Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Akame se había ido, ni si quiera le dio opciones a Riko de despedirse, simplemente dejó el dinero por su consumición y se fue del local, como si tuviera mucha prisa. El Senju, por el contrario, se quedó allí por varios minutos, pensativo, mientras esperaba a que la camarera del lugar apareciera, momento en el que le daría el dinero que el Uchiha había dejado en la mesa, junto el que le correspondía a él por sus granizados más un plus por el vaso roto e, inmediatamente, sabía lo que tenía que hacer.
Recorrió el lugar como un fantasma, andando a toda prisa y sin ni si quiera mirar a nadie, estaba completamente enfrascado en lo que tenía que hacer, tenía que hablar con él, tenía que aclarar todo aquello y descubrir si todo lo que había pasado no había sido más que una jugarreta en la que querían dejar en mal lugar a Akame.
En cuanto el peliblanco abandonó las calles de Sendoshi echó a correr, como si no le quedase tiempo y, en cierto modo, así era, tenía que tener la suerte necesaria como para encontrar a Datsue allí donde estuviera y, como era lógico, empezaría por la residencia, quizás estuviera allí.
...
«¿Dónde narices estaba alojado Datsue?»
El peliblanco comenzó a hacer memoria, repasando cada piso y cada habitación con la cabeza hasta que tuvo claro cual era la habitación del Uchiha. Subió hasta el segundo piso de la residencia, tercera habitación de la izquierda, se paró allí enfrente, tomó una buena bocanada de aire y llamó a la puerta con tres golpecitos con los nudillos.
Datsue no paraba de dar vueltas en el interior de su habitación. Caminaba en círculos, en un bucle infinito que solo interrumpía para acercarse a la ventana, husmear, y, decepcionado por no atisbar a quien quería, volver a la rutina. Así llevaba lo que le parecían horas, con el pulso acelerado y la emoción apenas contenida.
«Vamos, joder… ¿Por qué tardará tanto?»
Estaba empezando a preocuparse. ¿Y si le habían pillado por el camino? ¿Y si algún compañero lo había cazado con las manos en la masa? ¿O algún Ameriense? ¿O Kusareño? En nadie confiaba más para misiones de infiltración que en él. Más incluso que en Uchiha Akame, pero tanta demora no era normal. Ya debería estar allí. Ya debería…
Toc, toc, toc.
Datsue se precipitó hacia la puerta, quitó el pestillo y la abrió de golpe.
—¡Al fin! ¡Ya estaba pensando que la habías ca…! ¡Riko! —exclamó de pronto, sin poder disimular su decepción, al darse cuenta que no era quien esperaba—. ¿Qué… Qué haces aquí?
»No importa, pasa, pasa. De hecho, ¡me vienes de perlas! ¡Tengo grandes noticias que contarte, Riko! ¡Oh, quizá ya te hayas enterado! ¿Has pasado recientemente por tu habitación?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
El senju escuchó como, quien fuera que se encontraba dentro de la habitación se abalanzó sobre la puerta, como si estuviera esperando a alguien desde hacía un buen rato, como si al abrir la puerta fuese a encontrar el mayor de los tesoros pero, cuando la puerta se abrió, Riko pudo ver decepción más que cualquier otra cosa reflejada en el rostro del Uchiha.
El peliblanco aceptó el ofrecimiento de Datsue y entró a la habitación, lo que no se esperaba era que éste quisiera contarle algo.
— Pueees... Esta mañana... ¿Antes de salir? — Dijo como dudando, claro que había pasado recientemente, vivía allí, ¿qué iba a hacer si no?
Riko entonces agitó la cabeza, en signo de negación y de forma enérgica, no era eso a lo que había ido hasta allí.
— No, no, no, tenemos que hablar Datsue, sobre la entrevista.
«Así que por la mañana… Lástima que lo de madrugar no sea lo mío»
Datsue se rascó la muñeca, por encima de la venda, que le picaba. Aparte de su habitual vestimenta, el Uchiha tenía vendada la muñeca derecha y el antebrazo izquierdo. Pequeñas heridas que todavía conservaba de su último combate, donde había empatado contra Hyuuga Daruu. Aquel cabrón de ojos blancos le había robado las esperanzas de alcanzar la gloria. El reconocimiento del público. Su adoración...
Sacudió la cabeza. No era momento para deprimirse. Riko le dijo que tenían que hablar sobre la entrevista, y el Uchiha no pudo evitar sonreírse.
