16/05/2021, 18:10
Kintsugi era la Reina Prudente de Kusagakure. Aunque era tan kusajin como cualquier otra persona de la villa, destacaba mucho menos que Kenzou, y había adoptado sus otras tácticas. Mientras que Kenzou las escondía y mostraba su espectacular físico y técnica con el Taijutsu, en Kintsugi era al revés. Había mostrado métodos sutiles en más de una ocasión. Quizás por eso muchos vieron en ella un cambio de ciclo no deseado. Por otra parte, sus decisiones, hasta el momento, buenas o malas, desde luego habían sido controvertidas en una gran parte de la población. Eso había desembocado en dos afluentes: los conspiradores extremistas del lado del viejo orden de Kenzou y la Guerrilla.
Estos últimos, sin embargo, ignoraban el ardiente corazón que subyacía bajo la máscara de la mariposa. Y ahora aquellos ojos y aquellas alas transformaron sus rostros en el terror más absoluto. Por primera vez, vieron a la discípula de Kenzou, a una auténtica Morikage. Algunos se arrodillaron y se taparon la nuca con las manos mientras eran apaleados o esposados por otros compatriotas con sus propias esposas. Otros salieron corriendo, asustados. Algunos intentaban atacarla sin éxito, siendo interceptados por...
...otros patriotas. Los que se crecieron al ver a su Kage sana y salva. Lo que antes era un caos de golpes y filos ahora era un tremendo tsunami organizado entorno al vuelo de Kintsugi, que arrasaba todo a su paso y obligaba a las fuerzas de la Guerrilla a rendirse. Porque la Guerrilla no tenía líderes. No tenía un plan, más allá del golpe en el estadio, o de la toma de Kusagakure. Eso ya se decidiría en asamblea, ¿verdad?
El mismo error del pasado en Kusagakure. La falta de dirección. La falta de una mano firme.
¿Dictadura? Kusagakure se abrazaba a ella de nuevo.
Y con mucho gusto.
Estos últimos, sin embargo, ignoraban el ardiente corazón que subyacía bajo la máscara de la mariposa. Y ahora aquellos ojos y aquellas alas transformaron sus rostros en el terror más absoluto. Por primera vez, vieron a la discípula de Kenzou, a una auténtica Morikage. Algunos se arrodillaron y se taparon la nuca con las manos mientras eran apaleados o esposados por otros compatriotas con sus propias esposas. Otros salieron corriendo, asustados. Algunos intentaban atacarla sin éxito, siendo interceptados por...
...otros patriotas. Los que se crecieron al ver a su Kage sana y salva. Lo que antes era un caos de golpes y filos ahora era un tremendo tsunami organizado entorno al vuelo de Kintsugi, que arrasaba todo a su paso y obligaba a las fuerzas de la Guerrilla a rendirse. Porque la Guerrilla no tenía líderes. No tenía un plan, más allá del golpe en el estadio, o de la toma de Kusagakure. Eso ya se decidiría en asamblea, ¿verdad?
El mismo error del pasado en Kusagakure. La falta de dirección. La falta de una mano firme.
¿Dictadura? Kusagakure se abrazaba a ella de nuevo.
Y con mucho gusto.
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