15/09/2018, 16:34
Ajena al mundo exterior, la kunoichi volvió a darse la vuelta y roncar a pierna suelta mirando hacia el techo, boca arriba; con las sábanas aún pegadas a su cuerpo. Claro que era ajena a aquella bola gigante de poco pelo que acechaba por entre las sombras de su habitación, subiendo lentamente a la cama como si tantease a su presa en sus momentos de debilidad, hasta que...
¡Un culo peludo se instaló en la cara de la joven!
Eri abrió los ojos de golpe, pegando un zarpazo a quienquiera que fuese que le haya puesto algo peludo y maloliente justo encima de su nariz. Enrrojecida hasta las orejas —su cara podía fundirse con el color de su pelo— ahogó un estornudo y miró ceñuda al animal que acababa de apartar.
—¡PERO CÓMO TE ATREVES...! —comenzó a decir—. ¿¡Qué he hecho yo para merecerme esto, eh!? ¡Panda de...! ¡Hijo...! ¡¡Su...!! —ahogaba improperios mientras rebuscaba por entre las sábanas su despertador, el cuál encontró casi debajo de la cama, y tras echarle una ojeada, abrió los ojos como platos y se llevó una mano a la cabeza de la manera más teatral posible—. ¡No puede ser! ¡Llego tarde!
Se levantó lo antes posible de la cama, tropezándose en el proceso con la sábana que se enrroscaba contra su voluntad a su pierna izquierda. Se quitó la prenda de arriba y se puso su camiseta y su túnica a las carreras, colocándose de paso el chaleco de Jounin y la placa que la acreditaba como tal. Tras colocarse las botas y hacerse un churro como moño, fue cuando cayó:
Si Stuffy estaba allí, Nabi andaría cerca.
«¡No!» Se quejó mentalmente mientras salía de su habitación dando un portazo: ¡ya la recogería cuando volviese! Y con una tostada en la boca, abrió la puerta de su apartamento.
—¿NAAAAAAAAAAFI? —Llamó nada más salir.
¡Zas!
¡Un culo peludo se instaló en la cara de la joven!
Eri abrió los ojos de golpe, pegando un zarpazo a quienquiera que fuese que le haya puesto algo peludo y maloliente justo encima de su nariz. Enrrojecida hasta las orejas —su cara podía fundirse con el color de su pelo— ahogó un estornudo y miró ceñuda al animal que acababa de apartar.
—¡PERO CÓMO TE ATREVES...! —comenzó a decir—. ¿¡Qué he hecho yo para merecerme esto, eh!? ¡Panda de...! ¡Hijo...! ¡¡Su...!! —ahogaba improperios mientras rebuscaba por entre las sábanas su despertador, el cuál encontró casi debajo de la cama, y tras echarle una ojeada, abrió los ojos como platos y se llevó una mano a la cabeza de la manera más teatral posible—. ¡No puede ser! ¡Llego tarde!
Se levantó lo antes posible de la cama, tropezándose en el proceso con la sábana que se enrroscaba contra su voluntad a su pierna izquierda. Se quitó la prenda de arriba y se puso su camiseta y su túnica a las carreras, colocándose de paso el chaleco de Jounin y la placa que la acreditaba como tal. Tras colocarse las botas y hacerse un churro como moño, fue cuando cayó:
Si Stuffy estaba allí, Nabi andaría cerca.
«¡No!» Se quejó mentalmente mientras salía de su habitación dando un portazo: ¡ya la recogería cuando volviese! Y con una tostada en la boca, abrió la puerta de su apartamento.
—¿NAAAAAAAAAAFI? —Llamó nada más salir.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)