25/01/2018, 00:28
«Compañeros de equipo… Ya». Definitivamente, el aire puro había devuelto a Akame a su normalidad. ¿Qué se había encariñado con él? ¿Qué entre ellos dos empezaba a surgir algo parecido a la amistad? Akame no entendía de tales palabras. Él era un profesional, y los profesionales ayudan a sus camaradas…
…siempre y cuando no ponga en riesgo en modo alguno a la misión.
Se sonrió. Tampoco él sentía mucho más por él. Todavía quedaba mucho, todo un bombardeo de misiones y aventuras, para que la gente empezase a conocerles como los Hermanos del Desierto. Por el momento, solo eran dos chavales que empezaban a caerse bien y tenían que compartir misiones, comida y casa. Y, hablando de comida… iba a ponerse las botas.
El Uchiha solo paró de llenarse el bandullo cuando una joven chica pelirroja le interrumpió, abrazándole a él y a Akame. Cuando oyó que la misión había sido sellada con éxito, le devolvió el abrazo, y hasta levantó un puño, eufórico. Su cerebro no veía un número más para engordar su expediente, sino mil ryos que se iba a inyectar en vena. Metafóricamente, claro.
—¡Eso es, joder! ¡Eso es! —Visiblemente animado, hubo hasta espacio para sentimentalismos, iniciados por Eri al agradecerles por… todo. Datsue se encogió de hombros, como quitándole importancia—. No te preocupes, Eri-chan. Tendrás más oportunidades para trabajar junto a Datsue el Intrépido.
Rio.
—Era broma, era broma. También fue un placer trabajar con vosotros.
El resto del día, y quizá del viaje de vuelta también, Datsue se la pasaría vacilando a Akame por el somier, hasta que una de sus miradas le indicó que era mejor que no continuase.
…siempre y cuando no ponga en riesgo en modo alguno a la misión.
Se sonrió. Tampoco él sentía mucho más por él. Todavía quedaba mucho, todo un bombardeo de misiones y aventuras, para que la gente empezase a conocerles como los Hermanos del Desierto. Por el momento, solo eran dos chavales que empezaban a caerse bien y tenían que compartir misiones, comida y casa. Y, hablando de comida… iba a ponerse las botas.
El Uchiha solo paró de llenarse el bandullo cuando una joven chica pelirroja le interrumpió, abrazándole a él y a Akame. Cuando oyó que la misión había sido sellada con éxito, le devolvió el abrazo, y hasta levantó un puño, eufórico. Su cerebro no veía un número más para engordar su expediente, sino mil ryos que se iba a inyectar en vena. Metafóricamente, claro.
—¡Eso es, joder! ¡Eso es! —Visiblemente animado, hubo hasta espacio para sentimentalismos, iniciados por Eri al agradecerles por… todo. Datsue se encogió de hombros, como quitándole importancia—. No te preocupes, Eri-chan. Tendrás más oportunidades para trabajar junto a Datsue el Intrépido.
Rio.
—Era broma, era broma. También fue un placer trabajar con vosotros.
El resto del día, y quizá del viaje de vuelta también, Datsue se la pasaría vacilando a Akame por el somier, hasta que una de sus miradas le indicó que era mejor que no continuase.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado