Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
¿Por qué había atacado a aquel hombre? Bueno, Datsue quiso responderle con varias cosas a Juro. Con un: ¿a ti qué coño te importa? O directamente arrancándole la cabeza de un bocado. Enseguida se extrañó por su repentina furia, y se dio cuenta que quizá no era de él. No nacía de su alma, sino de la de…

Sus ojos volvieron a ser los de antaño, y su cabello pasó a ser completamente oscuro. ¡No debía dejarse influenciar tanto por Shukaku!

No estuvo bien. No fue algo propio de un Jōnin de Uzushiogakure no Sato —se lamentó, sin paliativos. Chasqueó la lengua, irritado. Echar internamente la culpa a Shukaku, enteramente, tampoco era justo—. Mi novia es la hija del hombre que me puso esta marca, ¿sabías? Él era un gran herrero aquí. Me lo enseñó todo antes de morir. Murió por mi culpa. Por fallar en mi misión.

¿Por qué le contaba aquello? No les había hablado de ello ni a amigos tan cercanos como Nabi, Eri o Daruu. A nadie. Quizá tan solo quisiese desahogarse.

¿Qué crees que diría ella si ahora me viese trabajando para otro? ¿Qué diría él, allá arriba en el cielo? —suspiró—. Yo solo quería honrar su memoria, trabajar en el hierro como antaño, por un día. Nada más que eso. Y en su lugar me encuentro con trampas, con corrupción, con intrigas. Este tío sería un civil, pero eso no quita que fuese un tiburón. Otro más de tantos. Hace que se le quiten a uno las ganas de seguir participando, la verdad.

Y eso era todo lo que tenía que decir al respecto.
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
Kazuma escucho a Datsue en silencio, con la intención de decir algo, pero encontrándose incapaz de hacerlo. Le parecía grosero e irrespetuoso opinar sobre su disgusto, cuando la base del mismo era cosas de las que él no sabía nada: honor, orgullo, arrepentimiento…

Siendo que ya había pasado todo y que estaban con su apetito satisfecho, a los ninjas solo les quedaría retirarse a esperar la siguiente prueba. Kazuma, sin embargo, más que descansar, se planteaba si aquella ira, materializada en un cambio de apariencia, era natural de un humano o era la indomable bestia que debía de agitarse en el interior de Datsue. De cierta manera aquello le preocupaba, la posibilidad de que sensei terminara haciendo algo como eso también… Aunque, por otra parte, le parecía imposible que algo pudiese imponerse sobre la amabilidad de este último.

***

Al día siguiente, la gente comenzó a reunirse en la gran plaza del este, lugar donde ocurriría la prueba. En esta ocasión no sería tan temprano, por lo que la gente podía pasear de un lado a otro viendo como hacían los preparativos y guardándose algún puesto.

Todo parecía normal, cuando las instalaciones estuvieron listas. De hecho, la sofisticada maquinaria de la prueba anterior había sido retirada y remplazada por herramientas más tradicionales: unos cuantos yunques y toda una colección de martillos hechos con distintos materiales. También había una fragua de fuelle manual, carbón, leña y algunos contenedores con sustancias sin identificar. Por último, había una especie de rectificadora-amoladora impulsada por pedal, que yacía acompañada por variedad de ruedas para afilar y correas ásperas para corregir. Todo parecía muy normal, excepto por una circular para los participantes en donde se recordaban las reglas generales, más la adicción de un par de reglas más: no podían utilizarse técnicas de clonación, o cualquier otro arte cuyo efecto fuera se tradujera en aumentar el número de manos trabajando. Y la segunda, no podía hacerse uso de ningún arte que obstaculizara la labor de los demás competidores.

En principio, aquello no era gran problema; hasta que resultaba imposible no notar que una sola persona no podría atender toda la estación por si misma: la fragua necesitaba ser vigilada y oxigenada constantemente, la amoladora necesitaba de alguien que pedaleara y vigilase todo el mecanismo y el que forjaba, naturalmente, no podía ocupar su valioso tiempo en otras tareas.

La comisión del certamen no daba más indicaciones al respecto, quizá porque consideraba que cada herrero debía de tener un equipo de apoyo, o cuando menos unos asistentes; o quizá le importaba poco más que nada como habrían de resolver los participantes individuales.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
Juro lo escuchó y al menos, se alegró. Debajo de ese cascarón de odio y venganza, Datsue seguía ahí, funcionando. Era él. Pronto, Juro entendió su reacción: eran motivos personales los que le habían impulsado. Eso tenía sentido. Su novia, el padre que murió debido a él. Una historia digna de un ninja arrepentido por sus errores, que trata de hacer bien las cosas.

Los bijuu se alimentaban, en cierta medida, de esos sentimientos tan fuertes. ¿Podía ser que el Shukaku había sido llamado, inconscientemente por el Uchiha, debido a ello? ¿O había sido su furia un puente para que aquella criatura surgiera?

