1/11/2018, 17:01
—Pues no sé, dímelo tú, que eres el experto en Doton. Aunque, ¿por qué irnos nosotros? Que se larguen ellos, coño. Como los repudiados y odiados amejines que deberían ser.
— Bueno, pues que se vayan ellos con su mal fario y su constante lluvia, ¿qué más da? La cuestión es que no nos toquen más los cojones, joder. ¿Tan difícil era mantener la paz? Si solo era no hacer nada. Qué ganas de liarla, coño.
»Bueno, ¿y tú qué? Te he puesto al día en miles de cosas. ¿Tú no tienes nada que contarme?
Repasé unos segundos mi vida, y no parecía ser para nada interesante en ningún aspecto.
— Desde luego, nada tan importante como que hay un amenio capaz de colarse en la villa. Gracias a ti hasta parece que he tenido una vida tranquila.
En comparación, lo mio era un cuento infantil. Datsue tenía traiciones, engaños, estafas, más engaños, intentos de asesinato, corrupción, más engaños y desgracias, muchas desgracias.
— Bueno, pues que se vayan ellos con su mal fario y su constante lluvia, ¿qué más da? La cuestión es que no nos toquen más los cojones, joder. ¿Tan difícil era mantener la paz? Si solo era no hacer nada. Qué ganas de liarla, coño.
»Bueno, ¿y tú qué? Te he puesto al día en miles de cosas. ¿Tú no tienes nada que contarme?
Repasé unos segundos mi vida, y no parecía ser para nada interesante en ningún aspecto.
— Desde luego, nada tan importante como que hay un amenio capaz de colarse en la villa. Gracias a ti hasta parece que he tenido una vida tranquila.
En comparación, lo mio era un cuento infantil. Datsue tenía traiciones, engaños, estafas, más engaños, intentos de asesinato, corrupción, más engaños y desgracias, muchas desgracias.
—Nabi—