2/02/2022, 21:33
A oídos de Yakiniku, la solución a que no se abalnzase a darle una patada en el culo al primer crio que hiciera una bromita sobre lo suyo era ponerle una niñera. Quizás no era mala idea, aunque no estaba segura de que la compañía fuese a ser agradable. Ni para una parte, ni para la otra.
Y lo que decía Datsue de no tener pelos en la lengua... Pues era verdad. Yakiniku no tenia ningun problema en decir lo que pensaba. Si tenia que decirle a un joinin que se estaba comportando como un imbécil, pues ella lo haría. ¿Probablemente saldría mal parada? Probablemente. Pero incluso si tenia que decir una verdad frente al uzukage, lo haría, y ahí se jugaba la vida.
—Como podrá comprobar en mi expediente, eso nunca me ha preocupado. Si tengo que decir algo, lo digo. Lo que me preocupa, Uzukage-sama, no son las palabras.
La única vez que el asunto había llegado a las manos, no había terminado muy bien. Seguro que eso también estaba en su expediente, pero una vez un compañero de clase se dedico a hacer bromas subidas de tono con el tema del calor, y cuando Yakiniku se cansó, le apreto la cara con la mano. Si para el papel era difícil resistir el calor, para la piel... Es probable que, si alguna vez el uzukage le llamaba al despacho, le reconociera fácilmente.
—Y no es fácil sujetarme, tampoco me llevo bien con la piel de los demás, pero si cree que un compañero podria ayudar... ¿Donde le espero?
Y lo que decía Datsue de no tener pelos en la lengua... Pues era verdad. Yakiniku no tenia ningun problema en decir lo que pensaba. Si tenia que decirle a un joinin que se estaba comportando como un imbécil, pues ella lo haría. ¿Probablemente saldría mal parada? Probablemente. Pero incluso si tenia que decir una verdad frente al uzukage, lo haría, y ahí se jugaba la vida.
—Como podrá comprobar en mi expediente, eso nunca me ha preocupado. Si tengo que decir algo, lo digo. Lo que me preocupa, Uzukage-sama, no son las palabras.
La única vez que el asunto había llegado a las manos, no había terminado muy bien. Seguro que eso también estaba en su expediente, pero una vez un compañero de clase se dedico a hacer bromas subidas de tono con el tema del calor, y cuando Yakiniku se cansó, le apreto la cara con la mano. Si para el papel era difícil resistir el calor, para la piel... Es probable que, si alguna vez el uzukage le llamaba al despacho, le reconociera fácilmente.
—Y no es fácil sujetarme, tampoco me llevo bien con la piel de los demás, pero si cree que un compañero podria ayudar... ¿Donde le espero?