Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
El año nuevo estaba próximo, y el ambiente en la villa comenzaba a saturarse de un misterioso espíritu festivo. Kazuma no lo entendía del todo: en su pueblo, y hasta donde sabia, la gente celebraba la llegada de la cosecha y el cambio de estaciones. Pero en aquel sitio estaban próximos a rendir honores a la culminación de un ciclo temporal, insignificante para la naturaleza y de suma importancia para los aldeanos.

Aquello le parecía extraño y atractivo, hasta el punto de sentir en su ser la contagiosa emoción de quienes le rodeaban. Pero aun así había cosas que no le permitían relajarse del todo, cuestiones que su inexperimentado ser sentía como inabarcables.

Por esa razón, había recurrido a la única persona cercana cuya experiencia podría brindarle la sabiduría necesaria. Esperaba que Juro acudiera a la intempestiva citación. Por educación no había escrito que se trataba de algo urgente, pero había dejado claro que el asunto era importante y que requería pronta atención.

De: Hanamura Kazuma
Para: Eikyu Juro

Saludos, Juro-sensei.

Ojalá sus asuntos estén marchando bien y que la suerte le esté sonriendo. Le escribo porque me encuentro en una problemática cuya solución no me es clara o está más allá de mi experiencia. Necesitó de su consejo lo más pronto posible, para lidiar con aquello que me está quitando mi atesorada tranquilidad. Lo espero el próximo Kazeyōbi, después de mediodía, en el dojo en el cual nos conocimos.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#2
Juro paseaba por las calles de Kusagakure, abrigado con un forro negro y una bufanda amarilla. Hacía un frió de narices, pero estaba contento. El invierno siempre le ponía de buen humor, a pesar de la situación. Además, su cumpleaños estaba cerca: un año más viejo.

Cuando llegó a casa, sin embargo, se dio cuenta de algo. Había una carta.

« ¿Kazuma? » — Juro leyó la nota, intrigado. ¿Una problemática que su alumno no podía responder por sí mismo? ¿Necesitaba su ayuda?

Juro cerró la carta, y se grabó a fuego la fecha. Entró en casa, y trató de no pensar en el tema. Sin embargo, no pudo evitar pasarse el día pensando en lo que quiera que pudiera ocurrirle a su alumno, y en ese caso, como podría él como ninja y como profesor ayudarle...

...

Juro llegó al dojo temprano, tras pasar el mediodía, al esperado dojo. Esta vez, era él quien no sabía para qué había sido reunido, o con que intenciones. Simplemente, se acercó a la puerta sin correr (Juro no se había retrasado más de lo debido, supuso que su alumno tampoco), y lo abrió, esperando encontrarse a alguien.

— ¿Kazuma-kun? — preguntó, mientras entraba.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#3
Buenas, Juro-sensei —saludo, desde el centro de la estancia y apartando sus manos de un bolso que yacía sobre la pequeña mesa—. Adelante, tome asiento.

Juro bien podría permitirse el prescindir de algunas de sus invernales prendas, pues el ambiente dentro del dojo resultaba cálido y agradable, al menos mientras la puerta no permaneciese abierta demasiado tiempo.

Cuénteme, ¿Qué tal ha recibido el invierno?

Lo cierto es que la pregunta era bastante casual y que su actitud no denotaba ninguna urgencia o preocupación, pero con Kazuma nunca se sabía a ciencia cierta que transcurría en su interior.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#4
Juro sonrió, al ver a Kazuma en mitad del dojo. En la misma mesa donde se habían sentado había un bolso, aunque Juro no pudo identificar muy bien lo que era desde la distancia.

Cuénteme, ¿Qué tal ha recibido el invierno?

Juro se quitó su ropa más larga, dejando solamente entrever una camiseta ondulada de tono verde. Observó a su alumno y trató de ver algún rastro de los problemas que podría haber dejando en entredicho en la carta, pero no vio nada. Aparentaba estar perfecatemente.

Aunque claro, con la tranquilidad que siempre irradiaba, esto era dificil de saber.