« Me pregunto donde empieza uno y donde acaba otro » — Hasta mucho después, no lo entendería realmente. Lo que era estar vinculado a un bijuu verdaderamente.

— Tranquilo. Entiendo que a veces, a todos se nos va la pinza — Lo bueno es que ese hombre estaba interesado en ellos. No los denunciaría a las autoridades, afortunadamente —. Conseguiremos que venzas en el torneo de manera limpia y que puedas honrar su memoria. Si tratan de engañarnos o de usar trucos contra nosotros, se los devolveremos. Pero en lo que respecta a la competición, la lucharás justamente.

» Lo mejor será que ahora descansemos todos. Ha sido un día de locos.

...

Kazuma y Juro no tuvieron problema para ganarse un asiento en la siguiente prueba. Fue un poco más tarde y pudieron incluso descansar. La situación, sin embargo, sí que había cambiado, al menos, un poco. Juro observó la estación a la que, supuestamente, cada participante debía entender, y comprendió que había demasiado para solo dos manos.

Ladeó la cabeza, curioso.

— ¿Qué significa esto? — No se habían dado instrucciones claras, lo que le confundió aún más. ¿Los herreros tenían que hacer equipos entre ellos? ¿O es que podía entrar gente de fuera a la competición para ayudarles?

Se mantuvo atento y buscó a Datsue con la mirada, para ver qué estaba pensando. Se llevó una mano inconscientemente a la oreja, dónde tenía su sello, preparado por si salía la voz del Uchiha por él
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
Datsue esbozó una sonrisa amplísima. Una sonrisa estoica. Una sonrisa del que acaba de recibir una herida de muerte y aún así piensa luchar hasta el final.

Sabes lo que significa esto, ¿verdad, Juro? —preguntó, a través del sello—. Puedes recibir ayuda de otras personas, pero no de ti mismo a través de un clon. Valiente sinsentido.

Estaba claro, se habían sacado aquella regla de la manga para ir en su contra. Para perjudicarle. Era una injusticia, pero Datsue estaba habituado a ellas. Tan habituado que, de antemano, había decidido tomar medidas preventivas para ello.

Bueno, en realidad no para eso en específico. Antes de adentrarse en el certamen, Datsue había creado cuatro clones. Ni dos. Ni tres. Cuatro. ¿Su plan? Rodear al público en cuatro esquinas, con el único objetivo de vigilar. De vigilar que nadie volvía a jugársela. Que nadie hacía trampas para jugársela de nuevo.

Pero, visto lo visto, iba a tener que utilizarlos para otra cosa.

¡¡¡Buenas gentes!!! —exclamó, aproximándose desde lo alto al público—. ¿¡Quién de vosotros se anima a hacerme de asistente!? ¡Necesito a dos personas, pero tres estaría bien! ¡Podría tener cuatro! ¡Pero solo quiero a tres!Podría tener a cuatro, pero solo quiero a tres. Esperaba que sus clones captasen la indirecta.

Una chica de unos veinte años, pelo castaño con mechas púrpuras, situada en una esquina de la plaza alzó la mano. Un varón de unos cuarenta años, con barba de tres días y cicatrices en la cara alzó otra. Una mujer de unos cincuenta años, en otra esquina de la plaza, más atrás, alzó otra. Un hombre de pelo largo, vestido con kimono y actitud regia, alzó otra. Eran sus clones, disfrazados con el Henge no Jutsu. Datsue apuntó con un dedo a los tres primeros.

Los tres se acercarían hasta su puesto de trabajo y, tras agradecerles Datsue enormemente su generosidad, este les explicaría qué necesitaba de ellos. La mujer de mechas púrpuras se encargaría de la amoladora. El hombre de cicatrices se ocuparía de la forja. La mujer mayor, de vigilar el mecanismo. Él, de forjar.


Oh, sí. Datsue estaba haciendo trampas. Por supuesto que las estaba haciendo. No iba a ser el único palurdo que jugase limpio. Si aquella gente quería jugar con fuego, fuego tendrían.


Kage Bunshin no Jutsu

Datsue:

56/80


Clon 1:

56/80


Clon 2:

56/80


Clon 3:

56/80


Clon 4:

56/80

[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
¡Oh! Parece que Datsue-san ha tenido suerte —le comento a su sensei mientras veía a los voluntarios descender a la arena.

Tanto Kazuma como Juro habrían podido escuchar del publico aquello de que la prueba parecía ser en grupo. Alguno de los otros participantes habían comenzó a correr como locos, buscando quien quisiese unirse a su equipo. Otros, habían tratado de imitar el método del shinobi, esperando que en aquella competición hubiese gente más dispuesta a participar que a mirar.

