Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
El hombre frunció el ceño y encargó al chico que acababa de llamarle de una forma peculiar, luego chistó con la lengua e hizo caso omiso, relajando de nuevo su rostro. Por otro lado, Juro se mostró más agradecido con el hombre.
— Muchas gracias. Si no fuera por usted, no lo habríamos contado
—Coincido con mi compañero, señor; muchísimas gracias por rescatarnos —alegó la única fémina del grupo con un leve inclinamiento de cabeza.
— ¿Qué? ¿Pero había un pulpo gigante o no?—aquel fue Nabi quién habló y el hombre viró su vista de Juro, a Eri para finalmente posarla sobre Nabi.
Luego carraspeó.
—No os preocupéis niños, el único problema era un gamberro con un gran poder de ninjutsu elemental que gastaba jugarretas a los visitantes, por suerte y gracias a vosotros, hemos podido cazarle hoy —explicó con tono conciliador—. Sin embargo, me gustaría pediros que acudáis a vuestras residencias y descanséis, habéis tragado mucho agua y lo mejor para vuestros cuerpos será descansar.
Eri asintió lentamente, sin embargo no entendía muy bien eso de jugarreta... ¿Una jugarreta era casi ahogar a gente inocente? De verdad que no le cabía en la cabeza.
— Eri-chan, ¿estás bien? ¿Eri-chan? ¡¿Eri-chan?!
— ¿Eh? ¡Ah! ¡Sí! Sí, estoy bien Nabi-kun, ¿y tú? ¿Juro-san estás bien? ¿No te has hecho nada tampoco? — Preguntó la joven ya mirando fijamente a los otros dos genin, acto que no pasó por encima del hombre que los había rescatado, así que antes de seguir incordiando, se fue en una nube de humo habiendo dicho lo que tenía que decir.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Juro observó el panorama: el hombre que les había salvado permaneció ahí, observando a los tres genin. Nabi despertó, pero parecía estar delirando. Dijo algo sobre un pulpo gigante y cosas similares. Juro supuso que había tragado demasiada agua. Eri, por su parte, estaba cuerda y se mostró muy agradecida con su rescatador.
—No os preocupéis niños, el único problema era un gamberro con un gran poder de ninjutsu elemental que gastaba jugarretas a los visitantes, por suerte y gracias a vosotros, hemos podido cazarle hoy. Sin embargo, me gustaría pediros que acudáis a vuestras residencias y descanséis, habéis tragado mucho agua y lo mejor para vuestros cuerpos será descansar.
Juro tragó saliva, a pesar de las palabras tranquilizadoras de aquel hombre.
« ¿Qué clase de "gamberro" tiene un poder capaz de crear un remolino así en el agua? »
Aun así, tomó el consejo y asintió. Se sentía mareado y cansado. Además, aún le dolía la cara de la patada que aquel idiota le había propinado. El hombre desapareció en una nube de humo, dejando a los tres genin otra vez solos, a orillas de aquel lago que casi se los tragaba.
Nabi se espabiló y se preocupó al instante por Eri. Esta, después de aclarar bien, se preocupó también por Juro.
— Si... un poco mareado, pero estoy de una pieza — murmuró —. Me alegra ver que estamos todos bien. Vaya susto.
Acto seguido, se esforzó en levantarse y en recoger sus cosas, que descansaban cerca suyo. No quería dejarlas tiradas por ahí. Gen se enfadaría con él.
—No os preocupéis niños, el único problema era un gamberro con un gran poder de ninjutsu elemental que gastaba jugarretas a los visitantes, por suerte y gracias a vosotros, hemos podido cazarle hoy. Sin embargo, me gustaría pediros que acudáis a vuestras residencias y descanséis, habéis tragado mucho agua y lo mejor para vuestros cuerpos será descansar.
Como siempre, la gente ignoró mi pregunta, pero Eri parecía entera así que yo tambien les ignoré a ellos. Mi naturaleza uzunesa me evitaba gran parte de los traumas por ser absorbido por un remolino, claro que el cansancio y la sensación de haber estado al borde del ahogamiento no me la quitaba nadie. Pero no tener un mareo impresionante y poder ponerme de pie ayudaba bastante.
Entonces vi que Juro tambien estaba vivo, lo cual me sorprendió. Una cosa es saber nadar, pero sobrevivir a un remolino siendo de Kusagakure tiene merito. Me acerqué a él mientras intentaba levantarse y le di una palmadita en la espalda, tal vez una palmada, o puede que un palmadote. Estaba un poco demasiado ido para calcular mi fuerza.
— ¡Hombre, Juro! Has sobrevivido a un remolino como si nada. Esto hay que celebrarlo. ¿Donde hay un buen sitio para hacer una barbacoa? Tengo un hambre impresionante, sed no, ¿por qué será?
Mi estomago corroboró mi versión de los hechos con un gruñido de aprobación.