—¡Pues claro que tenemos que hablar sobre la entrevista! —exclamó, pletórico, dándole una palmada en el hombro—. Tengo excelentes noticias que contarte. ¡Excelentes! —Con la mano todavía apoyada en su hombro, lo condujo hacia la puerta por la que había entrado y le echó—. ¡Pero no quiero arruinarte la sorpresa! Ve a tu habitación un segundo, hazme caso. Y luego vuelve con lo que hayas encontrado. ¡De prisa, no hay tiempo que perder!
»Oh, y si ves a Akame… —añadió, en un susurro—, procura evitarle.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Datsue parecía estar completamente pletórico, lleno de una vitalidad y de una alegría que solo eran justificables con la mejor de las noticias y aquello no terminaba de dar la mejor de las espinas a Riko que, después de recibir la palmada en el hombro de su camarada.
Éste le instó a que se dirigiera a su habitación, incluso empujándole para echarle de la habitación, aunque no de malas maneras pero, justo antes de que cerrara la puerta escuchó como le decía algo más, algo que, lamentablemente no podía cumplir.
— He hablado con él. — Soltó, en un tono seco antes de que el Uchiha le cerrara la puerta en las narices, y se quedó allí plantado, esperando una reacción por parte de Datsue, quien no sabía cómo se iba a tomar aquel nuevo dato.
Las palabras de Riko resonaron en su cabeza como un eco amenazador. ¿Cómo es que había hablado con él? ¡Pero si habían quedado en no decir nada hasta volver a la Villa! Y si Akame se enteraba que era él quien estaba detrás de todo aquello…
«Oh, no…»
El Uchiha volvió a tirar de él hacia adentro, agarrándole por la camisa, y cerrando de un portazo la puerta. Luego echó el pestillo, visiblemente nervioso, y se acercó a la ventana, temeroso de que alguien estuviese espiando desde afuera…
Alguien con muchas ganas de… venganza.
Solo cuando se aseguró de que no había nadie dirigió la mirada a Riko.
—Que… ¿Qué le dijiste? No me… No me delatarías, ¿verdad, Riko? —«Maldito traidor… ¡Me ha delatado seguro!»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Las palabras del Senju calaron hondo en el Uchiha, su rostro cambió por completo, parecía como si se le hubiera desencajado y, sin demora alguna, agarró al peliblanco de la camiseta y le arrastró de nuevo hacia el interior de la habiación, demostrando gran nerviosismo, nerviosismo que no hacía más que delatar que, efectivamente, le había mentido.
El dueño de la habitación andó de lado a lado de la misma, mirando por la ventana, cerrando la puerta con pestillo, tratando de evitar que nadie viese o entrase en la habitación.
—Que… ¿Qué le dijiste? No me… No me delatarías, ¿verdad, Riko?
Riko chasqueó la lengua, en un gesto de desaprobación.
— ¡No, claro que no joder! Pero creo que conoces a Akame tan bien como yo o mejor y... sabes que es un tipo listo — Aseguró el Senju. — Me mentiste, ¿verdad? Todo lo que me contaste durante la entrevista... Era mentira, ¿no? — Habló en un tono acusador, pero algo decepcionado.
—¿Qué? Por los Dioses, Riko, ¡claro que no! —exclamó, ofendido—. ¿Cómo puedes pensar eso de mí?
El Uchiha respiró hondo, súbitamente esperanzado de que Akame todavía no supiese nada. O, al menos, que no supiese que él estaba metido en el ajo. Tenía que averiguar hasta qué punto sabía… Pero para eso, antes tenía que volver a ganarse la confianza de Riko. Por el estado en el que se encontraba, no parecía tarea fácil…
… pero en peores temporales había capeado.
—Escúchame, Riko. No sé qué te pudo decir Akame… ¡pero tengo pruebas! ¡Ya te lo dije en su momento! Tengo una fotografía que lo prueba todo. Te la puedo enseñar, si dudas de mí. Y no solo eso… —se acercó a él y bajó la voz—. He conseguido a un segundo testigo. Un antiguo amigo y vecino de Haskoz, Riko. Y sus declaraciones han sido… —emitió un silbido prolongado, como queriendo decir que eran la bomba—. Me muero de ganas de que las leas. Te vas a quedar sin aliento, te lo aseguro.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
—¿Qué? Por los Dioses, Riko, ¡claro que no! ¿Cómo puedes pensar eso de mí?