— Bueno, he estado bastante ocupado, de un lado para otro, ya sabes — Tenía problemas graves. Muy graves. Más después de lo que había pasado en el bosque de los hongos, y de su conversación con el Kage ¿Kazuma sabría algo ya? —. Han pasado muchas cosas locas estos días, y he estado... intentando controlarlo todo. No te preocupes, te lo contaré: debes saberlo. Pero a su debido tiempo. Me parece que esa no es la razón por la que me has traído aquí, ¿me equivoco?

» ¿Cómo has recibido tu el invierno, Kazuma-kun?
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#5
»¿Cómo has recibido tú el invierno, Kazuma-kun?

Inicialmente, bastante bien; pero luego me ha traído una difícil situación —admitió, dejando escapar un leve suspiro—. Y disculpe que le moleste en medio de tantas responsabilidades, pero necesitaba la ayuda de alguien despierto y experimentado en los caminos de la vida.

Ahora que le tenía enfrente, Kazuma se sentía un poco apenado por haber molestado a su sensei con un problema suyo, puesto que no se había imaginado la enorme cantidad de responsabilidades y situaciones diarias con las cuales tiene que lidia un jōnin…, pero ya estaban allí, así que solo quedaba seguir adelante.

Antes de hablar de problemas deberíamos serenarnos comiendo algo —aseguro, para luego verter el contenido del bolso, dejando que rodasen dos enormes frutos del tamaño de un melón—. ¿Y que es más tradicional que comer nueces en invierno?

»Adelante, tome una.

Los enormes y pesados frutos del nogal yacían sobre la mesa, esperando que cada quien tomase uno y tratase abrirlo. Aunque en la primera tentativa se haría obvio que no resultarían tan sencillas de abrir como sus hermanas menores, o como un coco, o como un craneo, o tan siquiera como una roca.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#6
Juro observó con interés a su alumno. Parecía incluso arrepentido de haberle llamado, como si de repente, sintiera que sus problemas no era importantes. Juro le dedicó una sonrisa comprensiva.

— No te preocupes, Kazuma-kun. Soy tu sensei. Estoy feliz de que cuentes conmigo para solucionar tus problemas — admitió Juro, asintiendo. Creía que aún no tenía una relación tan buena con él, pero al menos, confiaba lo suficiente como para requerir su ayuda.

Sin embargo, antes de mantener la charla, Kazuma sacó algo inesperado: dos enormes nueces. Le dio una a Juro, y este asintió.

— Gracias, aunque tengo que admitir que no estoy muy interesado en este fruto en particular. Son... bastante grandes — dijo, con media sonrisa —... supongo que no tendrás un cuchillo ni nada para abrirlas, ¿verdad?

« ¿Cómo coño se abre esto »

Juro hizo un esfuerzo con lo único que se le ocurrió: golpeó la nuez levemente contra la mesa, en la parte en la que los dos fragmentos se unían, con la intención de debilitarlo. Después, trataría de usar su fuerza para abrirla a base de tirar.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#7
La amabilidad de Juro surtió un efecto curativo en el preocupado espíritu de Kazuma.

Gracias, aunque tengo que admitir que no estoy muy interesado en este fruto en particular. Son... bastante grandes — dijo, con media sonrisa —... supongo que no tendrás un cuchillo ni nada para abrirlas, ¿verdad?

Kazuma sonrió tenuemente.

De hecho, un cuchillo de cocina se doblaría, así que un kunai es lo más practico —aseguro, mientras extraía el arma de acero de su portaobjetos—. Las adquirí en una tienda de Tane-Shigai, como un recuerdo. El dependiente me explico que son el principal alimento de una especie de ardilla gigante de más o menos mi tamaño, y cuyos enormes dientes con capaces de roer la piedra y el acero.

Introdujo el filo de su kunai en la base de la fruta y lo torció con fuerza, hasta que empezó a crujir y a ceder. El proceso le llevo unos segundos, hasta que consiguió que la nuez se partiera en dos, rebelando un interior que se asemejaba al de un cráneo, pero que por materia gris contenía la deliciosa fruta.

