16/10/2019, 22:36
Los chorros de llamas chocaron contra Datsue y estallaron. Hanabi escuchó su grito gutural. Vio ascender un brazo esquelético turquesa, que golpeó la arena e hizo temblar las rocas... y sus entrañas.
Sin duda el Sharingan de Datsue lo había visto ya. A Hanabi no le quedaba prácticamente nada de aquella monstruosa cantidad de chakra habitual. Pero de la nada, brillaba todavía con más fuerza. Con la fuerza de un huracán de llamas que alimentaba la emoción en su corazón. Porque había al fin logrado exprimir a su alumno al máximo. «Eso es, ¡eso es!»
—¡¡ESO ES, DATSUE, ESO ES JODER, ESO EEEEES!! —Y así, en plena caída, allá arriba pareció haber una explosión de llamas. No. No eran llamas. ¡Era el chakra de Hanabi, que había alzado una mano al cielo! Como corrientes de viento, el chakra naranja del líder de Uzushiogakure se reunía encima de su palma y comenzaba a girar en todas las direcciones como miles de hilos del color del fuego.
Tal vez había oído hablar de ella, o leído en algún libro de historia. Pero seguro que Datsue nunca la había visto. La técnica legendaria de Senju Kyosuke, el fundador del clan Senju. Cedida por un ninja de la extinta Konohagakure a Uzumaki Shiomaru en agradecimiento por acogerles en Uzushiogakure. Pasada de generación en generación de Uzukages, pasando por Daigo, Shiona, y ahora, él. Aquél bijuu sin cola que era Hanabi. El chakra del hombre prácticamente salía a chorros, exprimido de todos los rincones de su cuerpo.
Hanabi extendió el brazo hacia él, hacia las costillas de Susano'o, hacia su técnica más poderosa, hacia la barrera impenetrable. Porque Sarutobi Hanabi no le tenía miedo a nada, porque con la Voluntad de Fuego que le fue transmitida se enfrentaba a su pupilo con todo lo que tenía, en respuesta a lo que él mismo le había dado.
—¡¡AAAAAAAAHHHH!! ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!
Los ojos de Datsue se cruzaron un momento con los de Hanabi. Y entonces lo vio.
Hanabi había dado todo en aquél último ataque, y sus ojos, en blanco, delataban que había perdido el conocimiento.