25/10/2022, 00:14
La idea de Hayato al parecer le había gustado al bijuu de una cola, cumpliese o no con las expectativas de la misión, podría cumplir el cometido, que a fin de cuentas es lo importante. Sin embargo, Shukaku desapareció y volvió Datsue. Sus ojos parecían dos puñaladas de sangre, como si llorase de color rojizo.
Hana parecía recuperarse un poco, aunque se movía con dificultades y hasta escupió sangre. La chica ni tan siquiera se había enterado de lo que le había dicho Siete sobre las pastillas para el dolor, y en cuanto Datsue reclamó su nombre ésta contestó sin titubear. Fue entonces que el kage reveló su propuesta, o más bien su petición: Que Hana acompañase a Hayato.
Siete miró por un instante a la chica, sabía que la sacudida del Shukaku le podría haber roto algo, y escupir sangre no era una buena señal. Pero lejos de recriminar algo, la decisión era de la chica, no podía retenerla.
—Por mi parte, estoy de acuerdo.
Quizás mas tarde le recordase a la chica lo de las pastillas. De hecho, estaba casi seguro de que no aguantaría el viaje si no tomaba algo para el dolor.
Hana parecía recuperarse un poco, aunque se movía con dificultades y hasta escupió sangre. La chica ni tan siquiera se había enterado de lo que le había dicho Siete sobre las pastillas para el dolor, y en cuanto Datsue reclamó su nombre ésta contestó sin titubear. Fue entonces que el kage reveló su propuesta, o más bien su petición: Que Hana acompañase a Hayato.
Siete miró por un instante a la chica, sabía que la sacudida del Shukaku le podría haber roto algo, y escupir sangre no era una buena señal. Pero lejos de recriminar algo, la decisión era de la chica, no podía retenerla.
—Por mi parte, estoy de acuerdo.
Quizás mas tarde le recordase a la chica lo de las pastillas. De hecho, estaba casi seguro de que no aguantaría el viaje si no tomaba algo para el dolor.