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Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Versión para impresión

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Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uchiha Datsue - 2/02/2017

En el Jardín de los Cerezos había un ambiente de lo más jovial. Los cerezos habían florecido a su máximo esplendor, recibiendo el cálido abrazo de un sol brillante en lo alto del cielo, y estaban adornadas en sus ramas con lámparas de papel que por la noche compondrían un espectáculo digno de los Dioses.

Olía a flor recién florecida, a hierba recién cortada y a una amplia gama de fragancias femeninas, allí por donde había pasado una damisela dejando un pequeño rastro en el aire de su perfume. Las risas chispeantes de algunas kunoichis con alguna copa de más se oían entre los cerezos, aderezando la música que sonaba en el centro del jardín, donde una docena de hombres y mujeres tocaban distintos instrumentos de cuerda y viento, componiendo una melodía vivaz y alegre. De vez en cuando, una nota discordante: la carcajada estruendosa de algún shinobi con no una ni dos, sino varias copas de más. Los niños y niñas más pequeños, ajenos a todo ello, corrían de aquí para allá entre las amplias mesas rebosantes de comida y postres, jugando al escondite, al ninjas-o-bandidos o al Daruma-san ga koronda.

Unos fuegos artificiales cruzaron el cielo, estallando en un millar de lucecillas diminutas. Hubo unos segundos; y unos terceros. Nada que ver con los maravillosos fuegos que vendrían a la noche. Aquellos fueron discretos y breves, pues su función no era la de maravillar, sino avisar. Avisar de que los primeros Juegos de Uzushiogakure no sato estaban a punto de comenzar.

Los jóvenes fueron los primeros en dirigirse a la plaza donde se celebrarían los anunciados juegos. Los niños, tirando de las mangas de los padres para obligarles a acompañarles, los segundos. Algún que otro adulto y adolescente también decidió dar la oportunidad a aquella especie de torneo juvenil, intrigados por la novedad. El resto, prefirió la buena conversación y la buena música —y probablemente el buen vino— que disfrutaban allí.


* * * *


La plaza donde se disputarían los Juegos era como otra cualquiera, de suelo empedrado y amplia, con una valla de piedra de un metro de altura que rodeaba todo el perímetro, y sobre el que ya muchos se apoyaban para contemplar el espectáculo que estaba a punto de producirse.

En el centro de la plaza, tan solo dos personas, ambas ataviadas con sus mejores atuendos, como el resto del público. Uno era de estatura media, pero tirando a bajo, con una barriga imposible de disimular y psoriasis en el cuello. Tenía el pelo corto y con visibles entradas en la frente, y su rostro era redondeado y de aspecto bonachón. El segundo, más joven, alto y sobre todo, delgado. Tenía el pelo largo y blanco, recogido en una coleta que le llegaba hasta la cintura, y su ojo izquierdo estaba oculto por una venda negra que le cruzaba en diagonal el rostro y le dotaba de un aspecto intimidante. En su oreja izquierda, colgaba un pendiente de color púrpura.

En frente de ellos dos había una mesa circular, con una copa grande de cristal en el centro llena de bolitas negras.

¡Damas y caballeros, kunoichis y shinobis, niñas y niños! —exclamó Okura, el hombre pequeño y con psoriasis—. ¡Es mi placer anunciaros…! —Su vozarrón llegaba alto y claro a todos los presentes, y más de alguno pensó que estaba amplificando su voz con algún tipo de ninjutsu. Los que conocían a Okura, sin embargo, lo dudaban. No había habido en toda la historia de Uzushiogakure no sato un hombre con la voz tan atronadora y ensordecedora como él—. ¡LOS PRIMEROS JUEGOS DE UZUSHIOGAKURE NO SATO!

Una multitud de niños le vitoreó y aplaudió, acompañados de no menos Gennins, que esperaban ansiosos su oportunidad para participar. Entre ellos, un Uchiha peliblanco y ojos de color miel, que se mantenía apático subido a lo alto de la rama de un cerezo, contemplándolo todo desde arriba.

¡Ahora procederemos a elegir mediante sorteo a algunos de los muchos Gennins recién graduados de nuestra gloriosa Uzu! —explicó, señalando la copa de cristal—. ¡Adelante, Sobokuna! —Entonces Okura bajó la voz, de tal modo que solo Sobokuna pudiese oírle—. Y encárgate de que al menos haya una chica por equipo.

Sobokuna le miró extrañado, entornando su único ojo visible.

Pensé que no haríamos caso a los consejos de…

¡No menciones su estúpido nombre! —dijo, en un susurro explosivo—. Tú solo hazlo.

Vale. Pero entonces no será al azar…

¡Claro que lo será! —le rebatió, de nuevo en un murmullo—. Tu solo encárgate de que haya dos chicas, dentro de lo arbitrario.

