12/03/2022, 15:57
Datsue se quedó sin aliento cuando Daruu tomó la palabra y de sus labios salió el nombre mágico. «Pon cara de póquer, pon cara de póquer, pon cara de… ¡Se te está yendo la puta comisura de los labios! ¡Parad! ¡Quietos! ¡ES UNA ORDEN HE DICHO! ¡PROHIBIDO SONREÍR! ¡BAJO PENA DE MUERTE!».
Fue un ejercicio de contención y autocontrol inaudito. Peor que tener una porción de pizza recién hecha y no comértela. Peor que ver que a alguien se le caía un billete de cincuenta ryōs y no guardártelo disimuladamente en el bolsillo. Sí, sí, ¡peor incluso que eso! Pero más o menos lo contuvo. Dioses, aquello era mejor de lo que se hubiese imaginado.
Por supuesto, Hanabi era el hombre ideal. Reunía todos los atributos que se necesitaban: era un shinobi experimentado en mil misiones; contaba con la experiencia de dirigir una Villa; y tenía un historial de optar siempre por la vía diplomática —había demostrado temple cientos de veces: en el examen Chūnin, en las reuniones de Kages…—. Claro que Datsue había visto difícil proponer elegir a un líder entre ellos y luego poner el nombre de Hanabi encima de la mesa. Era un movimiento demasiado… intrépido.
Por eso, el Uchiha había ido con otro nombre en mente. No el suyo propio, claro. Aquello aún hubiese sido mayor locura. Además, ni se sentía preparado, ni quería tener tal responsabilidad. Pero por el momento se lo guardaría como el plan B. Ahora que Daruu había dado el volantazo, se agarraría a su propuesta con uñas y dientes.
Shanise fue la siguiente en hablar… ¡y le sonaba bien lo que escuchaba! Datsue tuvo que apretar los dientes para no soltar un grito de euforia. «¡Pues claro que te suena bien! ¡Escupiste en la cara a Hanabi en el Chūnin y aún así mostró templanza! ¡Sabes que es la mejor opción! ¡JIA JIA JIA!»
Entonces llegó el hueso duro de roer. A Kintsugi no le desagradaba la idea de elegir un líder, un Mariscal entre ellos. No descartaba la opción de Hanabi, pero prefería alguien más neutral. Al Uchiha se le vino un nombre a la cabeza que cumpliese con aquel factor, pero no sería él quien lo mencionase. Menos después de que la propia Ranko dijese que le gustaba la idea de que Hanabi ocupase el puesto.
«Cinco contra uno. Tranquilo, Datsue, ¡tranquilo! No es momento de sacar la verborrea. Es momento de hablar lo mínimo posible y dejar que el agua siga su curso».
—Estoy convencido de que podría compaginar ambos puestos —dijo, a la pregunta de Kintsugi—. Tiene personas en las que poder confiar la dirección del país mientras se encarga de lo más importante de todo. Al fin y al cabo, con Kurama, no importarán los presidentes, ni los señores feudales. Con Kurama vencedor, todo eso se irá a la mierda.
«Eso es, ahora te quedas calladito. ¿Querías agregar algo más, eh? Elogiar a Hanabi. Enumerar sus múltiples virtudes. ¡Pues no! ¡Que aún lo vas a estropear!»
Fue un ejercicio de contención y autocontrol inaudito. Peor que tener una porción de pizza recién hecha y no comértela. Peor que ver que a alguien se le caía un billete de cincuenta ryōs y no guardártelo disimuladamente en el bolsillo. Sí, sí, ¡peor incluso que eso! Pero más o menos lo contuvo. Dioses, aquello era mejor de lo que se hubiese imaginado.
Por supuesto, Hanabi era el hombre ideal. Reunía todos los atributos que se necesitaban: era un shinobi experimentado en mil misiones; contaba con la experiencia de dirigir una Villa; y tenía un historial de optar siempre por la vía diplomática —había demostrado temple cientos de veces: en el examen Chūnin, en las reuniones de Kages…—. Claro que Datsue había visto difícil proponer elegir a un líder entre ellos y luego poner el nombre de Hanabi encima de la mesa. Era un movimiento demasiado… intrépido.
Por eso, el Uchiha había ido con otro nombre en mente. No el suyo propio, claro. Aquello aún hubiese sido mayor locura. Además, ni se sentía preparado, ni quería tener tal responsabilidad. Pero por el momento se lo guardaría como el plan B. Ahora que Daruu había dado el volantazo, se agarraría a su propuesta con uñas y dientes.
Shanise fue la siguiente en hablar… ¡y le sonaba bien lo que escuchaba! Datsue tuvo que apretar los dientes para no soltar un grito de euforia. «¡Pues claro que te suena bien! ¡Escupiste en la cara a Hanabi en el Chūnin y aún así mostró templanza! ¡Sabes que es la mejor opción! ¡JIA JIA JIA!»
«Deja de imitar mi risa. Último aviso»
Entonces llegó el hueso duro de roer. A Kintsugi no le desagradaba la idea de elegir un líder, un Mariscal entre ellos. No descartaba la opción de Hanabi, pero prefería alguien más neutral. Al Uchiha se le vino un nombre a la cabeza que cumpliese con aquel factor, pero no sería él quien lo mencionase. Menos después de que la propia Ranko dijese que le gustaba la idea de que Hanabi ocupase el puesto.
«Cinco contra uno. Tranquilo, Datsue, ¡tranquilo! No es momento de sacar la verborrea. Es momento de hablar lo mínimo posible y dejar que el agua siga su curso».
—Estoy convencido de que podría compaginar ambos puestos —dijo, a la pregunta de Kintsugi—. Tiene personas en las que poder confiar la dirección del país mientras se encarga de lo más importante de todo. Al fin y al cabo, con Kurama, no importarán los presidentes, ni los señores feudales. Con Kurama vencedor, todo eso se irá a la mierda.
«Eso es, ahora te quedas calladito. ¿Querías agregar algo más, eh? Elogiar a Hanabi. Enumerar sus múltiples virtudes. ¡Pues no! ¡Que aún lo vas a estropear!»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado