Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Las cosas se habían distorsionado bastante más de lo que cualquiera se hubiese imaginado. Se suponía que aquello seria una reunión de tres genin que posteriormente formarían un equipo, todo bajo el liderazgo de un jonin. Pero nada más alejado de las expectativas, de un momento a otro lo que pudo ser solo un momento de risa, se convirtió en una festival de payasadas digno de los circos del país del bosque.
Para empeorar todo, justo cuando la situación estaba en su punto más álgido; Apareció la persona que menos tenía que ver todo eso. Resulto ser la sensei que se les había asignado en el programa de equipos. Aquella resulto ser una mujer de aspecto desconocido para Kazuma. Era alta y con un cabello rojo como la personificación del fuego, de la pasión, y de la ira. Justo en aquel momento en que entro al salón, parecía más la encarnación de la ira.
La mujer entro sin mediar palabra alguna, el hecho de que no tuviera nada inmediato que decir preocupa considerablemente al ojogrises. Pero la cuestión recién estaba comenzando. En cuanto llego al podio solo una frase salió de sus labios, una frase que en resumidas cuentas, indicaba que ya tenía todos sus datos personales, que les había observado bien, y que su conclusión final es que eran un patético intento de equipo.
«Oh vamos, seguro acaba de llegar. No puedes simplemente determinar las capacidades grupales de una persona, por haber visto su comportamiento en un momento puntual» —Pensaba aquello mientras revisaba la hoja con nota reprobatoria que la sensei le había pegado en la cara.
Y como si aquella mujer de aspecto tan rudo hubiera visto en sus pensamientos, empezó a recitar lo que parecía ser, una serie de evaluaciones resumidas, acerca de cada uno de los chicos ahí presentes. Al principio era datos básicos, luego algunas cosas buenas, y después… Después todo iba en picada. De manera resumida dijo que Juro era un cobarde indeciso, Nabi un bufón sin chiste, y que Kazuma era un soso manipulable y confabulador.
«Joer, creo que si nos ha estado observando bien» —Pensó para sí mismo mientras trataba de ocultar su cara de vergüenza.
Luego solo le quedo decir que todos habían reprobado. Sin embargo después menciono algo acerca de que la siguieran, y sin esperar a nadie salió del aula con paso firme y a toda prisa.
«Genial, ya suspendí… Si me quitan mi rango y me degradan a civil seguramente el viejo me montara la gran bronca, y me obligara a estudiar comercio o algo así. Esto es terrible, sin embargo no entiendo la situación, podría simplemente quitarnos nuestras bandanas y pasar un informe para que nos degradaran»
«¿A dónde quiere que la sigamos y con qué objetivo?»
Movido más por la curiosidad que por la preocupación, el peliblanco tomo su espada y salió a toda prisa tras el paso de la jonin pelirroja.
La situación se descontrolaba mucho. Nabi, lejos de arrepentirse, parecía estar divirtiéndose a lo grande con su bromita, a pesar de las amenazas de Kazuma. No pudo ni si quiera imponer orden, no hizo falta.
Una mujer pelirroja irrumpió, entrando por la ventana. Juro no supo quién era, pero lo entendió perfectamente. Esa mujer con la larga trenza era su sensei, y había estado escondida, escuchando todo, tal y como Nabi dijo. Al parecer lo que sintió no iba muy desencaminado…
Se sentó en la mesa, y como por arte de magia, envió tres papelitos a cada mesa. Juro no recordaba ninguna habilidad que controlase el papel…
El marionetista apreció bien lo que eran, no eran simples papeles, eran notas. Y peor aún, suspensos. Dos negativos para Nabi y Kazuma, y por último, uno suspenso positivo para él.
“Que detalle ha tenido, la muy…”
Un sudor frío empezó a recorrerle. ¿Qué significaba eso? ¿Volvían a la academia? ¿Quedaban relegados? ¿Se podía hacer eso?
No necesitaba respuesta, claro que se podía. Era una jounin, podía hacer lo que le diese la gana. Como si mataba a alguno de los tres y luego decía que había sido un traidor.
“No puede ser, después de todo lo que me he esforzado…Katsue me va a matar”
Una angustia empezaba a acompañar sus pensamientos, y sin quererlo, acabó apretando los puños. Necesitaba una distracción para no pensar. Se sorprendió así mismo escuchando las palabras de la mujer, describiéndole como cobarde e incapaz de tomar decisiones.
“¿Por qué no dices ya de paso que mi marioneta se llama Gen?
También hablo de sus compañeros. Fue lo suficientemente inteligente como para memorizar algunos datos importantes. A Kazuma le costaba el Genjutsu, Nabi conocía dos elementos distintos, pero no tenía ni idea de Fuinjutsu. También mencionó su marionetismo y su debilidad en el kenjutsu. . Curiosamente, sus dos compañeros también eran huérfanos, aunque ellos no tenían a nadie de su familia, no como él, que tenía a su hermana.
Ah si, y el nombre de su compañero no era Nabi, era Nabi Nabi. Nabi de apellido y Nabi de nombre. Si se lo hubiese dicho él no se lo hubiese creído, pero de parte de esa mujer…Era otra cosa.
Aun así, no todo parecía estar perdido. La mujer les indicó que le siguieran. A no ser que fuese para más burla, no parecía tener intención de echarlos aún.
Nabi se adelantó a seguirla el primero, y tanto Kazuma como él se levantaron al unísono, para seguir a ambos, velozmente. Juro acabó a milímetros de su compañero, no iba a quedarse atrás.
Caminaron un par de minutos contados por aquellos pasillos, la sensei se movia con un paso firme y rapido, hasta que se detuvo en una sala en cuyo letrero se podia leer "Sala del profesorado", nos hizo una señal para que nos pararamos, habia estado todo ese rato de espaldas y Nabi habia estado detras así que no habia podido verle el rostro de nuevo. Pero cuando se dio la vuelta para decirles que pararan pudo comprobar que aún seguia con algo de cabreo encima. De nuevo, en cuanto se giro se puso serio, pero cuando se metio en aquella sala una pequeña sonrisa burlesca asomó en sus labios.
Cuando él también se dio la vuelta para ver a sus compañeros estos estaban más serios que un higo, incluso pudo ver un pequeño rastro de tristeza en sus rostros. Del disgusto se le quito la sonrisa y se puso serio.
¿Que os pasa? Parece que hayais chupado la piel de un limón.
Incluso serio no era serio. Pero el tono sí, el tono era muy serio. Justo despues de que ambos hubieran contestado la mujer pelirroja sin nombre salió de la sala.
Vale, gracias. Te aviso cuando acabemos.
No te preocupes, mujer, si hasta la tarde no lo va a necesitar nadie.
Esa parecia Shinoka-chan, la encargada de las aulas, el rubio no sabia muy bien como se llamaba ese puesto pero todos la conocian como la encargada de las aulas. Ella se encargaba de saber en qué aula está qué clase y de apañar los horarios como les viniera mejor a los profesores. Como el gimnasio, la biblioteca, el comedor, el jardin, la verdad es que la academia tenia bastante variedad en el tema recursos. La sensei parecia más relajada ahora, no menos seria pero sí menos cabreada.
Sigamos
Poco despues nos encontrabamos en un sitio que Nabi pensaba que no iba a volver a ver. Un lugar... donde cada vez que iban habia sangre y dolor, tal vez un lugar maldito porque siempre que iban con toda la clase alguien acababa dandose de hostias con otro alguien. El patio de Taijutsu. Era un terreno pequeño en comparación con el patio de Shurikenjutsu, con tres circulos en el suelo de tierra de poco más que cinco metros de diametro. Esos circulos que por mucho que se borraran siempre recuperaban su intensidad original. Era un lugar al aire libre y tenia un par de arboles así que se podian oir pajaros diciendo sus cosas de pajaro.
La sensei fue hasta el circulo que estaba en el centro de la hilera y se sento en el centro. Nos hizo otra seña, esta vez para que nos sentaramos. Nabi se sentó el primero, en linea recta a donde estaba la sensei, y los otros dos cada uno a un lado. Nos habia sacado de un aula con muebles donde estabamos tan tranquilamente sentados, para llevarnos al patio de pegarse a sentarnos en la tierra. Pasaron unos segundos desde que nos sentamos hasta que habló.
Antes de pasar a la siguiente prueba, relajaos un momento, que os veo muy tensos y contad vuestra historia. Vuestras habilidades ya las sabemos todos así como vuestro punto debil. Para hacerlo más justo, contareis vuestra vida y os dejare hacerme una pregunta que contestaré con la verdad. Empiezas tú, Nabi Nabi. Por tener la peor nota, despues Kazuma y finalmente Juro. Pero con una condición, no podeis usar más de cien palabras.
El rubio se lo pensó un par de segundos, no todos los dias tenia que contar su historia, que tampoco era para tirar cohetes, y menos con una regla tan peculiar. Era una prueba. No sabia muy bien para qué, pero una prueba al fin y al cabo. Así que preparo un borrador mental y procedio intentando no quedarse demasiado corto y no pasarse.
Nací en la elite de un clan de shinobis con el elemento Futon, sin embargo, yo nací sin esa naturaleza predefinida. Mi abuelo me crió desde que tengo uso de razón para dominar esa rama del Ninjutsu. Sin embargo, hace unos años murió, confesandome que mi madre se habia suicidado, lo cual hizo que mi padre perdiera los papeles y matara a todos los miembros del clan. Volví, me quedé en la mansión de los Nabi y me apunté a la Academia.
Bien. ¿Y tu pregunta?
Sé que estas tres preguntas van a ser toda la información que vamos a tener de ella, así que no puedo malgastar una pregunta con una respuesta evasiva. Piensa Nabi piensa.
Sus ojos entablaron contacto directo. La tierra de los del muchacho contra la esmeralda de los de la mujer. Segundos más tarde el rubio abrió la boca.
¿Cual es tu nombre completo?
Kureji Shiori, pero para vosotros, Shiori-sensei.
Contestó al milisegundo. Nabi habia dudado entre eso o su historia, pero preguntarle sobre su historia seria una pregunta con oportunidad de respuesta evasiva y eso era lo que habia intentado evitar. Si le hubiera preguntado sobre su habilidad especial podria haber dicho que puede mear por cualquier orificio o alguna chorrada así. Esperaba que sus compañeros tambien tuvieran eso en consideración, y deberian pues esto era otra prueba.
Kazuma, tu turno.
Podeis hacer vosotros mismos las respuestas, siendo concisos y tan evasivos como sea posible, sino ya lo hare yo en el proximo turno, pero Juro tendra que hacer como que ya ha contestado. Como veais.
Luego de salir a toda prisa del salón, siguieron a la sensei durante varios minutos. Minutos que fueron muy tensos y silenciosos. Por suerte para los nervios de los chicos, no fue durante mucho tiempo más. Llegaron a la sala de profesores, y luego de que la jonin entrara, se quedaron afuera esperando por unos momentos.
—No sé, quizás ahora si me caería bien chuparme un limón —respondió a la pregunta del chico rubio.
Cuando la pelirroja salió, parecía haber pedido permiso para algo. Aunque su intercambio de palabras con la persona que estaba adentro fue bastante vago e impreciso. Después de aquello se los llevo hacia el patio o para ser más específicos; al área de entrenamiento de taijutsu.
Una vez estando en aquel sitio, la ojos verdes les pidió que se sentaran y que se relajaran un poco.
Debido a que era un patio les tocaba sentarse en suelo, que estaba lleno de tierra y polvo, sin embargo aquello no molesto al Ishimura, ya que el evitar sentarse en la tierra por cuestiones de etiqueta, era una de esas preocupaciones mundanas que prefería ignorar.
Además afuera el ambiente era mucho más agradable que adentro. Había brisa, sol, y el cantar de las aves de verano, todo aquello relajaba al peliblanco, aunque en aquel sitio siempre se sentía así, quizás por eso las clases de taijutsu fueran de sus favoritas.
Sin embargo la comodidad no les duraría mucho, ya que de un momento a otro la sensei hablo, y lo hizo para pedirles que contaran su historia personal, y que a cambio ella les respondería cualquier pregunta. Aunque generalmente las personas podrían preferir guardar la intimidad de su vida, en aquella ocasión, quedarse callado no era una opción.
«Supongo que la sensei es bastante considerada, el hecho de que pusiera un máximo, significa que no le interesa escuchar más de la cuenta. Pero el que no pusiera un mínimo, quiere decir que nos da la posibilidad de ahorrarnos la incomodidad terminando rápido» —fue el pensamiento ante la condición de que máximo podían usar cien palabras para expresarse.
El primero fue Nabi, al parecer su naturaleza risueña y despreocupada le facilito el contar una historia que por momentos era bastante triste. Pero a pesar de todo el chico estuvo muy tranquilo y cuando le toco hacer su pregunta… Bueno quizás esa parte no se le hizo tan fácil, ya que pregunto su nombre, para el ojosgrises aquello fue como desperdiciar una pregunta. Ya que eventualmente la sensei se los daría.
«¿Con que Kureji Shiori eh?»
Luego de responder a la pregunta del rubio, Shiori se dirigió a Kazuma, y al interceptarle la mirada este se paralizo por un momento, después de todo, contar su historia y por ende la de su familia, era algo bastante incomodo. Ya que muchos adultos conocían al clan Ishimura, y algunos lo conocían lo suficiente como para que ellos o sus conocidos hubiesen sido víctima de alguna de sus extorsiones. Por esa misma razón el chico de tez morena prefería tratar con sus contemporáneos, que eran chicos que no tenían ni idea, de lo que significaba el apellido Ishimura.
Pero en ese momento no tenia opción, dirigió la vista hacia sus compañeros y luego bajo la mirada, dejando que su ojos se posaran en el suelo. Lo único que podía esperar es que la Kureji no fuese una de esas personas con rencores contra su familia.
—Naci en el seno de la familia Ishimura, un clan mayormente mercante. Hasta mis cinco años todo estuvo bien, pero luego mi padre murió y el clan callo en bancarrota. Habiendo perdido su dinero, poder y posición, sus prestamista y enemigos decidieron eliminarlo. Y literalmente los eliminaron excepto por mí. Estuve un par de años en las calles, y luego podría decirse que vendí mi alma a quien ahora es mi tutor. Detesto a los bravucones, soy muy curioso y a veces un poco cínico.
—Con eso termino, Ahora viene mi pregunta—
—¿Cuáles son las tres cosas que más le hacen enojar sensei? —Aquella fue una pregunta muy típica de piel morena, después de todo lo acontecido, era bueno saber que cabreaba a la jonin, para asegurarse de no incurrir en esas cosas en el futuro.
Después de la rapidez con la que habían salido, la mujer mantuvo su ritmo durante varios minutos, donde reinó un tenso silencio. Era el silencio que arrastraba alguien enfadado, alguien lo suficientemente peligroso como para que incitara a sus alumnos a no hablar.
La mujer pelirroja entró durante unos minutos a una sala, que parecía ser algún tipo de sala de profesorado o algo, más que nada por lo que lo ponía en el letrero. Ahí entabló conversación con alguien, mientras su compañero se atrevió a romper el silencio, preguntándose que les pasaba.
Kazuma contestó irónicamente, pero Juro no supo que decir.
"Cobarde, incapaz de decidirse..."
Las palabras surcaban su mente, una y otra vez. No quería que le viesen así.
— No es nada... — contestó, evasivo.
Afortunadamente no dio tiempo a replicar, la pelirroja volvió, terminando la conversación con otra mujer. Al parecer había reservado algo, y tenían hasta la tarde.
No tardaría en averiguar que era. Pasaron a un patio que conocía, era el patio de taijutsu. Un nudo se le formó en el estómago. ¿Y si les obligaba a pegarse entre ellos, esta vez en serio? No se veía capaz de vencer a Kazuma, con su espada, o a Nabi, con sus dos elementos...
Ausentemente, se sentó en el suelo, en el lado de la derecha a la mujer, junto con sus dos compañeros. Ahí, anunció la siguiente prueba, en la que cada uno contaría su historia y formularía una preguntar. A él le tocaba el último preguntar, debido a su mejor nota, al parecer.
Nabi comenzó contando su historia. Habló sobre que nació con un elemento fuera de su clan, y por tanto, fue obligado a aprenderlo. También sobre la muerte de todos sus miembros. Visto así, tener un segundo elemento predefinido no era para nada algo afortunado...Su pregunta fue acerca de su nombre, algo quizás básico, pero necesario. Se llamaba Kureji Shiori.
No mejor suerte había tenido Kazuma. Todo su clan había sido exterminado por deudas, y vivía con su tutor. Lo de vender su alma no lo entendió, pero el chico no se molestó en explicarlo mejor. ¿Que le había dado a la gente con exterminar clanes?
