11/03/2023, 18:34
(Última modificación: 11/03/2023, 19:47 por Himura Ren. Editado 2 veces en total.)
No era la primera vez que visitaba Los Herreros, cuando se graduó, Nanashi cerró su local por varios días para acompañar a Ren y que viera algo de mundo. Aunque en su momento se acabó desviando ella por su cuenta para acercarse a las Ruinas Abandonadas, las cuales eran un antiguo castillo abandonado, lleno de chatarra y relatos sobre lo que se aconteció allí para que acabara de aquella forma o sobre quien era el dueño del lugar.
Ren había escuchado que pertenecía a unos samurais o a algún Damyio de la época, y en parte pareció ser cierto. Encontró partes de armaduras hasta el punto de poder formar casi una por completo. En su momento no sabía que es lo que haría con ella, simplemente su afición por los samuráis la impulso. Pero un chico bastante seco y borde le impidió siquiera proseguir con su búsqueda, teniendo que marcharse del lugar con el fin de no acabar buscando un conflicto entre ellos. Tampoco quería meterse en problemas, y es que al ser de Uzugakure, podría haber acabado en algún tipo de disputa entre las villas.
En este caso, la búsqueda de una espada legendaria la había llevado hasta allí. Por supuesto que la joven conocía sobre la existencia de las siete espadas legendarias de Kirigakure, pero no había ninguna pista de ellas, hasta el punto de que parecía que simplemente se habían esfurmado del mundo. Sin embargo, a Ren le llegó una petición. Se trataba de una misión que hablaba de una espada legendaria que podría llegar a cambiar el rumbo de la futura guerra para cualquiera de los dos bandos. No parecía tratarse de una de aquellas espadas pero hasta que no se encontrara o desmintiera, la incognitia seguia de cuerpo presente.
El vapor de la locomotora inundo la estación de trenes, y poco despues, la genin de Amegakure obsesionada por los samurais, bajó al andén
Ren había escuchado que pertenecía a unos samurais o a algún Damyio de la época, y en parte pareció ser cierto. Encontró partes de armaduras hasta el punto de poder formar casi una por completo. En su momento no sabía que es lo que haría con ella, simplemente su afición por los samuráis la impulso. Pero un chico bastante seco y borde le impidió siquiera proseguir con su búsqueda, teniendo que marcharse del lugar con el fin de no acabar buscando un conflicto entre ellos. Tampoco quería meterse en problemas, y es que al ser de Uzugakure, podría haber acabado en algún tipo de disputa entre las villas.
En este caso, la búsqueda de una espada legendaria la había llevado hasta allí. Por supuesto que la joven conocía sobre la existencia de las siete espadas legendarias de Kirigakure, pero no había ninguna pista de ellas, hasta el punto de que parecía que simplemente se habían esfurmado del mundo. Sin embargo, a Ren le llegó una petición. Se trataba de una misión que hablaba de una espada legendaria que podría llegar a cambiar el rumbo de la futura guerra para cualquiera de los dos bandos. No parecía tratarse de una de aquellas espadas pero hasta que no se encontrara o desmintiera, la incognitia seguia de cuerpo presente.
El vapor de la locomotora inundo la estación de trenes, y poco despues, la genin de Amegakure obsesionada por los samurais, bajó al andén