Riko cerró los ojos, cansado de aquel tema ya, no tenía nada claro quien mentía, pero sabía que alguien lo hacía, sin lugar a dudas y sin importar el motivo tras ello, alguien estaba intentando confundir al Senju, y no sabía por qué, no llegaba a entenderlo.
Fue Datsue entonces quien habló, explicándose y aportando que tenía pruebas de todo lo que le había contado.
«¡La foto!»
El peliblanco entonces supo qué tenía que decir, no estaba muy seguro de como reaccionaría el Uchiha, pero era lo correcto.
— ¿Y dónde está sacada esa foto, Datsue? ¿No será en una habitación de Nantōnoya, donde Noemi no está?
11/09/2017, 16:49 (Última modificación: 11/09/2017, 16:49 por Uchiha Datsue.)
—¿En una habitación de Nantonoya? —repitió Datsue, incrédulo. ¿Cómo demonios lo había sabido?—. Pues, la verdad, en la imagen no se llega a apreciar. Pero quien la sacó me asegura que no. De hecho, me asegura que la tomó hace tiempo, mucho antes de que se supiese nada del torneo.
«¿Cómo demonios sabe que la foto fue tomada aquí? Mierda, cuando el flash… ¡Akame tuvo que adivinar que fue una foto!»
—Riko, no sé qué te habrá dicho Akame. Pero, por favor, recuerda que estamos hablando de quien estamos hablando. Fue él quien empezó los rumores sobre tu traición, no lo olvides. Antes de sacar conclusiones precipitadas, déjame…
Alguien tocaba en el cristal de la ventana de forma frenética. Tocar quizá se quedase demasiado corto como definición. Más bien la aporreaba, con tal angustia que era todo un milagro que el cristal no se hubiese hecho añicos ya. «¿Qué cojones? ¡Chokichi!»
Riko lo reconoció en seguida. Era un compañero suyo de clase, que desgraciadamente había repetido curso. Recordó que era un tipo aficionado a sacar fotografías, de mirada huidiza y vergonzoso, aunque cuando empezaba a hablar no había quien le parase.
Datsue abrió la ventana corredera y el joven chico se precipitó al suelo, cayéndosele una revista por el camino, justo a los pies de Riko. Hozuki era un chico de cara redondeada, ojos saltones y azules y un cabello rojizo y rizado, no muy largo. Su rostro reflejaba el terror más absoluto, como si acabase de ver al monstruo más terrorífico del mundo.
Se abalanzó sobre Datsue y lo agarró por la camisa.
—Nononono. Nononono. Nononono... —Con los ojos desencajados y la cara blanca, Chokichi parecía estar sufriendo un colapso.
—¡Chokichi, por los Dioeses, cálmate! ¿Qué ocurre?
—Te lo dije… ¡Te dije que no era buena idea! Está aquí. ¡Está aquí y nos va a matar!
—¿Aquí? ¿Quién? ¿Dónde?
—¡Estamos perdidos! —Hozuki rio. Una carcajada estridente y demente, como si hubiese terminado de perder la razón. Entonces reconoció a Riko, y se abalanzó sobre él—. ¡Riko, ayúdame! ¡Tienes que creerme! ¡Yo no tengo la culpa de nada! ¡DE NADA!
—¡Chokichi, me cago en la puta! ¡¿De quién cojones estás hablando?! Quién nos va a…
Uchiha Datsue miró a Hozuki. Hozuki, que se suponía que iba a entrar por la puerta, y no la ventana, cuando hubiese acabado su cometido.
Uchiha Datsue miró a Riko. Riko, que acababa de hablar con Akame.
Uchiha Datsue miró la puerta. La puerta, una simple hoja de madera que no contendría ni una simple brisa.
A Uchiha Datsue se le paró el corazón…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
11/09/2017, 18:00 (Última modificación: 11/09/2017, 18:08 por Uchiha Akame.)
Toc, toc, toc.
Serían tres golpes secos como martillazos de herrero, suaves pero cargados de una firmeza palpable. Si ninguno de los presentes abría la puerta, al cabo de unos momentos volverían a sonar.
Toc, toc, toc.
Tres toques en la puerta de Datsue como tres campanadas de difunto. Con los gritos que habían estado dando tanto él como Chokichi, era imposible que no se les hubiese oído desde el pasillo.
Toc, toc, toc.
Tres toques más.
—¿Abogado? ¿Abogaaadooo? Sal ratita, ¡quiero verte la colita!