Por fin, luego de un tiempo prudencial para que los supuestos equipos se organizaran, y cuando ya era una hora pasado el mediodía, apareció el juez de la prueba. Era un hombre de abundante barba castaña, salpicada de canas y desordena, fornido y con un aire un tanto alegre. Llevaba en su mano un pergamino que leía a intervalos y que parecía estar tratando de memorizar.

Buenas, compañeros, ¿Cómo les va? —dijo de pronto, arrojando a un lado de la tarima el pergamino y poniendo su mejor cara de sonriente bonachón—. Soy Awara Kisaburo, aunque los competidores quizá me conozcan como Cooper (ese es mi apodo en la herrería)…

Sin duda había gente que le conocía, había sido ocho veces ganador del evento hacia bastantes años. Nunca se había jactado de ello, pues por aquel entonces era algo mucho más informal y lejano a tener el nivel que ahora estaba presenciando. Aun así, se le consideraba un maestro forjador, y tenía la experiencia y habilidades para merecer dicho estatus.

Miren, yo lamento todo el improviso de esto de tener que armar equipos, pero así es el trabajo… —dijo con una amplia sonrisa—. Recuerdo que una vez tenía un pedido muy importante encima; pero por la ciudad paso arrasando una epidemia y casi todos mis trabajadores quedaron fuera de combate… Que días tan duros… En fin, que la idea es que los mejores siempre consiguen resolver de alguna manera.

»Estoy seguro de que la prueba será divertida, pero no la tomen a la ligera… Antes de comenzar, necesitaré que hagan un diseño de un arma. Puede ser cualquiera que les plazca, pero piénsenla con cuidado, no vaya a ser que resulte inadecuada para lo que vendrá después… Tienen, algo así como una hora, o en lo que yo termino de almorzar, para terminar el diseño.

***

¿Diseñar? Bueno, parece algo bastante sencillo, ¿no? —interrogo a su sensei, quien era mejor discerniendo lo fácil de lo que solo lo era aparentemente.


Hola.

Esta primera parte consiste en diseñar un arma, al menos hacer el boceto de lo que se quiere crear. Puede ser cualquier arma, no solo las que hay en el foro, sino cualquiera existente en la vida real. Eso sí, para lo que viene luego, se tomara en cuenta las ventajas y desventajas, funcionalidad y confiabilidad de dicha arma. Puede tratarse de un dibujo, ilustración o descripción, pero ha de ser lo más precisa posible. Como son ambos, le encargo a Juro el proponer una segunda opción, un plan B. Si utilizan eso bien, tendrán dos opciones y cubrirán bastante terreno y versatilidad.

Por si necesitan en que inspirarse, le dejo esta pequeña referencia: http://www.kultofathena.com/

[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder

Adelanto a Juro en esta ronda para que él ofrezca ese plan B, entonces


«Bien, parece que ha colado.»

Mantener cuatro clones activos suponía un gasto energético increíble. El mero hecho de crearlos suponía un esfuerzo titánico, de los que dejaban al ninja medio ahogado por el esfuerzo. Pero es que luego, para rematarlo, el chakra restante se dividía entre cinco. ¡Cinco! Hubo un tiempo en que incluso él habría necesitado de la ayuda de Shukaku para llevar a cabo semejante tarea.

Pero no había sido en vano. Sus clones, debidamente hengeados, estaban junto a él, y nadie parecía haberse dado cuenta de la trampa. Quizá hubiese sido preferible tomar prestada la ayuda de alguna persona “real”, entre sus clones, para reducir el riesgo a ser pillado. Había decidido jugárselo todo a una carta, en cambio, y quizá eso ahora diese sus frutos. Porque, oh, aquella prueba iba a requerir, sin duda, lo mejor de él.

¿Sabes lo que es un urumi, Juro? —habló, por el sello, aunque mirando a uno de sus clones para hacer como que hablaba con él.

Así era, Datsue estaba pensando en fabricar aquella exótica arma, cuyo diagrama para construir había hallado, en una ocasión, en el desierto del País del Viento. Se había quedado fascinado nada más verlo, aunque nunca había tenido la oportunidad de intentar forjarla. Sin duda, era un arma no solo extremadamente difícil de empuñar, sino de crear.

¿Estaría fuera de sus posibilidades? ¿Debería probar con algo más sencillo? No obstante, aquella era una prueba para seleccionar al mejor herrero. No podía conformarse con simplemente crear una katana normal y corriente. No, tenía que hacer algo diferente. Algo único.



Wiki, Vídeo demostración

Básicamente se trata de una espada-látigo. El Urumi puede medir entre 1,2 - 5 metros, y puede tener desde una hoja de acero flexible, como se ve en el vídeo, hasta incluso 32.

