25/10/2018, 21:58
Tras una sofocante discusión sobre lo malo que tenía fumar cualquier tipo de droga, ya fuera tabaco o maría, lograron llegar a Tane-Shigai ya caída la noche. Ella conocía parcialmente el lugar, pero en aquel momento no recordaba cómo situarse entre sus árboles, por lo que se refugiaba en los pasos de Datsue, que parecía liderar el paso.
Ya en la posada decidieron por fin llenar sus estómagos con algún plato caliente. Eri se había dejado caer sobre la silla con aire cansado, dejando su mochila posada sobre una de las patas de la mesa. Se frotó las sienes con desánimo mientras Datsue pedía su cena y Nabi coreaba al Uchiha.
—Otro para mí, por favor. —Pidió con amabilidad.
Y cuando el camarero se marchó, Datsue comenzó a hablar de sopetón, dirigiéndose a ella.
—Oye, ¿sabes que conocí a Riko?
—¿Uhm? —murmuró dejando caer su brazo a la mesa y mirada confusa hacia el Uchiha, que ya se había girado a Nabi a preguntar si él conocía a Riko.
—¿No voy y tengo que enterarme por otro que nuestra Eri es sensei?
Parecía indignado, pero ella, que no le había dado importancia a aquel asunto, simplemente alcanzó a encogerse en su propia silla. No le apetecía discutir sobre aquel tema, si bien no lo había mencionado antes era porque no lo había recordado.
— ¿Eres sensei de genins descarriados y no me has cogido a mi como tu discípulo? ¿Es por Stuffy? ¿Es porque soy Inuzuka? Porque mataría a mi perro con otro perro por tus enseñanzas, Eri-sensei.
Suspiró ante el comentario del Inuzuka, quizá ya sabía por qué no lo había compartido.
—Hace un par de semanas recibí una citación en el Edificio del Uzukage y me nombraron sensei de un muchacho que acababa de graduarse y que la verdad parecía no conocer del todo Uzushiogakure —explicó, incorporándose para quedar apoyada sobre la mesa, tomando el servilletero para jugar distraídamente con él—. Es un buen chico, es Kaguya, imagino que tú lo sabrás Datsue —alegó, mirándole de reojo para luego volver su atención en el objeto con el que jugaba—. Lo siento por no contároslo, no me acordé, sinceramente.
Mostró una cansada sonrisa.
—¿De qué lo conoces, Datsue? —preguntó, curiosa.
Ya en la posada decidieron por fin llenar sus estómagos con algún plato caliente. Eri se había dejado caer sobre la silla con aire cansado, dejando su mochila posada sobre una de las patas de la mesa. Se frotó las sienes con desánimo mientras Datsue pedía su cena y Nabi coreaba al Uchiha.
—Otro para mí, por favor. —Pidió con amabilidad.
Y cuando el camarero se marchó, Datsue comenzó a hablar de sopetón, dirigiéndose a ella.
—Oye, ¿sabes que conocí a Riko?
—¿Uhm? —murmuró dejando caer su brazo a la mesa y mirada confusa hacia el Uchiha, que ya se había girado a Nabi a preguntar si él conocía a Riko.
—¿No voy y tengo que enterarme por otro que nuestra Eri es sensei?
Parecía indignado, pero ella, que no le había dado importancia a aquel asunto, simplemente alcanzó a encogerse en su propia silla. No le apetecía discutir sobre aquel tema, si bien no lo había mencionado antes era porque no lo había recordado.
— ¿Eres sensei de genins descarriados y no me has cogido a mi como tu discípulo? ¿Es por Stuffy? ¿Es porque soy Inuzuka? Porque mataría a mi perro con otro perro por tus enseñanzas, Eri-sensei.
Suspiró ante el comentario del Inuzuka, quizá ya sabía por qué no lo había compartido.
—Hace un par de semanas recibí una citación en el Edificio del Uzukage y me nombraron sensei de un muchacho que acababa de graduarse y que la verdad parecía no conocer del todo Uzushiogakure —explicó, incorporándose para quedar apoyada sobre la mesa, tomando el servilletero para jugar distraídamente con él—. Es un buen chico, es Kaguya, imagino que tú lo sabrás Datsue —alegó, mirándole de reojo para luego volver su atención en el objeto con el que jugaba—. Lo siento por no contároslo, no me acordé, sinceramente.
Mostró una cansada sonrisa.
—¿De qué lo conoces, Datsue? —preguntó, curiosa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)