Datsue negó que aquella foto hubiera sido tomada allí, en las instalaciones en las que se encontraban en aquel preciso instante pero, para el Senju, era mucha casualidad que apenas un rato antes Akame le hubiera hablado de que le hubieran tomado una foto y justo ahora Datsue le revelara que su prueba era, precisamente, una foto.
Los instantes posteriores fueron sumamente confusos, en primer lugar aquellos golpes en la ventana que, de haber continuado un poco más, habrían llenado la habitación de cristales. Cuando ambos uzuneses se fijaron en la ventana verían como Chokichi, el repetidor, se encontraba allí, visiblemente nervioso.
«¿Y éste qué hace aquí?»
Pero no tuvo tiempo a reaccionar, el Uchiha y el recién llegado empezaron a gritarse entre ellos, cosas que para el peliblanco no tenían sentido alguno y de repente el pelirrojo se abalanzó sobre él, pidiéndole ayuda, ¿ayuda para qué? Riko entonces miró a Datsue y le vio, como perdido mirando hacia la puerta y de repente...
Toc, toc, toc.
Todos miraron a la puerta.
Toc, toc, toc.
—¿Abogado? ¿Abogaaadooo? Sal ratita, ¡quiero verte la colita!
Riko pudo distinguir la voz de Akame pero... ¿qué había dicho? No entendía nada, era como si estuviese en un mal sueño lleno de cosas sin sentido y que, de un momento a otro se despertaría, solo tenía que esperar a ver que sucedía.
Datsue ni siquiera se dio cuenta. Todo el color de su cara había desaparecido, y se había olvidado hasta de respirar.
—¿Abogado? ¿Abogaaadooo? Sal ratita, ¡quiero verte la colita!
«Ese de ahí… No… No puede ser Akame» La voz era de Akame, pero no podía ser él. Akame era un tipo frío como el hielo, duro como el cemento e inalterable como la historia de sus antepasados, escrita a fuego y sangre en el subconsciente de cada Uchiha. Y aquella era la voz de un loco. De alguien que había cruzado la delgada línea de la razón, y se había dejado llevar por la demencia.
Riko le sugirió de abrir, y el Uchiha, en vez de llamarle loco y saltar por la ventana, asintió. Aquello era tan solo otra muestra de lo nervioso que se encontraba. En condiciones normales, se hubiese tirado de cabeza por el ventanal.
—P-por supuestísimo que abriré. Q-que por algo me llaman Datsue el Intrépido, hombre ya —«Todavía puedo explicárselo. Todavía puedo decirle que no fue culpa mía… Sí… Exacto. Le echaré la culpa a Chokichi y Riko. ¡Es más, la culpa fue de ellos! ¡Fueron ellos quienes me envenenaron con sus palabras! ¡Y tengo pruebas! ¡Está todo grabado!»
Por mucho que intentaba convencerse, su mano se negaba a moverse. Todo su cuerpo lo hacía. «Vamos, coño. No pasa nada… El tío es un profesional… Jamás pondría la mano encima a un compañero de Villa. Eso…»
Clack. El pestillo de la puerta abriéndose. Datsue tiró de la puerta hacia atrás y…
—¡V-vaya! ¡P-pero qué sorpresa más agradable! —su cara no parecía mostrar lo mismo—. Que… ¿Qué se te ofrece, mi buen amigo y camarada? —preguntó, remarcando la última palabra—. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
11/09/2017, 20:31 (Última modificación: 11/09/2017, 20:31 por Uchiha Akame.)
Cuando la puerta se abrió, allí estaba la persona a la que ellos esperaban. A simple vista no había nada malo en su aspecto, o raro, o que desentonase. Excepto porque sus labios no estaban curvados en la característica sonrisa tranquila del Uchiha. No, sino que más bien formaban una línea abrupta e irregular.
Pero aparte de aquel detalle, nada en Akame parecía indicar que ocurriese algo malo. Su figura, delgaducha y escuálida, bloqueaba el hueco de la puerta de la habitación. Tenía la cabeza erguida, y su melena negra le caía hacia atrás en una coleta; en la frente lucía la bandana de Uzushiogakure. En la otra mano, un kasa de paja. A la espalda, su vieja espada.
—Hola, Datsue-kun.
Fue al hablar cuando los otros gennin pudieron notar que algo había cambiado en él. Porque su voz era fría como un témpano y dura como el acero de su ninjato, amenazador. Sus ojos, firmes trozos de pizarra, taladraban a Datsue con una mirada a medio camino entre el desconcierto y la rabia.
