21/09/2018, 13:39
Datsue asintió, de acuerdo, mientras seguía con la mirada el dedo de Eri, que trazaba la mejor ruta posible hasta su destino. Hasta que, entonces… el demonio se apoderó de ella, tomando un desvío de un peligro mortal. Una trampa, que él contempló con ojos aterrorizados.
—¿Qué os parece?
La miró a los ojos. Miró al mapa, y volvió a mirarla a ella. Todo de movimientos secos y rápidos. ¿Qué le parecía?
—¡Mal! ¡Muy mal, de hecho! —se apresuró en responder—. ¡Una locura! ¡Un suicidio! —No exageraba. No era una de sus típicas bromas. Datsue estaba más serio que nunca. Tenso y hasta rojo por la ira que empezaba a hervirle en la sangre—. Eri, has de saber que la Ribera del Sur es un pueblo lleno de bandidos, maleantes y asesinos. Violadores. Ladrones que robarían hasta a su propia madre por cumplirse un mero capricho. ¡Son el mal en persona! ¡Son unos malnacidos que deberían ser erradicados de la faz de Oonindo! —rugió, desgañitándose—. No, no y no. Nunca. ¡Nunca os adentréis en él, o mis palabras serán lo último que recordéis al notar ese dulce veneno bajando por vuestro gaznate de un inofensivo vaso de agua! ¡Hacedme caso en esto! ¡Sé muy bien de lo que hablo, para mi propia desgracia!
No, no podía permitir que sus camaradas y amigos conociesen el terror de la Ribera del Sur. Tenía que evitarlo. Tenía que evitarlo a toda costa.
—¿Qué os parece?
La miró a los ojos. Miró al mapa, y volvió a mirarla a ella. Todo de movimientos secos y rápidos. ¿Qué le parecía?
—¡Mal! ¡Muy mal, de hecho! —se apresuró en responder—. ¡Una locura! ¡Un suicidio! —No exageraba. No era una de sus típicas bromas. Datsue estaba más serio que nunca. Tenso y hasta rojo por la ira que empezaba a hervirle en la sangre—. Eri, has de saber que la Ribera del Sur es un pueblo lleno de bandidos, maleantes y asesinos. Violadores. Ladrones que robarían hasta a su propia madre por cumplirse un mero capricho. ¡Son el mal en persona! ¡Son unos malnacidos que deberían ser erradicados de la faz de Oonindo! —rugió, desgañitándose—. No, no y no. Nunca. ¡Nunca os adentréis en él, o mis palabras serán lo último que recordéis al notar ese dulce veneno bajando por vuestro gaznate de un inofensivo vaso de agua! ¡Hacedme caso en esto! ¡Sé muy bien de lo que hablo, para mi propia desgracia!
No, no podía permitir que sus camaradas y amigos conociesen el terror de la Ribera del Sur. Tenía que evitarlo. Tenía que evitarlo a toda costa.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado