7/10/2020, 13:23
(Última modificación: 7/10/2020, 13:24 por Amedama Daruu.)
Shanise se limitó a cruzarse de brazos, con los ojos cerrados, y a esperar a que Kintsugi se marchase. Era consciente de que un amejin siempre peca de orgullo, pero aquella mujer conseguía sacarla, si bien ligeramente, de sus casillas. Incluso a ella. Entendía por qué Yui era incapaz de contenerse. Bueno, a decir verdad, Yui no se había contenido nunca.
—Hanabi, ¿qué es eso de un bijū con bandana? —dijo, una vez la Morikage abandonó el templo—. ¿Simplemente se presentó allí y le hiciste ninja? ¡Dioses!
Offrol (EDIT): Bueno pues posteé con Sama-sama, qué se le va a hacer, soy gilipollas.
—Hanabi, ¿qué es eso de un bijū con bandana? —dijo, una vez la Morikage abandonó el templo—. ¿Simplemente se presentó allí y le hiciste ninja? ¡Dioses!
Offrol (EDIT): Bueno pues posteé con Sama-sama, qué se le va a hacer, soy gilipollas.
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