25/10/2022, 10:28
—Vale. — Respondió en corto ante su decisión. Era mucho más sensato preguntarle al maestro antes que al pupilo. Ikki puede ser algo escurridizo y bastante extraño en sus formas, pero seguramente el Uzukage iba a poder lidiar con él.
Fue luego cuando Datsue tomó todo el contexto que los rodeaba a ellos dos, a todos los uzujines y a todo Ōonindo, y lo explayaba y explicaba con detalles. Si pretendía no asustarlo, mal lo hacía. A pesar de estar al tanto de muchas cosas, sentía una leve incomodidad. Le molestaba salir de la burbuja en la que vivía. Solo trabajaba, entrenaba, ocasionalmente salía, conocía gente. No le gustaba escuchar la cruda realidad. No quería escuchar ninguna de las palabras que estaba pronunciando.
Lo que en gran parte le convencía era el lema que venía trabajando el Uchiha desde que asumió. Perdón, El lema. También se estaba preparando para eso, para salir al mundo y el momento lo estaba pidiendo a gritos. Aunque, no sabía si era el mejor escenario y de la forma que quería hacerlo.
—Sé que te debes a Uzu, yo también me debo a ella. Pero, a pesar de eso, te debe ser un poco molesto escuchar los problemas o los temas de cada uno de los que estás entrevistando. Ni me imagino muchachitos más chicos que yo, con otro tipo de problemas. Y ya mucho menos con los realmente revoltosos e irreverentes. — Sonrió un poco y desvió la mirada, sabía bien lo que era atender a la gente. En su caso eran simplemente clientes. En el caso de la persona que tenía en frente, debía escuchar problemas mucho más serios y sus consejos tenían mucho más peso.
»Acepté la propuesta de Ikki años atrás, casi sin pensarlo, porque tenía hambre de aventura. Aún la tengo, quiero salir y conocer todo el mundo. Todo. — Nuevamente le miró, con decisión. —Quiero conocer a mucha gente y todas sus culturas. No preguntes porqué, sea por simple curiosidad o por formar un nombre y sentir una estúpida sensación de trascendencia. Pero quiero vivir todo tipo de aventuras. No podré hacerlo si Kurama y todos los demás se cargan todo este hermoso lugar. — Suspirando, intentaba sacarse una carga. —Sé que solo soy un grano de arena y no me gustaría morir como uno más. Porque eso es lo que soy ahora, uno más... Pero, también sé que en este momento debo aportar ese grano.
»Uchiha Datsue. Soy tu espada. Y defenderé con honor el nombre de todo Uzushiogakure.
Fue luego cuando Datsue tomó todo el contexto que los rodeaba a ellos dos, a todos los uzujines y a todo Ōonindo, y lo explayaba y explicaba con detalles. Si pretendía no asustarlo, mal lo hacía. A pesar de estar al tanto de muchas cosas, sentía una leve incomodidad. Le molestaba salir de la burbuja en la que vivía. Solo trabajaba, entrenaba, ocasionalmente salía, conocía gente. No le gustaba escuchar la cruda realidad. No quería escuchar ninguna de las palabras que estaba pronunciando.
Lo que en gran parte le convencía era el lema que venía trabajando el Uchiha desde que asumió. Perdón, El lema. También se estaba preparando para eso, para salir al mundo y el momento lo estaba pidiendo a gritos. Aunque, no sabía si era el mejor escenario y de la forma que quería hacerlo.
—Sé que te debes a Uzu, yo también me debo a ella. Pero, a pesar de eso, te debe ser un poco molesto escuchar los problemas o los temas de cada uno de los que estás entrevistando. Ni me imagino muchachitos más chicos que yo, con otro tipo de problemas. Y ya mucho menos con los realmente revoltosos e irreverentes. — Sonrió un poco y desvió la mirada, sabía bien lo que era atender a la gente. En su caso eran simplemente clientes. En el caso de la persona que tenía en frente, debía escuchar problemas mucho más serios y sus consejos tenían mucho más peso.
»Acepté la propuesta de Ikki años atrás, casi sin pensarlo, porque tenía hambre de aventura. Aún la tengo, quiero salir y conocer todo el mundo. Todo. — Nuevamente le miró, con decisión. —Quiero conocer a mucha gente y todas sus culturas. No preguntes porqué, sea por simple curiosidad o por formar un nombre y sentir una estúpida sensación de trascendencia. Pero quiero vivir todo tipo de aventuras. No podré hacerlo si Kurama y todos los demás se cargan todo este hermoso lugar. — Suspirando, intentaba sacarse una carga. —Sé que solo soy un grano de arena y no me gustaría morir como uno más. Porque eso es lo que soy ahora, uno más... Pero, también sé que en este momento debo aportar ese grano.
»Uchiha Datsue. Soy tu espada. Y defenderé con honor el nombre de todo Uzushiogakure.