Mi idea sería hacer algo intermedio, de 3 metros de largo, con cuatro hojas de acero.
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
—Sí. Datsue ha tenido mucha suerte — Observó a sus nuevos acompañantes, y por alguna razón, supo que esa gente no era normal. De alguna manera, era uno de los trucos de Datsue. Su intuición se lo decía a gritos.

Además, el Uchiha no salía al terreno de juego con cualquiera.

A pesar de que el juez salió a explicar el trasfondo de esa prueba, le pareció una valiente estupidez. Una persona inexperta podía arruinar perfectamente el proceso de forja y creación y no sería culpa del herrero, quién realmente, no conocía al equipo que acababa de formar. En fin. Se preguntó si quiera si alguien tenía alguna idea de lo que estaba haciendo.

La primera parte de la prueba, en este caso, era diseñar un arma. Cualquier arma. Pero claro, eso tendría repercusión más tarde, por lo que la elección tenía que estar bien pensada.

¿Diseñar? Bueno, parece algo bastante sencillo, ¿no?

— No es tan fácil, Kazuma-kun. Como diseñador de armas, sé que hay que tener muchas cosas en cuenta — le aclaró a su alumno —. Es divertido y original, pero tienes que tener cuidado. Un paso en falso y probablemente, te salga un desastre. Tienes que pensar bien en las ventajas y los inconvenientes.

Sintió la voz de Datsue. Se inclinó nuevamente a sus pies, para ajustarse las zapatillas, mientras escuchaba la propuesta de Datsue.

— Lo conozco. ¿Lo has empuñado alguna vez? Es una elección original y difícil, pero es un poco peligroso, ¿no crees? Si no tienes cuidado, podrías quedarte sin extremidades — le susurró Juro —. No está mal, aunque tuviera que elegir, te habría propuesto otra arma. ¿Sabes lo que es un sai, verdad?

»Es menos contundente y más ligero, pero te da mucha velocidad y capacidad de maniobra. Suele usarse como arma doble o incluso se lleva un tercero, atado a la cintura. Vale también como arma arrojadiza — Igualmente, Juro carraspeó —. Cualquier opción está bien, elige la que más te convenza.

Después, Juro se incorporó y observó, a la espera de que Datsue hiciera o le dijera algo más. Desde luego, la competición se estaba poniendo interesante. Se preguntó que haría más tarde con ese arma el chico.



Aquí os traigo Información y una Demostración.

Miden unos 54 centímetros de longitud. Suelen usarse en pares, con una puedes bloquear y con otra atacar, por lo que es un arma en cada mano (además de que suelen hacer hasta tres, en caso de poder lanzar una de manea arrojadiza). Son dagas, pero con una forma sin filo, sino con una aguda punta.

Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
Había pasado la hora estipulada, había llegado el momento de ver los diseños de los participantes. Casualmente, el almuerzo de Cooper también había terminado, aunque no le faltaban ganas de quedarse sentado disfrutando del espectáculo. Como esperaba, la mayoría de los herreros, para no correr el riesgo de reclutar a un incompetente, habían decidido aliarse con otros competidores. Sin embargo, para muchos, el orgullo que habían dejado a un lado no había sido suficiente como para quitarles las ganas de mandar en la herrería: desde lejos podía escuchar como varios grupos discutían acaloradamente sobre que diseño sería mejor.

¡Ahí vamos! —dijo mientras se ajustaba el obi y se dirigía hacia los competidores para revisar los diseños.

Paso de puesto en puesto hasta que llego donde Datsue.

Tres metros, cuatro hojas —musito mientras detallaba el pergamino—. Es una locura, pero creo que cumple con el espíritu de la competencia: “Hazlo en grande o vete a casa”.

Se rio fuertemente mientras recordaba su época dorada como herrero. De pronto sus ojos casi llorosos se posaron sobre la mujer mayor que se había ofrecido a ayudar a Datsue. Su rostro se volvió rígido y perspicaz, como si acabase de ver una grieta en la pieza de un aprendiz.

¡Óyeme, muchacho! —dijo con voz acerada, apoyando su brazo en el hombro del ninja con la típica rudeza de los forjadores—. ¡No te equivoques!…; pero si necesitas algo, puedes enviar a aquella flor de otoño a preguntarme lo que sea.

Dijo aquello comenzando casi amenazante y luego riéndose como un sinvergüenza, para luego mirar hacia la señora y guiñarle un ojo mientras se alisaba la barba.

Luego de pasar por todos los puestos, el juez procedió a dar el resto de instrucciones: no necesitaba el arma completa, sino solo el arma forjada. Es decir, no tenía que lucir bonita ni estar engastada, solo tenía que estar el metal desnudo y listo para vestir. Además de eso, debido a la diversidad de armas, el juez les invito a no cohibirse en caso de que necesitasen alguna herramienta particular. El mismo no estaba seguro de que podrían necesitar, pero si no lo conseguían en aquella ciudad en aquel momento, pues es que tal herramienta no existía. Lo otro era el tiempo, solo disponían de seis horas (o hasta que cayese el sol a partir de aquel instante).