Es interesante: en la tienda había un hombre con una pequeña hacha que habría las nueces para quienes solo querían el contenido, y había otro, enorme, que las habría solo con sus manos, como si sus dedos fuesen garfios de hierro.

»Hubiese traído algunas ya descascadas, pero quería la experiencia de obtenerlas por mi propia mano —confeso, mientras se frotaba la entumecida muñeca.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#8
Juro imitó a su alumno, atentó por su explicación. Mientras él le hablaba de una tienda de Tane-Shigai, y sobre especies de ardillas con fuertes dientes para roerlo, el marionetista se entretenía tratando de abrirlo. Afortunadamente para él, aunque no tenía fuerza bruta, era más diestro que su alumno en el uso de las armas, y logró abrirlo sin problemas.

Observó el contenido con un ligero gesto de asombro. No sabía si quería tirarlo o comerlo. Supuso que eso había que probarlo al menos una vez en la vida.

— Desde luego, es toda una experiencia. Supongo que la gente se dedica a esa clase de cosas para ganarse la vida. El reclamo turístico es importante en esos lugares. — murmuró Juro, observando la comida. Luego, se dirigió a su alumno, con más tacto —.Así que para empezar, has estado hace poco en Tane-Shigai. ¿Quizá quisiste realizar un viaje invernal? Dudo que fueras ahí solo por las nueces.

» Adelante, te doy los honores de probarla tu primero.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#9
Kazuma procedió a probar el fruto, haciendo un gesto de satisfacción.

Me fui de viaje porque deseo explorar el mundo y conocer sus maravillas —admitió, con cierta ambición en su mirar—. Pero fui allí para comenzar con algo cercano. Posteriormente extenderé mis viajes, según lo capaz y dispuesto que me sienta.

Aquella era una forma sutil de decir que, para un chico de pueblo, el mundo exterior resultaba tan atractivo como intimidante. Puesto que había mucho por descubrir, mucho para alimentar y satisfacer su curiosidad; pero también había rincones oscuros y cosas desconocidas, lugares y gente que provocaban cierto temor.

Esta delicioso —admitió, mientras daba otro mordisco a la fruta—. Es suave y tiene un sabor dulce que no se parece al de otras frutas.

»¿Ya la probo? ¿Qué le parece?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#10
Juro escuchó a su alumno, con una pequeña sonrisa. Siempre era interesante ver como un joven se atrevía a tocar el mundo con la punta de sus dedos. A partir de entonces, siempre querían más y más. Es normal. Juro también estaba en esa fase, aunque a partir de ahora, no podría salir de su aldea.

En fin. Comparado con todo el sufrimiento ajeno, el suyo no era para tanto.

— Al principio yo permanecí en la aldea, en mis comienzos como genin. Mi hermana me impedía viajar a ningun lado sino iba con ella a su lado. Lo creía muy peligroso — recordó, con una sonrisa —. No fue hasta que participé en mi primer torneo cuando pude reafirmar mi independencia, y ella vio que era capaz de valerme por mí mismo. Fue un torneo organizado en el valle de los dojos, quizá hayas oído hablar de él.

» Debes viajar. Lo entiendo y lo comprendo. Pero recuerda que debes tener cuidado. El mundo es maravilloso, pero también aterrador, a fin de cuentas.

Juro suspiró. No podía dejar de pensar en su reunión con el Gobi. Ni en lo que había hablado con Datsue. Era un sensei horrible. Trató de despejar su cabeza. Después, decidió comer la fruta, mientras Kazuma alababa su textura. Lo hizo, y bueno, ni le disgustó ni le agradó demasiado.

¿Ya la probo? ¿Qué le parece?

— Es deliciosa. Gracias por traerla, Kazuma-kun — dijo Juro, con una sonrisa.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#11
Me alegro que le gustase, Juro-sensei —comento, mostrando una sonrisa con un deje de cansancio—. Disculpe el darle tantas largas al asunto, pero es que el protocolo, la rutina, me ayuda a mantener encausados mis pensamientos.

