29/10/2018, 22:14
—Es mejor que te sientes. O te caerás de culo cuando te lo cuente.
— Deja de exagerar y suéltalo ya.
Era completamente imposible que fuese algo peor a lo que ya sabía, total e irremediablemente imposible. No improbable ni poco probable, no, IMPOSIBLE. Amegakure no solo había intentado matar a nuestro jinchuriki y nos había tirado a sus perros kuseños encima, sino que había intentado apuñalar a traición a nuestro segundo jinchuriki cuando acababa de salvar a la suya. Es decir, UNA PUTA LOCURA.
Me quedé de pie. Era el más macho de esa habitación y tenía que demostrarlo, si algo podía aguantar un verdadero macho uzunes de pelo en pecho era una información tensa.
—Hanabi-sama quiere que mantengamos un perfil bajo. Que no la liemos. Pero hay un problema, un problema de los gordos. Estamos en peligro, Nabi. En un peligro mortal. Verás, Daruu… tiene la habilidad de teletransportarse en Uzushiogakure no Sato. Unos sellos de mierda, y de repente, de estar a kilómetros y kilómetros de distancia, a estar dentro de nuestras jodidas puertas. Y con compañía, si es que así lo desea.
Son esta clase de momentos los que más se exageran siempre, debería haber saltado con una exclamación tremenda, haber salido expulsado de la habitación por una onda de choque que ni una bijuudama encerrada en una canica podría superar, ese había sido el nivel de la revelación de Datsue.
Sin embargo, no hubo nada de eso. No hubo sacudida violenta, no hubo explosión tras de mi, nada de nada. Palidecí y una única gota de sudor cayó por el lateral derecho de mi frente hasta la barbilla. Entonces acepté el asiento que me había ofrecido el Uchiha.
Apoyé los codos en las rodillas y me incliné hacia delante, sin decir nada todavía. Con las manos me sujeté la cabeza, intentando que no se me despegase del cuerpo de tanta confusión que estaba sintiendo.
— Me estás diciendo. Que el mismo loco. Que intentó matar a Akame. Puede colarse impunemente en la villa. Con otros, además.
Me pasé las manos por la cara intentando aclararme.
— Estamos jodidos.
Lo veía todo del mismo color que Ayame tenía que haber visto la mierda de Stuffy.
— Deja de exagerar y suéltalo ya.
Era completamente imposible que fuese algo peor a lo que ya sabía, total e irremediablemente imposible. No improbable ni poco probable, no, IMPOSIBLE. Amegakure no solo había intentado matar a nuestro jinchuriki y nos había tirado a sus perros kuseños encima, sino que había intentado apuñalar a traición a nuestro segundo jinchuriki cuando acababa de salvar a la suya. Es decir, UNA PUTA LOCURA.
Me quedé de pie. Era el más macho de esa habitación y tenía que demostrarlo, si algo podía aguantar un verdadero macho uzunes de pelo en pecho era una información tensa.
—Hanabi-sama quiere que mantengamos un perfil bajo. Que no la liemos. Pero hay un problema, un problema de los gordos. Estamos en peligro, Nabi. En un peligro mortal. Verás, Daruu… tiene la habilidad de teletransportarse en Uzushiogakure no Sato. Unos sellos de mierda, y de repente, de estar a kilómetros y kilómetros de distancia, a estar dentro de nuestras jodidas puertas. Y con compañía, si es que así lo desea.
Son esta clase de momentos los que más se exageran siempre, debería haber saltado con una exclamación tremenda, haber salido expulsado de la habitación por una onda de choque que ni una bijuudama encerrada en una canica podría superar, ese había sido el nivel de la revelación de Datsue.
Sin embargo, no hubo nada de eso. No hubo sacudida violenta, no hubo explosión tras de mi, nada de nada. Palidecí y una única gota de sudor cayó por el lateral derecho de mi frente hasta la barbilla. Entonces acepté el asiento que me había ofrecido el Uchiha.
Apoyé los codos en las rodillas y me incliné hacia delante, sin decir nada todavía. Con las manos me sujeté la cabeza, intentando que no se me despegase del cuerpo de tanta confusión que estaba sintiendo.
— Me estás diciendo. Que el mismo loco. Que intentó matar a Akame. Puede colarse impunemente en la villa. Con otros, además.
Me pasé las manos por la cara intentando aclararme.
— Estamos jodidos.
Lo veía todo del mismo color que Ayame tenía que haber visto la mierda de Stuffy.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)