Hola, chicos, la mecánica es la siguiente:

Se disponen de seis horas y, más o menos, la elaboración del arma requerirá de tres procesos principales: el forjado o martillado, el tratamiento del material (que ya tenían) y la corrección y afilado de la amoladora.

Bien, el tiempo exacto que se ha de tomar en cada tarea viene dado por la “x” de la siguiente ecuación: x³-6x²+11x-6=0

Al resolverla, o simplificarla, obtendrán tres resultados (tres tiempos) que utilizarán para los tres procesos. Ahora, como son tres tiempos, ya quedara de parte de ustedes como lo distribuyen según las tareas, pues esto influirá en los parámetros finales del arma (aunque no haya una distribución correcta o errada, cada arma tendrá su distribución ideal).

Digamos que las armas tendrán + o – Filo y letalidad, Integridad y flexibilidad, Durabilidad y confiabilidad, según qué tiempo se dedique a cada proceso.

Si necesitan una pista para resolver la ecuación, pueden pedirla on-rol a Cooper.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
El sai, sin duda, era un arma muy completa. A menudo se la infravaloraba, por ser más pequeña, con poco alcance, pero eso solo lo pensaban los que no la conocían verdaderamente. Era ágil, elegante, muy manejable e incluso se podía transformar en un arma arrojadiza.

La propuesta de Datsue, en cambio, era mucho más arriesgada. Tal y como decía Juro, era difícil de empuñar. Incluso se podía volver en contra del dueño, si no se tenía cuidado. No ofrecía daño por penetración, y el mero hecho de forjarla iba a ser un verdadero quebradero de cabeza. No obstante, habían venido a jugar, ¿no?

Pues Datsue iba a ir con todo o con nada.

Después de recibir la inspección de Cooper, quien le echó cierta mirada ambigua, se puso con el proceso de forja. No había tiempo que perder. Para llevar a cabo el proceso, Datsue tendría que dedicarle tres horas para tratar el material —la suya iba a ser un arma muy flexible, e iba a necesitar por tanto mucho tiempo para convertir un trozo de hierro duro en tres hojas casi tan dúctiles como el papel—, dos horas para la forja, y una última hora para el afilado. En aquella arma, el afilado era, sin duda, lo menos importante. El peso recaía en las dos primeras, y por eso pensaba dedicarle mayor tiempo.

Hechos los cálculos mentales, y hablado con sus clones, el equipo procedió, con diligencia y sin discusiones, a la forja del arma. Les quedaban seis largas horas de sudoroso trabajo y calor asfixiante. Más les valía darlo todo.

Mientras tanto, un hombre vestido en kimono, de pelo largo atado en una coleta, avanzó entre el público para aproximarse a la primera fila. Quería ver mejor a los concursantes…

… y al público que los observaba.


x = 1; x = 2; x = 3
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
Finalmente, Datsue tomó su decisión: seguiría adelante con el plan que tenía en mente. Juro no se lo reprochó. Había decidido aconsejarle pero, también como fabricantes de armas, entendía perfectamente la necesidad de crear algo que saliera de ti (y no lo que otro te dijera). Al fin y al cabo, forjar un arma no solamente era fabricar un mental, sino poner su marca en él. Datsue estaba haciendo una creación bajo un modelo, pero de resultado único.

El juez examinó las diferentes propuestas de los participantes y pareció dar por válida la de Datsue. Así es: era todo o nada. Ahora solo tenía que marcar bien los tiempos y aprovechar el tiempo que tenía para forjarla.

« Al menos, este juez parece más amable » — pensó Juro, mientras observaba como daba las instrucciones y les animaba a pedir herramientas que pudieran hacerles falta.

Al menos, no todos los jueces odiaban a los shinobi, supuso. O no había corrido el rumor de que Datsue lo fuera, pero Juro lo dudaba.

En este caso, Datsue no le llamó para pedirle ayuda. Puede que él mismo no hubiera sabido ayudarle, de todas maneras. Él era el que mejor estaba viendo, en ese momento, como organizar los tiempos, el metal y en general, la propuesta que estaba trabajando. Juro solo pudo animarle en silencio y desear que todo fuera bien.

— ¿Qué opinas de la competencia, Kazuma-kun? — le preguntó a su alumno. No solo quería ver qué opinaba de los contrincantes del Uchiha. También quería fijarse exactamente a quien se enfrentaba. Especialmente, buscó alguien que pudiera llamarle la atención.