La preparación y el proceso, el realizar aquellas tareas de forma serena y constante, le hacían sentirse en paz, como si pudiese evadir el tiempo cuyo paso se le hacía tan notorio, y a veces tan molesto.

Como ya le había dicho, le he llamado porque tengo un problema más allá de lo manejable con mi experiencia —su gesto se tornó pétreo; sereno, pero con aire de preocupación u amenaza—. Dele un vistazo a esto y dígame que opina.

Su derecha hizo a un lado el resto de las nueces y su izquierda extrajo de su túnica un sobre. Deslizo el documento sobre la mesa, en dirección a su sensei y sin apartar la vista de él. Solo era cuestión de levantar el sobre, ya abierto, para percibir el olor dulzón de flores de lavanda a punto de marchitarse. Solo era cuestión de extraer con cuidado la carta de su interior y extenderla con delicadeza para leer la sutil y negrísima letra que allí se plasmaba:

Para: Hanamura Kazuma
De: Ooyagi Miou

Saludos, Hanamura-san. Me llena de alegría el que hayas podido conseguir tu bandana. Quizás no te acuerdes mí, hablamos muy poco, pero asistimos a la misma clase y solíamos frecuentar los mismos sitios.

Tenía pensado escribirte antes, pero supuse que estarías muy ocupado entrenando para intentar de nuevo el examen de graduación. Pienso que sería agradable si pudiésemos vernos para celebrar tu ascenso; por supuesto, si tienes tiempo y si así lo deseas. Recuerdo que jamás te gusto el ruido o el alboroto, así que pensé que quizás tomar un té y ver una obra de teatro pudiese ser algo que te agradase.

Sé que es algo repentino, y no quisiera molestarte, pero creo que ahora que somos camaradas de la misma generación, deberíamos compartir un poco la felicidad del éxito e intercambiar ideas sobre lo que está por venir… o hablar sobre algo que más que te parezca interesante.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#12
Juro, ya muerto por la intriga de lo que quiera que Kazuma quisiera decirle, trató de mantenerse firme, y dar una falsa impresión de seguridad que realmente no estaba teniendo.

— Está bien. Lo haré lo mejor que sepa — afirmó Juro.

Observó con suma curiosidad como su alumno extraía de su túnica un sobre. Lo dejó en la mesa, pasándoselo a él. Juro lo tomó, y con cuidado, sacó la carta de su interior. Pudo oler un ligero tono proveniente de alguna flor (lavanda, probablemente). Quien quiera que fuese, era muy limpio y cuidadoso.

La letra era clara y cuidadosa. Juro pensó al instante tanto por eso como por el olor, que probablemente era de alguna mujer. No se decepcionó al leer la autora. "Ooyagi Miou" se llamaba.

La persona en cuestión estaba felicitando a su alumno por su ascenso. También parecía interesada en reunirse con él, tomar un té, y hablar de asuntos.

Juro no pudo sentirse más intrigado por lo que estaba sucediendo.

— Parece una chica simpática, y bastante considerada — admitió Juro, encogiéndose de hombros —. Lo siento, Kazuma-kun, pero no acabo de ver el problema. ¿Qué ocurre? ¿No la recuerdas? ¿Es una desconocida que intenta hacerse pasar por una compañera tuya?

Juro entonces se inclinó hacia delante, como si hubiera llegado a la conclusión.

»... ¿O quizá sientes vergüenza?
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#13
Kazuma observo a su sensei, tratando de dilucidar si sus últimas palabras habían sido una broma o eran su conclusión lógica. Quizás, había visto completamente a través de él y entendía cuál era la emoción que lo embargaba.

La recuerdo perfectamente, era una de las escasas personas que no me trataba como un palurdo —confeso, demostrando que guardaba una buena impresión de ella—. Además, creo imposible el que la carta sea una falsificación: fuimos a las mismas lecciones de caligrafía, por lo que conozco su modo perfeccionista de escribir.

Hasta allí, parecía no haber problema que justificase su malestar; pero no toda su historia juntos eran buenos recuerdos.

