9/02/2019, 21:27
Sorprendentemente, los tres guaruras dejaron la labor de protección al cuarto y afrontaron la acometida de los clones. Dos de ellos lograron exitosamente detener el envite de las katanas. El otro, murió en el acto. Shoberu y su último resguardo, más cagado en vida que muerto; corría tras su jefe tratando de dar vuelta al galpón y alcanzar esa única salida, sin ellos saberlos, también custodiada desde el exterior.
—¿Yo, traicionar a los míos? —dijo. Y por primera vez, Datsue entendió que Furune era un zorro cansado. Que quizás llevaba demasiado tiempo tratando de complacer a la gente para que no se le tomase en cuenta. Se llevó la mano al pecho, bañándosela de sangre. La alarma seguía sonando—. quiénes son los que están en víspera de armar a un ejército que intentará derrocar a nuestros legítimos gobernantes? ¿no es esa la máxima definición de traición?
»Mi fidelidad ha sido intachable a través de los años. Nunca fue celebrada. Mi amor por Nahana también incuestionable. Nunca fue correspondido. No pidas que reniegue de cualquier instinto de moralidad por aquellos que nunca supieron valorarme. ¡Larga vida a Jagaimo-sama y al País de la Tierra!
Sacó una daga de su bolsillo y él mismo acabó con su vida, rajándose la garganta.
—¿Yo, traicionar a los míos? —dijo. Y por primera vez, Datsue entendió que Furune era un zorro cansado. Que quizás llevaba demasiado tiempo tratando de complacer a la gente para que no se le tomase en cuenta. Se llevó la mano al pecho, bañándosela de sangre. La alarma seguía sonando—. quiénes son los que están en víspera de armar a un ejército que intentará derrocar a nuestros legítimos gobernantes? ¿no es esa la máxima definición de traición?
»Mi fidelidad ha sido intachable a través de los años. Nunca fue celebrada. Mi amor por Nahana también incuestionable. Nunca fue correspondido. No pidas que reniegue de cualquier instinto de moralidad por aquellos que nunca supieron valorarme. ¡Larga vida a Jagaimo-sama y al País de la Tierra!
Sacó una daga de su bolsillo y él mismo acabó con su vida, rajándose la garganta.