Juro tampoco perdió ojo, en general, al público, especialmente en la primera fila. Quería estar preparado por si algo como lo ocurrido en la vez pasada se repitiera.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
Las horas de la tarde pasaron acaloradamente, mientras el público veía las chispas volar de los yunques y el sudor correr por las frentes de los herreros. Para cuando el día moría por el oeste, la prueba se dio por finalizada en su etapa de forja. Varios de los equipos no lo habían logrado a tiempo, pero esa era la idea de toda la competencia, marcar la finísima línea entre los que eran capaces ir un poco más allá y los que no.

Cooper se levantó de su asiento, emocionado, y fue a revisar las forjas de los competidores… Se tomó su tiempo, viendo, midiendo y pesando. Cuando tuvo listo los resultados volvió a su estrado, listo para anunciarlos, pero alguien llamó su atención, alguien llegado desde tras bastidores.

¡¿Qué?! No, ¿Cómo se te ocurre? —respondió asombrado, hablando con lo que desde lejos se veía solo como una sombra—. Si, si, sería interesante…; pero eso no está en los planes… Vale, vale, que es una buena sorpresa, pero es que nos vamos a ganar una bronca… Mientras prometas hacerte responsable, puedes hacer lo que quieras.

Finalmente, y con un gesto de derrota resignada, pero nada triste, dio los resultados:

De los equipos que lograron entregar, todos son aptos para seguir continuando; aunque la calidad del resultado hará variar las puntuaciones otorgadas. En cuanto a dichas puntuaciones…

Yo me encargare a partir de aquí, Awara-san —dijo la sombra que hasta entonces había permanecido cubierta por una capa, y que al quitársela revelo a un hombre rubio ataviado con ropas brillantes y unas gafas oscuras—. Los puntos les serán asignados luego de la consecución de las pruebas.

Se detuvo un momento y paladeo con amor teatral la incertidumbre entre el público y algunas voces de quejas que venían de los competidores.

Mi nombre es Hiruma Sanemi, y soy el juez de la siguiente prueba…, me explico —hizo una pequeña pausa y aclaro su voz, una voz de aristócrata empoderado—. He decidido que la siguiente prueba sea a continuación.

»Quienes me conocen saben que no soy herrero, sino subastador, comerciante, coleccionista y experto en artesanías… Quizá crean que soy desconsiderado al explotarles de semejante manera, y seguramente sea cierto. Pero los herreros que tienen mi confianza son aquellos que son capaces de trabajar día y noche a través del agotamiento cuando de cumplir con su meta se trata.

Aquella parecía su manera de aligerar la conciencia, aunque a los competidores no les quedaba otra opción.

La pruebas consistirá en lo siguiente —hizo una seña y un grupo de ayudantes entro a la plaza llevando varios carros de materiales—. Deben de completar sus armas, decorarlas, afilarlas y dejarlas presentables.

Los vagones contenían de todo, desde variedad de maderas, cuernos y otros materiales hasta extrañas arcillas, rocas y varias botellas con ácido, además de multitud de herramientas para grabar el metal.

Las condiciones son las siguientes: el arma debe tener un acabado digno de un señor feudal, un nombre con historia y significado y algún rasgo distintivo en su conjunto visual, la hechura particular del herrero. Además, debe tener esto:

Un asistente a su lado levanto una especie de tela con unos dibujos


....................................................................................................
...........................................................................................................
......................................................................................................................
...........................................................................................................
....................................................................................................


Esas son las veintisiete flores en tres figuras de mi emblema familiar. Deben (para la firma en el arma) de reorganizarlas en tres figuras de nueve flores, con filas de tres flores. Dentro de poco, los asistentes les traerán comida y bebida. Eso sería todo, tienen hasta la media noche.

***

Parece que será una larga jornada —comento Kazuma mientras se levantaba de su asiento—. Iré a buscar algo de comer, sensei, lo necesitáremos si queremos estar atentos a la prueba que se viene.

Y así, el joven peliblanco se alejaría a buscar algunas provisiones. Mientras tanto, Juro podría ver entrar en su campo de visión a nada más y nada menos que la muchacha saboteadora de la ronda anterior, asechando en la primera fila.


Hola, el problema de ordenamiento consiste en los siguiente: a partir de tres figuras, cada una compuesta por nueve flores, se debe formar una disposición que conste de, por lo menos, 9 filas de 3 flores cada una. Las figuras deben ser distintas y simétricas, a la vez que deben usarse las 27 flores. De necesitar una pista, consultar al juez de la prueba.

Con nueve filas me refiero a esto, vertical:

*1
*2
*3
*4
*5
*6
*7
*8
*9

Y no a la disposicion del dibujo presentado, horizontal, que solo tiene 5 filas (4 de dos flores y 1 de una flor) en su conjunto.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
Juro observó desde la distancia como Datsue hacia su trabajo. Cuando la prueba pareció terminar, un hombre rubio apareció y anunció que la siguiente prueba continuaría ahí, en ese mismo momento. Juro se quedó asombrado: ¿No necesitaban los participantes descansar un poco después de la tarea? El marionetista supuso que además de su capacidad de decorar y herrar, lo que en realidad estaban probando era su capacidad de aguante en la tarea.

