14/04/2020, 17:13
—No te preocupes, Hana. Es que todavía no hemos llegado a eso, pero pronto te enseñaré a sellar cosas dentro de pergaminos.
—Ya verás, Hana. Cuando Eri te enseñe la técnica será lo más útil que tendrás en tu repertorio. Pero bueno, paso a paso. Jutsu a jutsu.
Vaya par de... Hana no quería ni pensar en la palabra que mejor les cualificaba. Eri primero le dice que se centre en el Doton, después Datsue le saca el Rasengan y le dice que lo entrene noche y dia y ahora entre los dos se sacan el sellar técnicas como si fuese lo más normal del mundo. ¡Y cuando pregunta le dicen que paso a paso! La cabeza de la genin estaba a punto de implosionar.
— Pero... ¡Pero! — pero no sabía muy bien qué decir.
¿Quejarse? ¿Para qué? ¿Preguntar qué más le ocultaban? ¿Para qué? Solo iba a conseguir hundirse más en la espiral de locura que era saber todo el repertorio de técnicas increibles que ocultaban Eri y Datsue, ya no quería saber nada.
— Olvidadlo, olvidadlo todo. Me vuelvo a mis globos. — con el ceño fruncido se volvió a por un globo de agua, ignorando a los jounin.
"Girar, girar, girar" era lo único que pensaba Hana mientras entrenaba su control del chakra.
—Ya verás, Hana. Cuando Eri te enseñe la técnica será lo más útil que tendrás en tu repertorio. Pero bueno, paso a paso. Jutsu a jutsu.
Vaya par de... Hana no quería ni pensar en la palabra que mejor les cualificaba. Eri primero le dice que se centre en el Doton, después Datsue le saca el Rasengan y le dice que lo entrene noche y dia y ahora entre los dos se sacan el sellar técnicas como si fuese lo más normal del mundo. ¡Y cuando pregunta le dicen que paso a paso! La cabeza de la genin estaba a punto de implosionar.
— Pero... ¡Pero! — pero no sabía muy bien qué decir.
¿Quejarse? ¿Para qué? ¿Preguntar qué más le ocultaban? ¿Para qué? Solo iba a conseguir hundirse más en la espiral de locura que era saber todo el repertorio de técnicas increibles que ocultaban Eri y Datsue, ya no quería saber nada.
— Olvidadlo, olvidadlo todo. Me vuelvo a mis globos. — con el ceño fruncido se volvió a por un globo de agua, ignorando a los jounin.
"Girar, girar, girar" era lo único que pensaba Hana mientras entrenaba su control del chakra.