4/10/2022, 14:09
Aquella presencia que tan solo su propia existencia expelía era colosal frente a una chica tan frágil de mente como lo era Yuu en aquel momento. ¿Hasta dónde podría llegar a extender esa aura si hacía uso de su propio poder? ¿Y si a ello le sumara a Shukaku? Era una presencia auténticamente monstruosa, y eso la hizo comprender que nada ni nadie podía llegar a imitarlo, y que era la única persona en el mundo con esas capacidades.
— S-Si... D-De acuerdo... — Añadió levantándose del suelo bastante intimidada.
Miró, sus propias manos, las cuales temblaban, completamente confundida, ahora que el mundo que ella misma había creado en sus pensamientos, seguramente eran tan solo una ilusión. Un reflejo en un espejo, y Datsue cogió la piedra más grande que encontró y la arrojó con saña contra el cristal. Todavía tenía que darle las gracias, aunque ella no lo supiera, pues podría haber reventado los restos que quedaban anclados al marco e incluso destrozar este a basa de patadas.
Por las manos de sus dedos cruzaron algunos de sus papeles, entrelazándose por los dedos y acariciando alguno su rostro.
— Entonces... ¿Estos poderes son míos? ¿Yo soy quien hace esto? Me siento tan desorientada y confusa que no... No se que hacer. M-Me había mentalizado en hacerme fuerte para acabar con esto y... Pero si no existe... ¿Qué hago ahora con mi vida? ¿Cuál es mi objetivo?
No miraba a Datsue a la cara directamente, seguía observando los papeles de sus manos y parecía estar a punto de romper a llorar. Yuu no era estúpida, podía entender un poco lo que estaba pasando, ayudado de un intachable poder de convicción por parte de su Kage, tan solo seguía siendo una niña.
— S-Si... D-De acuerdo... — Añadió levantándose del suelo bastante intimidada.
Miró, sus propias manos, las cuales temblaban, completamente confundida, ahora que el mundo que ella misma había creado en sus pensamientos, seguramente eran tan solo una ilusión. Un reflejo en un espejo, y Datsue cogió la piedra más grande que encontró y la arrojó con saña contra el cristal. Todavía tenía que darle las gracias, aunque ella no lo supiera, pues podría haber reventado los restos que quedaban anclados al marco e incluso destrozar este a basa de patadas.
Por las manos de sus dedos cruzaron algunos de sus papeles, entrelazándose por los dedos y acariciando alguno su rostro.
— Entonces... ¿Estos poderes son míos? ¿Yo soy quien hace esto? Me siento tan desorientada y confusa que no... No se que hacer. M-Me había mentalizado en hacerme fuerte para acabar con esto y... Pero si no existe... ¿Qué hago ahora con mi vida? ¿Cuál es mi objetivo?
No miraba a Datsue a la cara directamente, seguía observando los papeles de sus manos y parecía estar a punto de romper a llorar. Yuu no era estúpida, podía entender un poco lo que estaba pasando, ayudado de un intachable poder de convicción por parte de su Kage, tan solo seguía siendo una niña.