Su pregunta fue acerca de las cosas que más le molestaban. Fue una pregunta interesante, sin duda alguna. Muy interesante...
Ahora le tocaba a él, aunque mientras sus compañeros hablaban, ya se había preparado mentalmente para lo que venía. Había pensado las palabras para explicarlos, aunque aun le costó unos segundos arrancar.
— Provengo de una familia de marionetistas. El día que nací, mi madre falleció en el parto. Yo vivi, con esa carga, y quede a cargo de mi hermana y mi padre. Fui educado como cualquier persona, con la ilusion de aprender las artes del marionetismo. El mismo día que mi padre aceptó a enseñarme, fue enviado a una misión, y murió en ella. Mi hermana me ayudo a superarlo y me enseño, y es a día de hoy con quien vivo.
Cogió aire, le pareció haberlo conseguido, haberlo dicho en menos de cien palabras, pero aun no se había terminado, quedaba la pregunta.
¿A que facultad pertenece el control del papel que has mostrado antes?
Algunos decían que los nombres tenían poder, y desde que había visto manejarlos, había tenido curiosidad. Los papeles se habían movido acompasados con el chasquido de sus dedos, y habían volado directamente a sus mesas. Ni con un soplo de viento se podía conseguir eso.
Había decidido no arriesgarse, y hablar de facultades. Si le preguntase acerca de habilidades o técnicas, bien podría ser una u otra, y podría haberla evadido facilmente. Con facultad, que englobaba cualquier rama , especialidad, o clan, estaba más que seguro.
Con un nombre, podía buscarlo en la biblioteca, y podría averiguar acerca de las extrañas habilidades de su sensei. Obviamente sabía que ella tendría más conocimientos de otras facultades, pero esa era la más compleja...
Despues de soltar su discurso y su pregunta Nabi Nabi se relajó. No en plan exagerado pero ya podia centrar su mente en aquella extraña mujer y dejar de lado las pruebas y las notas estupidas. Plantó su mirada en el rostro de su sensei, pero antes recorrió las expresiones de sus compañeros. Aunque parecia incomodo mientras contaba su historia, estaba bastante más relajado que Juro, que estaba más tenso que la ropa interior de un Akimichi. Era algo logico, al fin y al cabo, estaban contando lo que les habia llevado a ser como eran, algo muy personal que compartirian para siempre en aquel equipo. Tal vez el objetivo de todo eso era esa intimidad, esa union como grupo.
Aunque el rubio sospechaba que eso no era todo. Habia algo más, tal vez en el maximo de palabras, en la pregunta personal, algo de aquello era una prueba, o puede que todo lo fuera. Como sabia que no lo descubriria hasta que Shiori lo dijera prefirió fijarse en su rostro, a ver si delataba algo que pudiera serle de utilidad. Empatia hacia la historia de alguno podia significar que tambien perdio a alguien, en general cualquier alteración o emoción por su parte le podria aclarar algo. Pero ella ni se inmutó. Kazuma acabó su historia y lanzó su pregunta.
¿De verdad le ha preguntado eso? Por lo menos una de esas tres cosas ya la sabemos y dudo que aguante que hacerle la pelota nos sirva de algo
Prefirió no hacer notoria su discordancia con el peliblanco, permaneció tan serio como antes, esperando la respuesta de la pelirroja con tranquilidad. La jonin se lo pensó unos segundos, como poniendo sus ideas en orden.
En orden descendente, la soberbia, la insubordinación y la desobediencia. Como extra dire que la cuarta es la maleducación.
Es la mujer más recta del planeta. No me acaba de convencer.
Una gota de sudor frio caia por la espalda del Nabi. ¿Realmente era así de firme? Porque a él tarde o temprano se le escaparia alguna tonteria, y eso podia acabar muy mal. Bueno, lo mejor que podia hacer era permanecer calladito hasta que la cosa se tranquilizara.
Para acabar, Juro, procede, por favor.
El joven genin tardó en empezar por el nerviosismo que llevaba encima, pero cuando comenzó lo soltó todo como si lo hubiera ensayado mentalmente unos cuantos cientos de veces. Tras ello, cogió aire y paso a formular su pregunta. A pesar de ser una bastante inconcreta, era interesante. Pero la forma en la que la habia formulado era un tanto peculiar. Por primera vez, la sensei reaccionó, esbozando una sonrisa. Una sonrisa de que estaba esperando que alguien le hiciera una pregunta así.
Espero unos segundos mientras nos miraba como buscando en nuestras miradas si sabiamos la respuesta. Nabi por su parte estaba atento casi ansioso por oirla, pero no tenia ni idea de cual iba a ser la respuesta. Kazuma tampoco dijo nada.
Bueno, esperaba que alguno de vosotros se hubiera dado cuenta. No es más que un truco. Es shurikenjutsu. Estaos atentos esta vez.
Escribió algo en unos pequeños papeles que habian aparecido en algún momento encima de los informes, o tal vez siempre habian estado allí. Los cogió con su siniestra y nos enseño la cara que estaba en blanco de los mismos. Acto seguido levantó la otra mano mientras bajaba en la que sostenia los papeles. Chasqueó los dedos y con una destreza ejemplar lanzó los papeles de tal forma que cada uno fue a parar en la cara de uno de ellos.
Al chasquear los dedos, como al hacer sellos, la atención del enemigo se centra en las manos, o en la mano. Es un truco bastante simple. No pensé que ninguno de vosotros se percatara. Supongo que aún sois unos principiantes.
Nabi miro su papelito. D+. Juro y Kazuma, D. Bueno, iba a ser la última vez que quedara por encima de ellos en algo. Se podia permitir el lujo de disfrutarlo. Shiori se levantó tan pronto como habian leido su nota. Esta vez parecia que no iba a extenderse tanto como antes con la explicación, con un par de oraciones lo dio por zanjado.