— ¡Hombre, Juro! Has sobrevivido a un remolino como si nada. Esto hay que celebrarlo. ¿Donde hay un buen sitio para hacer una barbacoa? Tengo un hambre impresionante, sed no, ¿por qué será?
Eri solo rodó los ojos ante el comentario, sin embargo no pudo evitar sonreír ante los sonidos que emitía la tripa de Nabi.
— Si... un poco mareado, pero estoy de una pieza — murmuró Juro —. Me alegra ver que estamos todos bien. Vaya susto.
—Creo que yo no me apunto a comer barbacoa, ni nada; lo que tengo es un sueño ahora mismo...—alegó mientras bostezaba abiertamente, luego se tapó la boca con su mano izquierda y posó su vista en Juro que intentaba levantarse —. No sé por qué pero el agua siempre me da sueño.
Se levantó despacio, aún notando como su cabeza daba vueltas gracias al torbellino que casi los traga, una vez de pie, tardó unos segundos que invertió en abrir y cerrar los ojos para acostumbrarse.
— Yo me voy a Nantonoya chicos, espero que la próxima vez que nos veamos los tres juntos no trate de comernos un torbellino gigante —bromeó la kunoichi —. ¿Vienes también Nabi-kun?
»Ten cuidado a la vuelta, Juro-san; y descansa mucho.
Fue lo último que diría antes de dar la vuelta y comenzar a andar hacia Nantonoya —dando un buen rodeo al lago del que no quería saber nada en mucho tiempo—, antes de partir, sin embargo; hizo una inclinación de cabeza en modo de despedida a Juro y esperó unos segundos a que Nabi la siguiese si quería volver con ella, no era quién para obligarle, claro; pero la verdad es que un paseo hacia sus habitaciones tranquilamente sí se le antojaba, y más con aquel rubio.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
15/08/2017, 13:53 (Última modificación: 15/08/2017, 13:53 por Eikyuu Juro.)
Nabi pareció recuperarse de su mareo en momentos. Se mostró alegre porque él hubieses sobrevivido al remolino — ¿sería otro de sus prejuicios de villa? — y le dio una palmada en la espalda, con bastante fuerza. También dijo algo de una barbacoa, aunque después de tragar tanta hambre, Juro dudó que el resto de presentes tuviese mucha hambre.
—Creo que yo no me apunto a comer barbacoa, ni nada; lo que tengo es un sueño ahora mismo... No sé por qué pero el agua siempre me da sueño. Yo me voy a Nantonoya chicos, espero que la próxima vez que nos veamos los tres juntos no trate de comernos un torbellino gigante ¿Vienes también Nabi-kun?
Juro esperó un poco a que Nabi contestase. Supuso que Eri pensaba igual que él; no tenía ganas de nada más que de descansar. No supo si Nabi se mostraría de acuerdo o no, aunque una parte de él adivinaba que si Eri lo decía Nabi iría detrás de él.
»Ten cuidado a la vuelta, Juro-san; y descansa mucho.
— ¡Gracias! Descansa mucho vosotros también, chicos. A parte de por el remolino, ha sido un placer — dijo, siguiéndole la broma —. Me encantaría volver a veros. Aunque supongo que nos veremos en el torneo. ¡Espero que no tengamos que pelear!
Tras eso, esperaría un poco. Si ambos genin se iban y ya no decían nada más, Juro haría lo mismo. Volvería al hotel y se tiraría directamente a la cama. Tenía muchas ganas de dormir también.
Eri había contestado negativamente a mi invitación y Juro había ignorado mi invitación así que me daba por entendido en la materia. Cada uno a su puta casa y Shiona-sama en la de todos.
— Yo ire a comer algo a algún sitio que tengo un hambre atroz. Bueno, Juro, ya nos veremos, si tienes suerte en el torneo no. Y Eri-chan, ya nos veremos cuando vuelva a Nantonoya.
— Yo ire a comer algo a algún sitio que tengo un hambre atroz. Bueno, Juro, ya nos veremos, si tienes suerte en el torneo no. Y Eri-chan, ya nos veremos cuando vuelva a Nantonoya.
—Oh bueno, pues espero que te aproveche, y lo siento por no poder acompañarte, de verdad, es que me siento muy cansada.
— ¡Gracias! Descansa mucho vosotros también, chicos. A parte de por el remolino, ha sido un placer. Me encantaría volver a veros. Aunque supongo que nos veremos en el torneo. ¡Espero que no tengamos que pelear!
— Igualmente Juro-san, suerte en el torneo —alegó sonriente mientras comenzaba a alejarse —. ¡Nos vemos!
Y con eso y un bizcocho, los tres genin se dirigieron cada uno a un sitio, Juro y Eri a descansar después de casi ser absorbidos por un torbellino y Nabi a llenar la panza, ya que lo que les deparaba el Torneo estaría por ver aún y tenían que prepararse.
Y así fue como Eri pasó otro de sus días en el Valle de los Dojos.
Y colorín colorado, otra trama se ha acabado.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100