Aun siendo ella una persona de carácter reservado y amable, hicimos buenas migas… Quizás fue porque ambos carecíamos de otros amigos. Comenzamos a frecuentar juntos algunos lugares inusuales para chicos como nosotros: la biblioteca, el teatro. Pero un día sus padres se enteraron, y parece que una familia de alcurnia como los Ooyagi no aceptan que uno de los suyos fuera influido o amistado por un provinciano con aires de bicho raro.

Y aquello no resultaba lo peor de todo, pues su propio accionar era lo que ahora lo colocaba en una situación difícil.

En fin, que… —se detuvo un momento, como si se estuviese saboreando algo amargo, pero manteniendo su mirada serena—. Me moleste con ella, pues no concebía que no se atreviese a desafiar a sus padres, pese a afirmar que aun quería ser mi amiga… Y bueno, le dije cosas que no pensé, cosas muy duras y que ciertamente le hirieron.

»Así que nos despedimos en malos términos, por lo que ahora me pregunto, siendo las cosas como fueron, ¿A qué viene esta carta y cuáles son sus intenciones?
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder
#14
Juro escuchó con interés el relato de Kazuma. Al parecer, la chica era una de las amigas que su alumno había tenido en la academia. Dos bichos raros, podría considerarse, diferentes al resto. Sin embargo, sus padres no parecían de acuerdo con la relación que tenían, y le obligaron a dejarla.

Entonces, Kazuma pareció enfadarse con ella y decirle cosas que acabaron con una separación forzosa. Ambos discutieron y Juro supuso que el chico no pensaba en volver a verla.

Juro suspiró.

— Equivocarse es de humanos, Kazuma-kun. No sé que clase de cosas le dijiste, aunque estoy seguro de que ahora mismo te arrepientes mucho de ellas — señaló Juro —. Supongo que ella se sintió herida, desde luego. Todos hemos pasado por eso, en un momento dado. Queremos olvidar a la persona que lo hizo, al menos, durante un tiempo. Cuando ese tiempo pasa, es momento de sopesar si de verdad vale la pena la relación que teníamos con esa persona como para intentar revivirla.

Juro le puso una mano en el hombro a su alumno, y sonrió.

— Entiendo que estes arrepentido, y de alguna forma, asustado. Pero no deberías tener miedo — explicó Juro —. Yo no conozco a esa chica tanto como tú, desde luego. Pero por lo que dices, no parece ser la clase de persona que haría algo así para humillarse o burlarse de alguien. Y tampoco es una falsificación.

» Quizá solo quiera hablar de lo que ocurrió. Retomar el contacto — sugirió Juro.
Hablo / Pienso

Avatar hecho por la increible Eri-sama.

...

Sellos implantados: Hermandad intrepida
  • Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Responder
#15
Kazuma escucho con atención la opinión de su sensei, para luego cruzarse de brazos, en la búsqueda de enfocar su mente y clarificar sus pensamientos.

Eso mismo hace la situación difícil —dijo, para luego explicarse—: siento que lo correcto, aquello que me satisfaría, es disculparme por verter mi enojo sobre ella; pero si espera algo tan elevado como el arrepentimiento seguro se decepcionara.

Miro hacia el techo, y suspiro con suavidad. El deseaba ser el tipo de persona que supiera reconocer sus errores y disculparse por los mismos, pero el arrepentimiento era una negación de los hechos que le disgustaba

Por supuesto, creo que sería maravilloso rehacer la amistad, pero me acompleja un poco el que se comporte de una forma más noble de lo que puedo tolerar o merecer —reconoció, sabiendo que aquello resultaría paradójico para otros—. Es decir, es muy vergonzoso, casi lastimero, el que alguien me perdone por un error del cual jamás me disculpe adecuadamente.

» Y puede que tema, solo un poco, el que mi actitud se interprete como desprecio o apatía.

Aquella sería una cuestión difícil, el dilucidar si el comportamiento de Kazuma era autosatisfacción o humildad, egoísmo o timidez, orgullo o rectitud… Pero era seguro que derivaría en un pequeño dolor de cabeza para su sensei.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.