11/03/2023, 19:10
El ambiente en el andén, como en toda la ciudad, era de locura máxima. Gente iba y venia con mercancia por todas partes, cargaban los trenes, los descargaban... Parecía que la demanda de armas de los Herreros estaba en su máximo exponente. Además, también habían quintuplicado la seguridad de la estación para cerciorarse de que Kurama no intentaba ninguna gracieta.
En cualquier caso, Ren notaría rápido que su presencia en aquella locura no era bienvenida. Si se quedaba parada más de un segundo, le llovían golpes por todas partes. En el hombro de la gente que pasaba, en los brazos por las mercancias que esas personas cargaban y si se despistaba mucho igual algún bulto más grande le diese un buen golpe en el cogote.
Si volvía a revisar el pergamino que le habían dado vería que el lugar al que tenía que ir estaba bastante alejado de los Herreros, era más un pueblo alejado que una urbanizacion de la misma ciudad. Estaba lejos de casa, así que debería tener cuidado con no perderse.
En cualquier caso, Ren notaría rápido que su presencia en aquella locura no era bienvenida. Si se quedaba parada más de un segundo, le llovían golpes por todas partes. En el hombro de la gente que pasaba, en los brazos por las mercancias que esas personas cargaban y si se despistaba mucho igual algún bulto más grande le diese un buen golpe en el cogote.
Si volvía a revisar el pergamino que le habían dado vería que el lugar al que tenía que ir estaba bastante alejado de los Herreros, era más un pueblo alejado que una urbanizacion de la misma ciudad. Estaba lejos de casa, así que debería tener cuidado con no perderse.