10/12/2018, 23:08
Dicen que lo más importante de una historia es su desenlace. Que la presentación tiene que enganchar, y que el nudo, simplemente, debe conducir a su trepidante final.
Esta historia podría parecer distinta. Una donde se explaya en el comienzo de la aventura, y que cuando llega al meollo, termina de forma súbita. Sin contemplación ni explicaciones. No obstante, solo lo es de apariencia. Verán, en esta historia, ni el nudo ni el desenlace importan, porque esta aventura no puede juzgarse de forma individual, sino dentro de un arco mayor. Uno en el que lo verdaderamente importante es la lucha por el poder. O la paz, según el punto de vista. Una en el que la tensión entre las tres grandes Villas aumenta y disminuye de manera frenética.
Y en ese aspecto, esta historia cumplió. Datsue y Nabi reafirmaron sus posturas, uniéndose cada vez más, y dejando atrás esos días de enfados continuos. Eri, por otra parte, confirmó que es el legado de Shiona, siguiendo su estela. Abogando por el bien común.
¿Qué importancia tiene una simple misión de un pueblo lejano ante las alianzas y diferentes frentes que así se forjaron? Poca, muy poca. Pero ha de quedar escrito que Los Intrépidos consiguieron acabarla con éxito. Que el borracho de la taberna era el culpable. Por eso se llevaba alcohol en sus robos. Y por eso había asesinado a aquella pobre niña. Por despecho. Por celos. Por odio. Porque sabía que su mujer le había engañado con el herrero y que aquella criatura no era suya.
¿Las marcas de animal dejadas? Fruto de un Modo Sabio Imperfecto. Pero ni alguien tan fuerte como él podía hacer frente a tres shinobis expertos y preparados como eran Los Intrépidos. Él halló la muerte; ellos, una bonita recompensa al llegar a casa.
Y así, esta pequeña aventura llegó a su fin.
Esta historia podría parecer distinta. Una donde se explaya en el comienzo de la aventura, y que cuando llega al meollo, termina de forma súbita. Sin contemplación ni explicaciones. No obstante, solo lo es de apariencia. Verán, en esta historia, ni el nudo ni el desenlace importan, porque esta aventura no puede juzgarse de forma individual, sino dentro de un arco mayor. Uno en el que lo verdaderamente importante es la lucha por el poder. O la paz, según el punto de vista. Una en el que la tensión entre las tres grandes Villas aumenta y disminuye de manera frenética.
Y en ese aspecto, esta historia cumplió. Datsue y Nabi reafirmaron sus posturas, uniéndose cada vez más, y dejando atrás esos días de enfados continuos. Eri, por otra parte, confirmó que es el legado de Shiona, siguiendo su estela. Abogando por el bien común.
¿Qué importancia tiene una simple misión de un pueblo lejano ante las alianzas y diferentes frentes que así se forjaron? Poca, muy poca. Pero ha de quedar escrito que Los Intrépidos consiguieron acabarla con éxito. Que el borracho de la taberna era el culpable. Por eso se llevaba alcohol en sus robos. Y por eso había asesinado a aquella pobre niña. Por despecho. Por celos. Por odio. Porque sabía que su mujer le había engañado con el herrero y que aquella criatura no era suya.
¿Las marcas de animal dejadas? Fruto de un Modo Sabio Imperfecto. Pero ni alguien tan fuerte como él podía hacer frente a tres shinobis expertos y preparados como eran Los Intrépidos. Él halló la muerte; ellos, una bonita recompensa al llegar a casa.
Y así, esta pequeña aventura llegó a su fin.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado