo con ella y empezó a frotar su mejilla con la de la pobre chica.
—¡Menos mal menos mal menos mal!
—¡Maldita sea, mujer! ¡Estás LOCA! —vociferó Zetsuo, levantándose de un salto y sacudiéndose la ropa.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)