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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#3

No tengo hueco, así que cobraré la mitad de exp

Recuérdame para la próxima que vayamos por las escaleras —dijo Datsue, con los nudillos en blanco por la fuerza a la que se agarraba al pasamanos del ascensor. Al principio, cuando el recepcionista de la entrada le había explicado su funcionamiento, le había hecho gracia. Otro invento más de Amegakure para ahorrarse un esfuerzo físico. Ahora, sin embargo, mientras la batería hidroeléctrica hacía un ruido estruendoso y todo a su alrededor temblaba, comprendía la realidad.

Aquello era una trampa mortal.

Subían pisos y pisos de altura sostenidos por un cable —esperaba que más resistente del que se había colgado Ayame, años atrás—, y aquella jodida caja metálica se sacudía como si se fuese a caer en cualquier momento. Cuando al fin las puertas se abrieron, salió de un salto y se apoyó en un ventanal: no es que apoyar todo su peso en un cristal a cientos de metros de altura le hiciese mucha más gracia, pero al menos el suelo era sólido, macizo.

Recuerdas lo que te comenté, ¿verdad, Hayato?

Era más por llenar el vacío que por estar preocupado de tener que recordárselo. Después de todo, se lo había contado anoche mismo, cuando llegaron a Amegakure, mientras estaban hospedados en un hotel:

En la reunión habrá una persona que una vez intentó matarme —le había dicho, exagerando quizá un poco—, y otra que amenazó con hacerlo si pisaba sus tierras. Confío en que no pase nada, pero… Ojos abiertos. Y como veas una maldita mariposa acercársenos, primero la matas, y luego preguntas.

Así que tan solo se limitó a recordarle:

Ojos abiertos. —Aunque dudaba que Kintsugi hiciese ninguna tontería dentro de una villa ajena, mejor ser precavidos.

Arrancó a caminar por el largo pasillo, mientras se quitaba el sombrero de Uzukage y la capa blanca con el símbolo de Uzushio y los escurría. En aquella maldita villa no paraba de llover y los tenía empapados. Al menos, le habían protegido de mojarse el pelo, y su habitual ropaje informal —su chaqueta oscura, la camisa blanca y el pantalón— estaban más o menos secos.

Pasó la cuerda del sombrero por delante del cuello para que quedase colgando tras su cabeza —y no sobre ella—, y cedió la capa a Hayato para que la sujetase hasta que encontrase algún buen sitio para colgarla. Luego, llamó con los nudillos a la pesada puerta del despacho y abrió. En vista de las circunstancias, tuvo que taparse la boca para susurrar una última cosa a Hayato:

Añade a la lista otra persona que consiguió matarme. —Cuando apartó la mano, esbozaba una sonrisa—. Hola, ¿me han dicho que era aquí donde servían chupitos gratis?

Su sonrisa se ensanchó todavía más, y cruzó la sala en varias zancadas rápidas. Lo que al principio iba a ser un apretón de manos se convirtió a medio camino en un sentido abrazo. Fue en ese momento cuando se dio cuenta lo mucho que había extrañado a aquel cabrón.

Me alegro de volver a verte, viejo amigo. —Sus ojos vieron por primera vez a Shanise, allí sentada, tras una mesa circular sobre la que reposaba un mapa. Rompió el abrazo con Daruu y le dedicó una ligera inclinación de cabeza, pero sin bajar los ojos de los de ella—. Shanise. Lamento vuestra pérdida. —Se lo dijo a ambos, pero especialmente se lo decía a Daruu.
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



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RE: La reunión de los nuevos Tres Grandes - por Uchiha Datsue - 31/01/2022, 20:24


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