Habeis pasado porque me habeis obedecido, la razón por la que Nabi tiene mejor nota es porque ha ido a por algo concreto e importante a partes iguales. Las otras dos preguntas no han estado mal, pero si no llega a ser por él os habriais ido de aqui sin saber mi nombre.
Dicho eso, se fue hacia fuera del circulo hasta la pared del edificio, se apoyó y espero a que los tres alumnos la siguieran, esta vez estando los cuatro de pie. Era hora de desvelar la siguiente prueba.
Vais a pelear. Sin embargo, sera algo totalmente aleatorio. El azar decidira si peleais con Bukijutsu, Ninjutsu o Taijutsu. Consideraré las marionetas como algo dentro de Bukijutsu para que Juro no este en total desventaja con los demas. Tengo tres papeles, en cada uno hay un numero del 1 al 3 y en cada uno hay uno de vuestros nombres y una especialidad. Kazuma, dime dos numero entre el 1 y el 3 y no vale repetir. El primero sera tu rival y el segundo como peleareis. En caso de que os digais a vosotros mismos invertiré el orden de los numeros. ¿Lo habeis entendido?
Nabi lo habia entendido levemente, pero basicamente habia que decir dos numeros y despues pegarse como ella dijera. No era tan complicado. Sonrió, por fin algo de diversión. Dicho esto, esperó a que Kazuma le respondiera a la sensei.
Kazuma había contado su historia, y expuesto su pregunta. Por lo que solo le quedaba esperar una respuesta.
Luego de pensarlo por unos minutos, la sensei respondió a su interrogante de una manera formal, clara y estricta. Shiori aseguro que las cosas que más le molestaban eran: La soberbia, la insubordinación, la desobediencia y la maleducación. Aquello fue poca información, sin embargo era algo muy a tener en cuenta. Primero porque ya sabían que no debían hacer si querían estar en buenos términos con ella, y segundo que aquella mujer valoraba muchísimo lo que era la disciplina y el respeto que se le debía mostrar.
«Es bueno saber eso, así podre evitar meter la pata» —pensó con cierto alivio.
Habiendo terminado con el Ishimura, la jonin se dirigió a juro, indicándole que era su turno para contarle a los presentes su historia. Básicamente resulto ser similar a como habían sido la de Nabi y la de Kazuma. Lo perdieron casi todo, pero aun así estaban ahí enfrentado la vida y superando las vicisitudes diarias. Quizás fueran sucesos bastante lamentables, pero por lo menos debieron comprender que tenían algo en común, posiblemente eso les ayudara a entenderse mejor, y tal vez, solo tal vez ese era el plan de Kureji.
Concluida su historia Juro realizo la pregunta que le correspondia, la cual era sobre la facultad que la sensei había usado para poder controlar los papales a voluntad. La respuesta que los chicos recibieron fue bastante didáctica, ya que les explico el cómo y el por qué de la técnica, con demostraciones y todo. Habiendo terminado su micro clase, procedió a repartir unos papelitos con notas. Esta vez eran mayores que las anteriores, aunque seguían sin ser buenas.
Luego de lo que pareció ser una forma primitiva de elogio, seguida de una moderna critica técnica, se aventuraron en lo que sería la siguiente prueba. Se alejo caminando hasta quedar frente a la pared del patio, y luego espero a que los genin le siguieran.
De repente, como si se le hubiera ocurrido en el momento; Decidió que los chicos se batieran en combate, dicho aquello, se tomo su tiempo para explicar claramente el formato de los enfrentamientos y como se llevarían a cabo, la cuestión en si era sencilla, el contrincante y el método de combate se escogería al azar, como eran tres chicos, dos pelearían y el otro observaría. En ese momento el peliblanco esperaba ser el que observara, después de todo recordaba su pequeño problema con los combates; había ocasiones en las que se dejaba llevar por la curiosidad de que tanto y que tan lejos podía llegar combatiendo, ello causaba que a veces una simple pelea de práctica pudiera escalar a algo más.
Y como si el karma quisiera fastidiarle el día, su nombre salió de los labios de Shiori. Puesto en una oración que indicaba que debía escoger unos números, dando a entender que era seguro que el combatiera. Miro con un poco de preocupación a sus dos compañeros y se resigno a hablar.
—Escojo el número uno y el numero tres sensei.
«Demonios, definitivamente hoy mi karma se llama Kureji Shiori»
26/05/2015, 15:30 (Última modificación: 26/05/2015, 15:44 por Eikyuu Juro.)
Escuchó con atención a Shiori. Además de haber escuchado las historias, también respondió a su pregunta, alegando que simplemente era un truco de shurikenjutsu. Juro se decepcionó bastante, por un momento había imaginado que de verdad podía manejar los papeles...
A la vez que lo explicaba, les paso las hojas. Esta vez era un aprobado, algo que le alegró un poco más. Nabi fue el que tuvo más nota esta vez, en fin, nunca se podía ganar siempre, ya era bastante con que la sensei dejase de estar cabreada con ellos, o al menos, que no se notase tanto.
Una vez hecho ella se puso en pie y los tres alumnos la siguieron. Estando los cuatro de pie, anunció la siguiente prueba. Iban a pelear, en diferentes estilos. Todo el combate sería decidido por el azar, al igual que sus contendientes. Algo que le puso aun más nervioso. ¿Y si le tocaba ninjutsu? No tenía prácticamente recursos. O peor, ¿Y si le tocaba taijutsu? Sus compañeros parecían más fuertes y preparados que él...