—Pues, ya que lo dices, sí que puedes hacer algo por mí... —comenzó Akame, y entonces sin ser invitado ingresó en la habitación con un paso adelante, bien firme—. De hecho, hay muchas cosas que podrías hacer por mí. Por ejemplo, explicarme por qué le dijiste a Riko todas esas mentiras...
La mirada del Uchiha se desvió un momento hacia su compañero de pelo blanco.
—... por qué mandaste a Hozuki Chokichi-san a espiarme y hacerme una fotografía sin mi consentimiento...
Desvió los ojos hacia el muchacho que yacía, aparentemente, inerte en el suelo.
—... o, al menos...
Avanzó un paso más, de modo que si Datsue no se apartaba, Akame le propinaría un reverendo cabezazo en la nariz.
—... contarme qué delirios de grandeza, qué bendita idea, qué putísima justificación construyó esa cabeza tuya para hacerte creer que podías burlarte de la memoria de Haskoz-kun.
Mientras cierta joven se hinchaba el estómago con dulces y comida chatarra, algo pasó por debajo de la puerta, unas pocas hojas de papel con ciertas cosillas escritas que en la primera se podía divisar perfectamente una fotografía.
Nada raro a ojos de la Kageyama que una vez más vestía un conjunto bastante casual a falta del habitual suyo. Una playera blanca y un pantalón largo y negro, ambas prendas bien ceñidas a su cuerpo.
El solo ver la revista la hizo dejar de comer, técnicamente no tenía hambre, pero le faltaba para tener el estómago lleno y aun así, a medida que se acercaba a los papeles fue vislumbrando con mayor nitidez la fotografía, y con ello su expresión también se fue alterando.
De una mirada aburrida e inocente, la rubia pasó a tener una mirada fulminante, sus ojos se mostraban algo más pequeños e intimidantes, una sonrisa de medio lado perturbadora, y un ligero tick que en conjunto con un temblor generalizado de su cuerpo la hacía parecer una desquiciada a punto de realizar alguna locura.
Pero a pesar de todo, la rubia tomó los papeles y les echó un vistazo rápido y entendió lo que ocurría.
—Así que cagándote en los incapacitados —murmuró manteniendo aquella sádica expresión.
Sin decir más, la joven se dirigió con la revista en mano y con aspecto alegre hacia el sector de Nantōnoya donde los chicos participantes del torneo se alojaban. ¿Por qué allí? Porque en la revista figuraban dos nombres en particular, Hozuki Chokichi y… Datsue el Detective, aunque probablemente, por el Intrépido también se refería a él mismo.
En cualquier caso, Chokichi tenía vínculos con Datsue, así lo había descubierto por casualidad.
Kageyama Koko subió las escaleras, a paso pesado casi como si pretendiese que sus pasos se escuchasen por todo el edificio y avanzó por el pasillo. A la distancia pudo divisar la silueta de Akame ingresando a… Una habitación en particular. «¿La has leído también? »Pensó mientras acortaba distancias.
Era bastante obvio de suponer que el Uchiha se había adentrado en la habitación del otro Uchiha para pedir explicaciones. ¡Le estaban echando tanta o más mierda que a Noemi!
Antes de que alguno de los que estuviesen dentro de la habitación pudieran cerrar la dichosa puerta, Kageyama Koko se asomó con esa sonrisa que intentaba ser alegre pero solo resultó en una más intimidante.
—¡Buenas! —Saludó enérgica.
Para su sorpresa estaba también Riko, alcanzó a leer el nombre un par de veces, pero no tenía detalles. Lo que quería Koko era justamente aquello que vio tirado en el piso y reconoció fácilmente.
—Si no les molesta me llevaré la basura —afirmó y sin esperar invitación de nadie, se internó en el pequeño departamento de Datsue Uchiha.
La pecosa se acuclilló a un lado del desmayado Hozuki, lo levantó con cierta facilidad y se lo cargó al hombro, todo manteniendo su sonrisilla y sin poder controlar aquel tick y temblor que le había dado al ver la revista.
—Más tarde volveré, si no les molesta —comentó ya lista para desaparecer por donde había venido—. Y si molesto me vale.
Sin más que decir, la rubia desapareció con el Hozuki cargado al hombro, con rumbo a su habitación donde se encargaría de dejarle en claro que lo mejor para su integridad física sería dejar de meterse con ella y los Sakamoto, o las consecuencias podrían ser graves.