« Afortunadamente, Datsue es un shinobi más que entrenado. Podrá aguantarlo perfectamente » — pensó, para sí, aliviado.

Lo lamentó por los demás. Supuso que si se habían metido en una competición así, tendrían la suficiente capacidad. En otro caso, bueno, cuantos menos participantes pudieran seguir, mejor para ellos. La nueva tarea desde luego, no era sencilla. Había que organizar con una decoración floral el diseño del arma, de una manera libre, además de buscar un característico y un nombre que fuera curioso. Un nombre con historia.

Kazuma le habló, sacándole de sus pensamientos. Iba a ir a por algo de comer. Sonrió para sí. Menos mal que tenía a un buen alumno.

— De acuerdo. Gracias, Kazuma-kun — afirmó. Así sería más fácil hablar con Datsue sin miedo a que le pillara, aunque se sintió mal deseando que su alumno se marchara.

Tras darse la vuelta e irse, activó el sello.

— ¿Tienes alguna idea de qué hacer con las flores? — susurró Juro, al oído —. Cuando ha hablado de nombres, no he podido acordarme de uno sobre el que leí en un pequeño libro de bolsillo de la biblioteca de mi aldea. "Égida". Un arma forjada por los dioses , capaz de otorgar invulnerabilidad a su portador. A veces se representaba como un escudo u otras como una lanza, pero creo que pillas el simbolismo, ¿no?

Juro hubiera querido hablar o explicarle más, pero entonces, se dio cuenta de algo. Ella. Estaba en la primera fila estaba la saboteadora. Se mordió el labio inferior.

— En la primera fila está la misma mujer de la otra prueba. Voy a aproximarme a ella camuflado — susurró, describiéndole exactamente su posición.

Se disculpó mentalmente con su alumno y dejó un pequeño papel en sus asientos, con la palabra "Ocupados". Después, cuidadosamente se marchó a un lugar apartado y entonces, realizó la transformación. Cuando salió, ya no era Juro, sino un hombre adulto, más alto y curtido. Tenía una densa barba negra y el pelo corto y rapado al raso. Vestía una túnica negra, de forma que le ayudaba a pasar desapercibido.

« Ya sabe como es mi rostro. Si vuelve a pillarme intentando detenerla, probablemente sospechará » — La verdad es que después del puñetazo que le había soltado, temía que al verle, se iniciara otra confrontación. No es que le tuviera miedo a una ninja de pacotilla, pero prefería evitar conflictos innecesarios, por el momento.

Se aproximó, cuidadosamente, a la primera fila. Trató de que no le vieran, pero no le quitó ojo de encima, a la espera de su siguiente movimiento.


CK: 200 - 8 = 192

¤ Henge no Jutsu
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
Como un puto jarro de agua helada en mitad del sueño, así le cayó la noticia de que no habría descanso para la siguiente prueba. El Uchiha, al contrario que el resto de competidores, no trabajaba por uno. Trabajaba por cuatro. Si bien sus clones no le transmitían el cansancio de cada uno, el mero hecho de mantenerles activos por tanto tiempo suponía un estrés mental considerable. Eso, y que tenía tan poco chakra en su cuerpo que se sentía débil. Frágil.

Me cago en mi puta vida… —farfulló, encontrando la misma cara de cansancio en cada uno de sus compañeros de trabajo.

Al menos, tenía a Juro para ayudarle. Una gran suerte, pues no se veía con las energías de estrujarse el cerebro en busca de un nombre original y pegadizo.

Égida, me gusta —reconoció, aceptando aquel nombre propuesto a la primera—. Sí, lo de las flores no parece muy complicada. Tres figuras de nueve flores cada una, no suena complicado.

Pulir el arma hasta dejarla reluciente como una joya y afilada como una aguja era otro cantar, desde luego. Suspiró. Suspiró cuatro veces, y entonces asintió. No valía de nada posponerlo más. Cuanto antes se pusiese manos a la obra, antes terminaría.

No obstante, tras dar instrucciones a sus compañeros para ponerse a trabajar, el Uchiha recibió el aviso de Juro: la tramposa estaba de nuevo al acecho.

Confío en ti —dijo, mirando a uno de sus clones, cuando en realidad hablaba a Juro.

Confiaba en él, pero iba a mandarle una ayudita. Localizó al clon con aspecto de hombre con pelo largo, y, disimuladamente, con la mano pegada al costado, señaló con un dedo hacia su derecha.

El clon, ya situado en primera fila, activó el Sharingan —quedando este oculto por el Henge—, y se aproximó, despacio, a Juro. Sabía que era él pues sus ojos, claro, eran capaces de atravesar aquel pequeño disfraz. Quedó a unos cinco metros de su posición, con gente en medio. Por el momento, iba a quedar en un segundo plano, vigilante.