Juro asintió a las explicaciones de Shiori, lo tenía claro. Kazuma sería el que elegiría los números. Respiró profundamente, y esperó a que saliera su rival.
"Venga, Venga, si me toca que sea bukijutsu"
Estuvo a punto de cruzar los dedos, su marioneta, sus armas...Todo englobaba esa facultad. Por su puesto no siempre sería así, pensaba entrenar como mínimo el ninjutsu, pero en ese momento, no había nada que deseara más.
La tensión se respiraba en el aire. Kazuma habia sido elegido para iniciar aquel periodo de combates entre los integrantes del equipo. Se podia palpar el nerviosismo. Incluso Nabi no pudo evitar sentirse ansioso de saber quien y con que se iba a librar aquel combate. Habia pasado un tiempo desde que habia visto al peliblanco pelear, aunque ya habian dicho que su maestria con la espada no tenia igual, así que si salia Bukijutsu iba a ser un combate ejemplar. Tambien sabia que su elemento era Katon, así que si le tocaba a él con Ninjutsu... no parecia tener muchas opciones. Seguido de que el Ishimura era el más fuerte de los tres, así que en Taijutsu como te de un buen puñetazo te desmonta.
Las posibilidades se arremolinaban en la cabeza del rubio. Los numeros elegidos fueron el uno para el oponente y el tres para la especialidad. Shiori fue la primera en mirar lo que habia tocado, Nabi podria haber jurado que durante un segundo estuvo a punto de sonreir, pero se contuvo. Primero giro un pequeño papel, tenia escrito un uno, el nombre de Juro y debajo del mismo, Ninjutsu.
Te enfrentaras a Juro usando unicamente el...
Dejo unos segundos de silencio y finalmente giro el papel con el tres escrito. Nabi/Taijutsu.
Taijutsu.
Finalizó tajantemente.
Bien, Juro, Kazuma, seguidme. Dejad los portaobjetos y las armas en esta pared.
Señalando la pared en la que se habia apoyado hacia solo un instante. Y procedió a colocarse en el centro de uno de los circulos.
Colocaos en las marcas y os explicaré con que reglas vais a pelear.
Lanzo un par de papeles, cada uno a un metro del centro, a cada lado de donde se habia colocado ella. Esperó a que ambos se colocaran y siguió hablando.
Cualquier golpe directo al pecho dara por finalizado el combate. Si uno de los dos cae al suelo se acaba el combate. Si uno de los dos sale del circulo se acaba el combate. No se permiten los golpes en la cara, todo lo demás sí. Si en cinco minutos no habeis acabado ambos perdeis. El que pierda se enfrentara a Nabi en el siguiente combate. En caso de que haya duda de quien ha ganado, yo decidiré. Preparaos
Les cedió unos segundos para que se posicionaran como les apeteciera.
Saludad
Espero a que ambos hicieran el saludo tradicional.
Empezad
En un parpadeo la sensei ya se habia colocado al lado de Nabi, que se habia apoyado en la pared a observar el espectaculo. Cuando Shiori se plantó a su lado le dirigió la mirada y segundos despues la palabra.
¿Apostamos, Shiori-sensei?
Esta le dirigió una mirada y se lo pensó. Para finalmente contestarle susurrando para que los otros dos no se enteraran.
Seguro que piensas que Kazuma va a ganar, así que me apuesto mi historia a favor de Juro. Y si tú pierdes, te tomaras esto en serio y no volveras a usar al equipo para tus tonterias y no me rechistaras jamás. ¿Hay trato?
Eso, no se lo esperaba. La mujer le dirigió una sonrisa picaresca a la vez que le ofrecia la mano para cerrar el trato, le estaba siguiendo el rollo por algún motivo, habia trampa. Pero era el marionetista contra el espadachin. Se notaba a la legua quien tenia más fuerza y más experiencia en el combate cuerpo a cuerpo. Además, no le iba a dejar decir tonterias de todas formas, no iba a perder demasiado.
El peliblanco había hecho su elección, solo tenía que esperar a ver cuál sería el resultado. Sin perder tiempo, la sensei abrió el primer papel, aquel que decidiría cual sería su oponente. Este resulto ser Juro, aquel chico pelinegro que era tan tímido. Luego abrió el segundo papel, el que determinaría la forma del combate. La forma escogida fue el taijutsu.
«Vale, creo que no esta tan mal… Solo tenemos que pegarnos y ya… Eso creo»
Luego de que se dieran las respuestas, Shiori les indico que la siguieran hasta una esquina para poner ahí sus armas y portaobjetos. Kazuma dejo su pequeño bolso encima de un tronco, y luego con suma delicadeza y respeto, coloco su espada apoyada contra la pared. Haciendolo de tal forma que pareciera que estaba tratando con un anciano al que aprecia mucho.
Posterior a eso, ambos chicos se dirigieron al centro del círculo de entrenamiento y esperaron a que la Kureji, se dirigiera a ellos.
Lo primero que les dijo fue que todo terminaba con un golpe al pecho, aquello tenía sentido, después de todo aun eran chicos y un solo golpe en esa zona bastaría para restarles aliento. El resto era lo básico, caer al suelo y salir de círculo significaba el fin del combate. No se permitían golpes en la cara, probablemente para evitar narices rotas y cosas así. Lo otro era que el perdedor se enfrentaría a Nabi.
«Bien todo parece sencillo, pero me pregunto que pretende lograr con un combate de este tipo… Sin embargo creo que debería estar relajado, los combates de entrenamiento del viejo no tenían tales cosas como reglas, además no creo que Juro se lo vaya a tomar tan enserio»
Con esos pensamientos en mente, el ojosgrises intercambio el saludo ritual con su oponente y procedió a ponerse en posición de combate, para luego ser el primero en arremeter, lanzando un manotazo hacia el pecho de Juro, para tratar de terminar rápido el combate.
