27/05/2020, 13:46
—¿Qué tal estás? ¿Necesitas ayuda?
Hana estaba tan nerviosa que ya no sabía ni donde se estaba limpiando.
— No, no, bien, sí. — después de ese aluvión de palabras acabó de limpiarse y entonces se percató de algo importante.
Solo llevaba esa maldita bata de hospital, que iba abierta por detrás. Si no moría de la vergüenza podría darse el alta, era inmortal. Tampoco quería quedarse encerrada en el baño y preocuparles más. Tiró de la cadena y se fue hacia la puerta. Solo tenía que aparentar normalidad. ¿Qué había de raro en ir en bata? Estaba ingresada. Sí. Eso.
Abrió la puerta lentamente, asomando la cabeza primero.
— Hey, chicos. Hola. — vio a Eri y a Datsue, como se había imaginado. — ¿Cómo... cómo vosotros por aquí?
Estaba nerviosa y roja como un tomate. Se quedó en el marco de la puerta del baño, tensa y sin saber qué hacer. Lo hiciese como lo hiciese, le iban a ver toda la espalda.
Hana estaba tan nerviosa que ya no sabía ni donde se estaba limpiando.
— No, no, bien, sí. — después de ese aluvión de palabras acabó de limpiarse y entonces se percató de algo importante.
Solo llevaba esa maldita bata de hospital, que iba abierta por detrás. Si no moría de la vergüenza podría darse el alta, era inmortal. Tampoco quería quedarse encerrada en el baño y preocuparles más. Tiró de la cadena y se fue hacia la puerta. Solo tenía que aparentar normalidad. ¿Qué había de raro en ir en bata? Estaba ingresada. Sí. Eso.
Abrió la puerta lentamente, asomando la cabeza primero.
— Hey, chicos. Hola. — vio a Eri y a Datsue, como se había imaginado. — ¿Cómo... cómo vosotros por aquí?
Estaba nerviosa y roja como un tomate. Se quedó en el marco de la puerta del baño, tensa y sin saber qué hacer. Lo hiciese como lo hiciese, le iban a ver toda la espalda.