2/02/2019, 23:02
Furune esbozó una sonrisa empresarial y se acomodó en el asiento.
—Bastante, sí. Nos ahorraríamos un gran porcentaje en los costos de traslado ya que cada vez que debemos hacer traer material desde el País del Fuego, debemos pagar una comitiva ninja que resguarde el transporte hasta Notsuba. Aunque yo lo concibo como un gasto necesario que demuestra compromiso con nuestros aliados de toda la vida.
Urami refunfuñó. Aquellos menesteres le fastidiaban en exceso.
—Necesitamos ese material, Furune-san, y lo sabes. Sino no podremos cumplir con los plazos.
—Quiero que te lleves a Guzen a la ciudad contigo y presencie la negociación. Es parte del entrenamiento entender cómo funciona el negocio familiar. Hablamos de quienes nos proveen los materiales en bruto para las armas. Nosotros no estamos habilitados para minar.
Kitana asintió sin peros ni porqués.
—Bastante, sí. Nos ahorraríamos un gran porcentaje en los costos de traslado ya que cada vez que debemos hacer traer material desde el País del Fuego, debemos pagar una comitiva ninja que resguarde el transporte hasta Notsuba. Aunque yo lo concibo como un gasto necesario que demuestra compromiso con nuestros aliados de toda la vida.
Urami refunfuñó. Aquellos menesteres le fastidiaban en exceso.
—Necesitamos ese material, Furune-san, y lo sabes. Sino no podremos cumplir con los plazos.
—Quiero que te lleves a Guzen a la ciudad contigo y presencie la negociación. Es parte del entrenamiento entender cómo funciona el negocio familiar. Hablamos de quienes nos proveen los materiales en bruto para las armas. Nosotros no estamos habilitados para minar.
Kitana asintió sin peros ni porqués.