................
..............................
................
..............................
................
..............................
................
................
................


San Tomoe no Sharingan

Clon #4:

38/56

-18
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
Al poco tiempo de iniciada la prueba, un grupo de asistentes se encargó de llevar a cada puesto de trabajo algo de comer: pan, queso, fruta, vino, agua y algunos caramelos. Aquella, sin duda, resultaría una cena frugal; pero para aquellos que la necesitaban venia como caída del cielo. Aun así, el cansancio por hambre se diferenciaba del cansancio por sueño. De pronto los martillos eran más pesados y las manos más torpes, los ojos eran menos precisos y la mente menos atenta a los errores.

Y mientras los participantes se debatían con una mano en la comida y la otra en la herramienta, entre las sombras del publico había quienes tenían la intención de desviar el curso de la competencia. Como es natural en esas gentes, la noche es su periodo de máxima actividad y la oscuridad su elemento; pues a diferencia de la bien iluminada plaza en que trabajaban los herreros, las gradas yacían en una penumbra densa.

Ya estoy en el sitio, ¿ahora qué tengo que hacer? —comento la muchacha, mirando hacia la plaza, pero hablando, pareciese que sola y con la mano sobre la oreja—. ¿Solo eso? No lo pillo, pero si tú lo dices, está bien… ¿Cómo va lo otro?

Su voz era clara para quien estuviese más próximo, pues no parecía siquiera querer molestarse en ocultar sus palabras. Estuvo así unos instantes, luego miro hacia un lado y otro, verificando que nadie le estuviese viendo en aquel momento. Junto sus manos en una serie de torpes sellos, y comenzó a soplar alguna técnica de elemento viento que hacia vibrar el aire.

¡Sensei, sensei! —exclamo agitado Kazuma mientras llegaba al sitio en que había dejado a Juro—. Disculpe, aquí estaba un joven hasta hace rato, ¿sabe a dónde fue?

Pero la persona a quien se dirigió estaba enfocada en como los herreros elegían sus materiales y preparaban las distintas decoraciones, no tenía manera de fijarse a donde iba sus vecinos de asiento.


La respuesta es correcta, pueden proseguir.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
Juro observó a la chica y comprendió dos cosas: tenía alguna clase de comunicador (al igual que Datsue se comunicaba con Juro) y su habilidad ninja no era muy buena, así como su voluntad. Hacía lo que le decían y sus sellos eran torpes. Entonces, comprendió que no era rival para él. Al menos, en términos de ninjutsu. Sin embargo, era muy discreta y ese era el problema. En caso de necesitarlo, podía confrontarla y probablemente, ganaría, pero necesitaba encargarse de ella de manera más discreta aún si no quería que cundiera el caos.

Escuchó su conversación y creyó entender algo: parecía que alguien más estaba haciendo algo en ese momento.

Mierda. Eso no era bueno.

— No la entiendo muy bien, pero creo que hay otra persona actuando en otra parte con la que se está comunicando. Ten cuidado y avisame si ves algo extraño — susurró Juro, aún desde la distancia y oculto de ella. No cayó en el detalle de que ahora, no estaba usando su voz, sino una mucho más viril y profunda, del hombre en el que ahora se había convertido. —. Voy a distraerla .

De momento, su objetivo iba a ser ese. Podía esperar para ver qué más información obtenía, pero, mientras tanto, esa chica haría de las suyas y Datsue volvería a perder su oportunidad de ganar la prueba.

El marionetista confiaba en sus habilidades: detenerla la iba a detener. Que fuera de una manera pacífica, pues... tendría que verse. Desde luego esta vez iba atento y mucho más preparado. No iba a comerse ningún otro golpe por fingir ser un civil.

— Buenos días señorita. Disculpeme — La muchacha, inmersa o no en su técnica, se vería interrumpida tan pronto que poco podría hacer contra el Uchiha. Ante ella, se alzaría la imponente apariencia nueva del hombre en el que se había disfrazado Juro. Estaba parado frente a ella (a una distancia prudencial de medio metro, para evitar sorpresas) y la estaba mirando directamente, esperando su reacción.

Esta vez, no iba a ser un incidente que la distrajera solo unos segundos. Iban a conversar. Juro había pensado que no necesitaba sacarla de la partida de una manera vistosa. Tan solo con que ella misma se de cuenta de que alguien la está observando, ya no podría actuar tan libremente. Planeaba ganar tiempo. Tiempo para evitar una confrontación que, lamentablemente, podría acabar ocurriendo.

De momento, vigiló bien sus movimientos. El resto de personas estaban quietas, pero si ella le golpeaba de una manera fuerte o que provocara que se desconcentrase, entonces la transformación se desharía. Por eso, no podía pillarle con la guardia baja.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.