19/04/2020, 15:11
—Cada uno tiene su forma de ser y su personalidad, como nosotros, es difícil de creer, lo se, pero es así. Puede que el bijuu que capturaron los de Kusagakure tuviese una personalidad horrible, y por eso matase a su Kage. O simplemente fue una venganza por encerrarlo.
Takumi le escuchaba atentamente, las historias que le habían llegado de los bijūs eran completamente diferentes a lo que su compañero decía... ¿Personalidad una de aquellas bestias? Le sonaba raro, pero no estaba de más escuchar a gente con más experiencia que él en ese tema.
—Aunque fuese cierto que cada bijuu tiene su forma de ser, no se puede negar que una pataleta suya podría destruir medio Onindo antes de que pudiésemos frenarlo. Entiendo que los jinchurikis puedan acabar teniendo una relación de amistad con el bijuu, pero... siguen siendo los seres más poderosos del mundo. Y su jefe, o por lo menos, el más fuerte de ellos, está intentando destruir todo lo que tenemos. Sinceramente, prefiero mantenerlos vigilados. Más con lo que acaba de pasar en Kusagakure.
—Estoy con Hana, son una ayuda inestimable en estos momentos pero han de estar vigilados. Nunca sabes cuando se pueden volver en tu contra... —Dijo para luego seguir bebiendo té.
Nunca se habría imaginado tener esta conversación, hablar sobre la posibilidad de ver a los bijūs como otra persona más. Eso se anteponía a las historias que su hermano mayor le contaba cuando era pequeño, en las cuales aquellos entes no eran más que masas de chakra que buscaban la destrucción de Ōnindo. Y no le desagradaba del todo abrirse a aquellas miras, siempre se había planteado un mundo en el que toda injusticia fuera erradicada, pero nunca se había planteado de que manera encajaban los bijūs. «Puede ser interesante... Le tengo que dar una vuelta a todo eso.»
—Pero todo eso a nosotros no nos tiene que preocupar, mientras no hagamos nada que ofenda a ninguno de los lideres, podemos estar tranquilos, solo se fijaran en nuestra fuerza y ya esta.
—Dudo que nadie haga nada para ofender a su propio kage, lo importante es que recordéis que esto es solo un torneo, nada de jugarse la vida ahí fuera. Intentad hacer un buen combate sin pasaros de imprudentes.
—Sería un suicidio que cualquiera del torneo ofendiera a uno de los Kages, o peor, a algún Daimyō... Aunque sea únicamente un torneo tenemos que dar lo mejor de nosotros, sin llegar a morirnos, pero dándolo todo.
Takumi le escuchaba atentamente, las historias que le habían llegado de los bijūs eran completamente diferentes a lo que su compañero decía... ¿Personalidad una de aquellas bestias? Le sonaba raro, pero no estaba de más escuchar a gente con más experiencia que él en ese tema.
—Aunque fuese cierto que cada bijuu tiene su forma de ser, no se puede negar que una pataleta suya podría destruir medio Onindo antes de que pudiésemos frenarlo. Entiendo que los jinchurikis puedan acabar teniendo una relación de amistad con el bijuu, pero... siguen siendo los seres más poderosos del mundo. Y su jefe, o por lo menos, el más fuerte de ellos, está intentando destruir todo lo que tenemos. Sinceramente, prefiero mantenerlos vigilados. Más con lo que acaba de pasar en Kusagakure.
—Estoy con Hana, son una ayuda inestimable en estos momentos pero han de estar vigilados. Nunca sabes cuando se pueden volver en tu contra... —Dijo para luego seguir bebiendo té.
Nunca se habría imaginado tener esta conversación, hablar sobre la posibilidad de ver a los bijūs como otra persona más. Eso se anteponía a las historias que su hermano mayor le contaba cuando era pequeño, en las cuales aquellos entes no eran más que masas de chakra que buscaban la destrucción de Ōnindo. Y no le desagradaba del todo abrirse a aquellas miras, siempre se había planteado un mundo en el que toda injusticia fuera erradicada, pero nunca se había planteado de que manera encajaban los bijūs. «Puede ser interesante... Le tengo que dar una vuelta a todo eso.»
—Pero todo eso a nosotros no nos tiene que preocupar, mientras no hagamos nada que ofenda a ninguno de los lideres, podemos estar tranquilos, solo se fijaran en nuestra fuerza y ya esta.
—Dudo que nadie haga nada para ofender a su propio kage, lo importante es que recordéis que esto es solo un torneo, nada de jugarse la vida ahí fuera. Intentad hacer un buen combate sin pasaros de imprudentes.
—Sería un suicidio que cualquiera del torneo ofendiera a uno de los Kages, o peor, a algún Daimyō... Aunque sea únicamente un torneo tenemos que dar lo mejor de nosotros, sin llegar a morirnos, pero dándolo todo.