2/05/2020, 18:33
El ambiente se puso incluso más tenso cuando Hana aclaró de qué conocía a Ranko.
—No, por nada, curiosidad. Sé que Ranko parece una buena chica, es solo que, bueno, estoy recelosa por los recientes acontecimientos con Kusagakure, nada más.
—Eri, dile la verdad. De nada sirve ocultárselo hasta el día final. Debe estar preparada.
Hana tragó saliva y observó como Datsue se le acercaba con total seriedad para plantarle las manos en los hombros y bajar la voz, lo cual solo añadía siniestricidad al asunto. Ella solo asintió para aclarar a su Jounin que entendía la situación de tensión que vivían ambas villas.
—. A mí me tienen amenazado de muerte, ¿comprendes? Escucha, Hana. Te diremos lo mismo que a Reiji. Si te toca enfrentarte a Ranko, vas a tener que hacerlo. Ya sabes el qué. Y que parezca… un acci…
Se quedó helada al ver el rumbo que tomaba la conversación pero si Datsue se lo pedía, tendría que... No, no podía hacerlo. ¿Qué culpa tenía Ranko? Es más, ¿podría hacerlo siquiera? La última vez que se habían visto ya era una kunoichi bastante más preparada físicamente que ella y, bueno, mentalmente también, pero eso tampoco tenía mucho mérito.
Por suerte, antes de que Hana tomase demasiados pensamientos homicidas, Datsue se retractó.
—Que noo, coooñooo. ¡Qué era broma! ¿Pues por qué iba a querer saberlo yo también, Hana? ¡Mera curiosidad, mujer! ¡Te preocupas demasiado!
El rostro de Hana pasó de la estupefacción a la vergüenza con algo de ira. Le devolvió la palmada en el hombro con un puñetazo que le dolió más a ella que a él en el hombro de Datsue.
— ¡Me lo había creído! ¡Datsue! Algún día me dirás algo así de verdad y dudaré. Pero, bueno, ¿es cierto que te han amenazado de muerte?
Algo había oído, pero no era capaz de visualizar a una villa perdiendo los papeles hasta tal punto de provocar una guerra por matar a un ninja de otra villa solo por ser jinchuriki. Los contras eran bastantes más que los pros. El bijuu reaparecería cabreado, empezaría una guerra internacional y seguramente una villa acabase arrasada.
—No, por nada, curiosidad. Sé que Ranko parece una buena chica, es solo que, bueno, estoy recelosa por los recientes acontecimientos con Kusagakure, nada más.
—Eri, dile la verdad. De nada sirve ocultárselo hasta el día final. Debe estar preparada.
Hana tragó saliva y observó como Datsue se le acercaba con total seriedad para plantarle las manos en los hombros y bajar la voz, lo cual solo añadía siniestricidad al asunto. Ella solo asintió para aclarar a su Jounin que entendía la situación de tensión que vivían ambas villas.
—. A mí me tienen amenazado de muerte, ¿comprendes? Escucha, Hana. Te diremos lo mismo que a Reiji. Si te toca enfrentarte a Ranko, vas a tener que hacerlo. Ya sabes el qué. Y que parezca… un acci…
Se quedó helada al ver el rumbo que tomaba la conversación pero si Datsue se lo pedía, tendría que... No, no podía hacerlo. ¿Qué culpa tenía Ranko? Es más, ¿podría hacerlo siquiera? La última vez que se habían visto ya era una kunoichi bastante más preparada físicamente que ella y, bueno, mentalmente también, pero eso tampoco tenía mucho mérito.
Por suerte, antes de que Hana tomase demasiados pensamientos homicidas, Datsue se retractó.
—Que noo, coooñooo. ¡Qué era broma! ¿Pues por qué iba a querer saberlo yo también, Hana? ¡Mera curiosidad, mujer! ¡Te preocupas demasiado!
El rostro de Hana pasó de la estupefacción a la vergüenza con algo de ira. Le devolvió la palmada en el hombro con un puñetazo que le dolió más a ella que a él en el hombro de Datsue.
— ¡Me lo había creído! ¡Datsue! Algún día me dirás algo así de verdad y dudaré. Pero, bueno, ¿es cierto que te han amenazado de muerte?
Algo había oído, pero no era capaz de visualizar a una villa perdiendo los papeles hasta tal punto de provocar una guerra por matar a un ninja de otra villa solo por ser jinchuriki. Los contras eran bastantes más que los pros. El bijuu reaparecería cabreado, empezaría una guerra internacional y seguramente una villa acabase arrasada.