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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#90
¿T-Terapia? — preguntó algo confusa, y ligeramente aterrada porque no tenía ni idea de lo que aquello podía significar.

Aunque si que por otro lado apuntaba en una dirección. Él no la creía.

¿Q-Que insinua? P-Pensé que usted mejor que nadie me comprendería — en todo el mundo se conocía el hecho de que Datsue era un jinchuriki. — ¿U-Usted también cree que me lo he inventado? — añadió con una voz quebradiza más que real.

Yuu nunca había dicho que fuera en concreto una bestia de colas la que yacía en su interior, y pensaba que Datsue mejor que nadie entendería el dolor de cargar con un peligroso mal que podía desatarse en cualquier momento y que supusiera una amenaza lo suficientemente grande como para atentar contra la estabilidad y las vidas de todos los que la rodeaban.

Pero ahí estaba, simplemente, insinuando que era una mentirosa.
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Mensajes en este tema
RE: El escudo, las espadas y los cerezos silvestres - por Yamikami Yuu - 14/09/2022, 18:04


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