☢Estado de Kazuma☢ PV: 100 PC: 100
Kazuma ha lanzado un manotazo
Daño = 4 + 3(Fuerza) = 7
Juro sintió como su corazón latía más veces de lo que normalmente estaba acostumbrado a hacer en el momento en el que su nombre salió a relucir. Le tocaba pelear contra Kazuma, el que era más alto que él, el de la espada. No es que le cayese mal, pero tenía miedo de lo que pudiese pasar.
"Si toca bukijutsu podemos dar un buen espectáculo..."
Pero el destino era caprichoso, y decidió cambiar las tornas de la pelea. Era una pelea a Taijutsu.
Tuvo que contenerse para no soltar un grito ahogado. El taijutsu se le daba fatal, solo sabía las nociones básicas, y iba a tener que pelear con lo poco que tenía. Tuvo suerte y no tembló, pero solo por la rabia que sentía al haberle llamado cobarde. Siguió a Shiori, depositó con dolor el pergamino que contenía a Gen y su portaobjetos, y avanzó hacia el circulo.
Una vez colocado escuchó las reglas, iba a ser algo más complejo que pegarse y ya. Tenía que proteger su pecho, mantener el equilibrio, y para colmo, no salirse del circulo. Todo eso mientras contenía las arremetidas de Kazuma. Iba a ser complicado....
A un metro de distancia entre ambos, hicieron la reverencia que precedía al combate.
- Suerte... - comentó, al ver que iban a empezar, aunque Kazuma no comento nada. Parecía haberse puesto serio.
Para su sorpresa, al grito de la sensei se lanzó a por él. Juro se preparó para lo peor, pero fue un simple manotazo al pecho. No lo evito, no quiso arriesgarse. Utilizando su brazo derecho, bloqueo el golpe, recibiendolo en menor medida, y salvando su pecho por el momento.
Pero no se detuvo ahí, la seguridad no era la única razón por la que se había quedado quieto. Aprovechando la inercia, y teniendo la pierna derecha atrasada en parte por el impacto, pensaba devolverle el golpe. Aprovechando los segundos en los que Kazuma tendría que recuperar la posición, aprovechando el brazo derecho con el que bloqueo, y utilizando el hombro derecho, impulsandose con todo el peso de su cuerpo.
El golpe iba directo al pecho, en parte por lo dicho por su tutora, en parte porque con un ataque así, no tenía más remedio que aterrizar ahí.
Aun así se contuvo, el placaje no iba destinado a caerse ambos, sino a alejarlo de él, mantuvo los pies en el suelo para evitar caerse y fastidiarla.
Tanto si lograba darle, o desestabilizarte como sino, retrocedería hasta su posición y se prepararía por si tuviese que bloquear más golpes.
La mirada del rubio se centraba a su vez en el combate y en su sensei. Sabia que habia algo, un detalle, un minusculo detalle que habia hecho que aquella mujer apostara por Juro. Habia visto algo que él no, y eso le molestaba.
Pero por más que se fijaba no lo veia, es más, contra más atención ponia en aquellos torpes genins más seguro estaba de que iba a ganar Kazuma. Juro era un flan, se notaba a la legua que ni él estaba convencido de poder ganar. Habia empezado recibiendo el golpe de Kazuma y más que un contraataque habia lanzado un empujoncito de nena para intentar alejar el peligro.
Sin embargo, Shiori habia depositado en el joven marionetista una apuesta con Nabi, era obvio que tenia confianza absoluta en él. Por poco que se conocieran deberia saber que si ganaba, el rubio se iba a poner insoportable. Entonces, ¿por que? ¿a qué habia venido esa apuesta? ¿queria perder? Habia algo oculto tras esa inocente apuesta, algo que él queria descubrir.
Mientras tanto, la sensei miraba el combate y de vez en cuando apuntaba algo, con una tranquilidad infernal.
El combate había comenzado, y al parecer Kazuma había sido impaciente. Sin muchos problemas Juro bloqueo su manotazo, y aprovechando la fuerza en acción, se planto firme y arremetió con un placaje hacia el cuerpo de su oponente.
«Un ataque tan directo y de frente, no tengo mucho espacio para maniobrar, además es difícil enfrentarle cuando estoy atento a defenderme, mantenerme y no hacerle daño —en ese momento una idea cruzo por su mente—. Claro, el objetivo de este encuentro no es el combate en sí mismo, es cómo podemos adaptarnos a las limitaciones que tenemos en distintas situaciones»
«Bueno al menos espero que sea eso»
Mientras el pelinegro embestía de forma temeraria, el peliblanco trataba de pensar cuál sería la forma más efectiva de lidiar con aquella situación. Y entonces lo recordó; Evoco un recuerdo de hacía mucho tiempo, cuando estaban en la academia y Nabi solía jugarle bromas. Un día trato de encerrarle en un salón. El Ishimura arremetió contra la puerta varias veces, y ya estaba a punto de derribarla, pero cuando había tomado impulso e iba toda velocidad, el rubio entre abrió la puerta. Lo que paso es que la puerta recibió el golpe, pero no adsorbió nada de la energía, en lugar de eso solo giro sobre sus bisagras, dejando pasar al chico que iba disparado como una flecha con rumbo al suelo.
«Increíble que una de las bromas de Nabi me ayude en una prueba»
El joven de piel morena relajo su cuerpo, y aprovechando su pérdida de balance se quedo precariamente sobre un pie, mientras recibía el impacto del marionetista en uno de sus hombros. Sin embargo aprovechado el empuje y emulando a una puerta sobre sus pestillos, utilizo su mano libre para apoyarse en el atacante y girar sobre sí mismo mientras trataba de empujar a este en la dirección que llevaba, con suerte aquello sería suficiente para que saliera del circulo antes de poder detenerse.
