7/06/2020, 08:22
Lo que tenia un combate cuerpo a cuerpo es que era un dar y recibir. Básicamente, a tan corta distancia, evitar un ataque mientras estas atacando era, prácticamente imposible. Por eso, siempre, golpea mas fuerte que tu enemigo.
Era demasiado tarde para frenarlo todo y huir cuando Ranko agarró también mi muñeca. Daba igual, mi espada ya se dirigía a su Abdomen. Pero como la kusajin que era, su resistencia y fuerza, superaban las mias con creces. Por eso, no podría evitar su contraataque.
Su pierna voló hacia mi rostro a gran velocidad. Cerré los ojos para evitar quedarme ciego si golpeaba donde no debía. Aunque no fue mas que un segundo, sentí cada patada como si fuera mucho mas larga que eso. Aquello si dolió tanto o quizás más que el rasengan de Hana.
Cuando todo terminó, abrí los ojos. No podía verme a mi mismo, pero me dolía toda la cara. La nariz estaba rota, seguro, y probablemente mas de un diente. La sangre salia por la comisura de los labios. y probablemente tendria algun ojo hinchado, aunque mi vista parecia intacta. Una cosa era segura. Mejor no verme en un espejo en ese momento.
Estaba al borde de desmayarme después de ese golpe. Pero aguantaba. Tenía que hacerlo. Por todos los que creían en mi. Tenia que seguir luchando hasta que fuese mi propio cuerpo el que dijera basta.
No podía responder a las palabras de mi rival. No por que no quisiese, si no por que el dolor que sentía en la cara y sobretodo en la mandíbula, me lo impedían. Así que lo único que hice fue sonreirle mientras yo también me ponía en guardia. Esperaba que entendiera que, yo también pensaba lo mismo que ella.
Ahora bien. ¿Como podía golpearla sin hacerle algo mas severo? Yo estaba mal, pero a ella le salía bastante sangre de la herida que tenia en el abdomen, que sumado a la herida del Rasengan...
No es que yo estuviera mucho mejor que ella, pero si volvía a cortarle, probablemente acabaría desangrándose. Sin embargo, si ella quería luchar hasta el final, no sería yo el que bajase la espada en ese momento.
Era demasiado tarde para frenarlo todo y huir cuando Ranko agarró también mi muñeca. Daba igual, mi espada ya se dirigía a su Abdomen. Pero como la kusajin que era, su resistencia y fuerza, superaban las mias con creces. Por eso, no podría evitar su contraataque.
Su pierna voló hacia mi rostro a gran velocidad. Cerré los ojos para evitar quedarme ciego si golpeaba donde no debía. Aunque no fue mas que un segundo, sentí cada patada como si fuera mucho mas larga que eso. Aquello si dolió tanto o quizás más que el rasengan de Hana.
Cuando todo terminó, abrí los ojos. No podía verme a mi mismo, pero me dolía toda la cara. La nariz estaba rota, seguro, y probablemente mas de un diente. La sangre salia por la comisura de los labios. y probablemente tendria algun ojo hinchado, aunque mi vista parecia intacta. Una cosa era segura. Mejor no verme en un espejo en ese momento.
Estaba al borde de desmayarme después de ese golpe. Pero aguantaba. Tenía que hacerlo. Por todos los que creían en mi. Tenia que seguir luchando hasta que fuese mi propio cuerpo el que dijera basta.
No podía responder a las palabras de mi rival. No por que no quisiese, si no por que el dolor que sentía en la cara y sobretodo en la mandíbula, me lo impedían. Así que lo único que hice fue sonreirle mientras yo también me ponía en guardia. Esperaba que entendiera que, yo también pensaba lo mismo que ella.
Ahora bien. ¿Como podía golpearla sin hacerle algo mas severo? Yo estaba mal, pero a ella le salía bastante sangre de la herida que tenia en el abdomen, que sumado a la herida del Rasengan...
No es que yo estuviera mucho mejor que ella, pero si volvía a cortarle, probablemente acabaría desangrándose. Sin embargo, si ella quería luchar hasta el final, no sería yo el que bajase la espada en ese momento.