24/04/2020, 22:23
—Venga, Hana, no pasa nada, todos nos hemos dejado llevar alguna vez. Así que no te preocupes, ha sido un combate y no todo el torneo, ¿no? Así has empezado dando espectáculo. En el siguiente demuestra lo buena kunoichi que eres y ya.
—Ganaste, Hana. Eso es con lo que te tienes que quedar. La próxima vez lo harás mejor. Todos hemos caído alguna vez, dejándonos llevar por las emociones. Incluso yo. Además, si te preocupa el qué dirán, piensa que pocos le darán importancia. No con los combates que hubo a continuación. ¿Escuchásteis lo de los kusareños? Pff... Eso sí fue un esperpento. Un chico llamado Kazuma gritando a los cuatro vientos ser discípulo del asesino de su Morikage. Otro que no sé qué coño hizo, pero tuvo que bajar la mismísima Kintsugi al ring para detener el combate y quitarle la bandana. ¿Eso? Eso sí es para avergonzarse.
— Gracias, chicos. Os prometo que lo haré mejor en la próxima ronda. Intentaré dejar los sentimientos a un lado y centrarme en el combate. — prometió convencida.
Después de una primera ronda contra Ren, era imposible que le tocase alguien peor. Su hermana, en la primera ronda. Ya solo le quedaba dar el cien por cien en el resto de rondas, gane o pierda, sin preocuparse de tener que pegarse con Ren de nuevo, porque ya no puede. Se sentía mucho más segura.
— ¿Kazuma? ¿Ese no es al que le han partido el cráneo? Lo está comentando todo el valle. También he oído que ha sido un uzujin. — se paró a mirar a Datsue detenidamente. — Datsue-san...
No hubiese sospechado si no fuese porque había evitado mencionar ese pequeño detalle, era mucho más conocido su craneo partido que su confesión al público. También porque Kintsugi es el principal foco de atención más allá del torneo en sí y no le ha salido ni un shinobi normal por lo visto.
—Ganaste, Hana. Eso es con lo que te tienes que quedar. La próxima vez lo harás mejor. Todos hemos caído alguna vez, dejándonos llevar por las emociones. Incluso yo. Además, si te preocupa el qué dirán, piensa que pocos le darán importancia. No con los combates que hubo a continuación. ¿Escuchásteis lo de los kusareños? Pff... Eso sí fue un esperpento. Un chico llamado Kazuma gritando a los cuatro vientos ser discípulo del asesino de su Morikage. Otro que no sé qué coño hizo, pero tuvo que bajar la mismísima Kintsugi al ring para detener el combate y quitarle la bandana. ¿Eso? Eso sí es para avergonzarse.
— Gracias, chicos. Os prometo que lo haré mejor en la próxima ronda. Intentaré dejar los sentimientos a un lado y centrarme en el combate. — prometió convencida.
Después de una primera ronda contra Ren, era imposible que le tocase alguien peor. Su hermana, en la primera ronda. Ya solo le quedaba dar el cien por cien en el resto de rondas, gane o pierda, sin preocuparse de tener que pegarse con Ren de nuevo, porque ya no puede. Se sentía mucho más segura.
— ¿Kazuma? ¿Ese no es al que le han partido el cráneo? Lo está comentando todo el valle. También he oído que ha sido un uzujin. — se paró a mirar a Datsue detenidamente. — Datsue-san...
No hubiese sospechado si no fuese porque había evitado mencionar ese pequeño detalle, era mucho más conocido su craneo partido que su confesión al público. También porque Kintsugi es el principal foco de atención más allá del torneo en sí y no le ha salido ni un shinobi normal por lo visto.