☢Estado de Kazuma☢ PV: 100 - 5 = 95 PC: 100
Daño:
Placaje: 5 PV + 1 (Fuerza 15/10) = 6 PV - 1 (Resistencia 10/10) = 5
Kazuma ha recibido placaje... No es muy efectivo.
27/05/2015, 15:36 (Última modificación: 27/05/2015, 15:52 por Eikyuu Juro.)
Kazuma estaba demostrando que era un buen combatiente, quizas demasiado bueno para el pobre marionetista, que había logrado ponerse serio, ya fuese por el miedo o por la necesidad de demostrar que podía hacerlo bien.
Ajenos a las maquinaciones de Nabi y su sensei, bloqueo y atacó. La diferencia fue que en ese momento Kazuma hizo algo que no se esperó. En cuanto su hombro derecho impacto contra el de Kazuma, este hizo algo extraño. Se apoyó solo con un pie en el suelo, y agarrando a Juro, dio una vuelta sobre si mismo.
Afortunadamente, en el momento del placaje se encontraban muy cerca, por lo que Juro no había cogido carrerilla, y gracias a eso, al impactar contra el hombro enemigo, no pudo avanzar.
Tampoco pudo evitar el agarre, lo hizo demasiado rápido, una vez recibido el golpe, cuando Juro pensaba que caería. Se agarró sobre el hombro que tenía dolorido, el derecho, que había adelantado. Esto no le sentó muy bien, y pudo reaccionar solo gracias al dolor y al peso.
"Mierda, Mierda"
Pero no todo jugaba en su contra. Había algo que Kazuma no había tenido en cuenta. Él no era una estatua, ni ningún objeto, era una persona. Es más, era poco más que un niño, y había escogido muy mal el lugar donde apoyarse.
Al hacerlo, en parte por el dolor, en parte por el repentino peso de todo su cuerpo, su hombro derecho descendió hacia abajo, sin apenas proponerselo. El descenso no fue muy grande, aunque tampoco se quedo corto, su hombro flojeo unos cuantos centímetros, haciendo que prácticamente todo su lado derecho se inclinara. Afortundamente, no fue algo tan grande como para que perdiera totalmente el equilibrio, gracias a su pierna izquierda fundamentalmente.
Fue brusco, pero le ayudo a espabilar, y algo más util, hizo que Kazuma, que estaba girando sobre ese mismo punto de apoyo, perdiese totalmente el equilibro en medio de la vuelta. Con ello, se vería atraido hacia la espalda de Juro, debido a la inclinación, pero perdiendo todo el poder que el equilibrio le había dado, porque ahora mismo, se había puesto contra él.
Esto no lo desaprovecho, en el momento en que su hombro descendió, movido por el dolor, utilizó el codo derecho para intentar estampar lo sobre su oponente , para hacer que ese dolor se fuese. Gracias a la diferencia de altura, caería sobre el pecho, o la espalda de Kazuma. De igual forma, este ser vería atraído al golpe y no al revés, y una vez dado, era más que probable que cayese al suelo por el mismo.
De igual forma, si no ganaba con eso, buscaría retroceder y conseguir algo del poco espacio que les quedaba.
Estado de Juro
PV: : 98 CK: : 100
Codazo: 11 PV + 1 (15/10) = 12 PV
Empuje bloqueado debido a la perdida de equilibrio y al codazo.
Juro y Kazuma estaban tremendamente concentrados en su pequeño combate sin importancia, sin ser conscientes de que algo mucho más grande se escondia tras aquel simple enfrentamiento de Taijutsu. El peliblanco decidió dejar pasar al marionetista esperando que con su placaje se fuera a pastar de una vez, sin embargo, la nula fuerza del muchacho hizo que su impulso fuera muy controlable y no salió como estaba planeado.
Y solo una persona se esperaba lo que iba a pasar a continuación. Para girar sobre si mismo, Kazuma habia puesto todo su peso sobre una sola pierna. Aquella era la oportunidad que habia estado esperando. Shiori realizó un sello que unicamente vio Nabi, pues los otros dos estaban a lo suyo. Lo que el peliblanco sentiria, seria como cuando estas sobre una alfombra y alguien tira fuerte de ella. Lo que se vio, fue como su pie se iba para un lado y caia de culo al suelo.
El rubio se llevo la mano a la cara, para ocultar su risa, basicamente. La sensei habia ganado, y lo habia hecho siendo rastrera, no ilegal, pero si bastante rastrera. Le gustaba. Cruzaron miradas un segundo, él sabia que habia perdido, y ella sabia que le habia dado una lección.
¿Tienes algo que comentar?
Le preguntó antes de dirigirse al circulo donde los dos muchachos se encontrarian más bien desconcertados.
Para nada, Shiori-sensei.
Con una sonrisa que iba a tardar en borrarse de su rostro, Nabi se dirigió al campo de combate tras su tutora. Le gustaban esas cosas, esas vaciladas tan legales, pues ella en ningún momento que no pudiera intervenir una tercera persona en el combate. Seguramente lo respaldaria con algún tipo de sermón, pero habia sido una cochinada muy muy fea. A lo mejor alguno de los dos se ofendia por ello.
Juro, enhorabuena, has ganado. Ahora te enfrentaras a Nabi. Te toca elegir un numero del 1 al 3 para elegir la categoria, como antes.
La mujer esperaba expectante la reacción de ambos muchachos. El rubio solo miraba desde detras con una sonrisa de oreja a oreja.