19/09/2020, 15:27
(Última modificación: 19/09/2020, 15:28 por Amedama Daruu.)
¿Que qué querían? ¿¡Que qué querían?
Una quimera. Un imposible. Una fantasía. Una locura. Un disparate. Había muchas palabras para definir la idea, aunque todas pasaban por admitir que era una idea de buena fe. Si Reiji tuviera el mismo conocimiento que Datsue, o incluso que él, que poco sabía, pero sabía, hubiera visto también que se trataba de algo irrealizable.
Todavía perplejo, Hanabi tuvo que sacudir la cabeza y parpadear varias veces para volver a nuestro mundo.
—Perdona, pero, ¿a qué ha venido esto tan de golpe? —Carraspeó—. Quiero decir, Reiji-kun, no te ofendas. Es que me ha pillado fatal. ¿Estábais almorzando tan tranquilamente y se te ocurrió que podías meterlo en el barco? —rio.
»En cualquier caso... —Hanabi cerró los ojos, suspiró, y dejó las bromas aparte—. Me temo que sería del todo imposible. Para sellar a un bijuu se necesita un recipiente muy especial, si no, no podría soportar el chakra. Las técnicas para crear jinchūriki ya son extremadamente complejas, y aún así son imperfectas.
»No, me temo que eso es imposi...
Las puertas del despacho se abrieron de golpe. Dos ANBU, tras sus máscaras, resollaban con dificultad.
—¡¡Ha-Hanabi-sama!! ¡Un bi... un bi... un bi...!
—¡Qué, qué! ¡Qué pasa! —exclamó Hanabi, que se había llevado una mano al pecho.
—¡¡Un bijuu está atacando el puerto!!
Una quimera. Un imposible. Una fantasía. Una locura. Un disparate. Había muchas palabras para definir la idea, aunque todas pasaban por admitir que era una idea de buena fe. Si Reiji tuviera el mismo conocimiento que Datsue, o incluso que él, que poco sabía, pero sabía, hubiera visto también que se trataba de algo irrealizable.
Todavía perplejo, Hanabi tuvo que sacudir la cabeza y parpadear varias veces para volver a nuestro mundo.
—Perdona, pero, ¿a qué ha venido esto tan de golpe? —Carraspeó—. Quiero decir, Reiji-kun, no te ofendas. Es que me ha pillado fatal. ¿Estábais almorzando tan tranquilamente y se te ocurrió que podías meterlo en el barco? —rio.
»En cualquier caso... —Hanabi cerró los ojos, suspiró, y dejó las bromas aparte—. Me temo que sería del todo imposible. Para sellar a un bijuu se necesita un recipiente muy especial, si no, no podría soportar el chakra. Las técnicas para crear jinchūriki ya son extremadamente complejas, y aún así son imperfectas.
»No, me temo que eso es imposi...
¡BLAM!
Las puertas del despacho se abrieron de golpe. Dos ANBU, tras sus máscaras, resollaban con dificultad.
—¡¡Ha-Hanabi-sama!! ¡Un bi... un bi... un bi...!
—¡Qué, qué! ¡Qué pasa! —exclamó Hanabi, que se había llevado una mano al pecho.
—¡¡Un bijuu está atacando el puerto!!