Sobokuna abrió la boca y se quedó pensando, como si todavía no entendiese el concepto de seleccionar a dos chicas entre los apuntados pero manteniendo el azar. Luego se encogió de hombros y asintió, como si prefiriese no discutir. Su mano revolvió las bolas y, tras unos segundos, quitó una. La abrió, quitó un papelito que había en su interior y se lo entregó a Okura.

¡Y el primer participante de Uzushiogakure no sato es… Hakagurē Kōtetsu!

El público emitió un ensordecedor aplauso, mientras algunos Gennins rumiaban por lo bajo, decepcionados de que no fuese su nombre el que hubiese salido. La lista de participantes siguió saliendo, emitidas al público por el vozarrón de Okura: Sakamoto Noemi; Senju Nabi; Senju Riko, Uchiha…

El pulso de Haskoz se aceleró...

… AKAME! —anunció, a pleno pulmón, provocando los vítores del público, a excepción de alguien que emitió un exabrupto en lo alto de un árbol. Okura sonrió y, señalando con el dedo algo escrito en el papelillo, susurró:—. Mira, parece que tenemos un graciosillo. ¡Pide hacer equipo con Uzumaki Shiona, el muy bandido!

Sobokuna se encogió de hombros, como si no pillase el chiste, y se limitó a sacar otra bolita mientras las venas en torno a su venda se le marcaban.

¡Y finalmente… —Okura desenrolló el papelito recién sacado por su compañero—. ¡FURUKAWA ERI!

Okura. —El ojo de Sobokuna estaba empañado.

¿Qué ocurre? —se alarmó Okura.

Mira. —Sobokuna señaló el papelito que Okura todavía mantenía en la mano, justamente a la parte donde Eri había escrito sus preferencias de equipo. La respuesta había sido tan sencilla como la de Akame, si bien más contundente—. Es tan jodidamente injusto… Hasta dibujó una carita triste al final. —Una lágrima cayó por la mejilla de Sobokuna, que parecía consternado.

En la respuesta de Eri ponía: "No tengo amigos todavía". Okura no parecía para nada afectado. Es más, se veía molesto por lo que acababa de decir.

¿Y todavía te enteras ahora? —le increpó, crispado—. ¡Pues clara que es injusta! Por eso aún somos Chunnins con cuarenta tacos, joder.

Yo todavía tengo veintisiete…

El párpado de Okura tembló por un instante, pero entonces prefirió hacer caso omiso al comentario, y, con voz más atronadora que nunca, rugió:

¡TODOS LOS GENNINS QUE NOMBRÉ, VENID AQUÍ AHORA MISMO O ELIJO A OTROS!





En esta primera ronda de turnos no habrá orden, que sino nos podemos echar una semana para la simple entrada. Así que esta vez ampliaré el plazo a 96 horas, pero tenéis que postear todos en este plazo

Suerte a todos y espero que os divertáis Guiño



RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uchiha Akame - 3/02/2017

Y allí estaba Akame, plantado como un pasmarote frente a los dos chuunin que habían sido elegidos para ejercer de presentadores de aquella ceremonia. Vestía con su sencillez habitual; pantalones cortos de color negro, camiseta de manga larga roja clara, sandalias ninja y su bandana del Remolino atada al brazo derecho. Llevaba su equipamiento ninja en el cinturón, acomodado como de costumbre, porque aunque no supiese de qué iba a tratar todo aquello de los Juegos, nunca estaba de más ir preparado. Dudaba que en un ambiente festivo como el de aquel día hubiese cabida para entrenamientos formales o pruebas de combate.

Mientras el rechoncho y ya entrado en años chuunin Okura anunciaba a viva voz los nombres de los participantes elegidos para formar equipo en los Juegos, Akame no perdía detalle. Su atenta mirada azabache recorría el público con cada nuevo gennin que era llamado a presentarse, sólo para luego volver a las dos figuras que permanecían en el centro de la plaza. «¿Qué criterio habrán seguido para admitir a los participantes? ¿Será realmente aleatoria esta selección? ¿Saldré elegido?», se preguntaba para sí el Uchiha mientras se arreglaba la cola baja y corta en la que estaba recogido su pelo negro.

No tuvo que esperar mucho más. Cuando el chuunin pureta pronunció su nombre, Akame se levantó como un resorte y empezó a avanzar hacia el centro de la plaza, esquivando como podía a la gente del público. No pudo evitar sonrojarse cuando Okura destacó el peculiar rellenado de su solicitud, arrancando algunas carcajadas entre los espectadores. «Qué falta de respeto, no sé cómo pude dejarme convencer por Haskoz-kun para poner eso...», se reprendió para sí.

Uchiha Akame presente, Okura-kun, Sobokuna-kun —anunció, colocándose frente a los dos chuunin y haciendo una leve reverencia; lo suficientemente baja para reconocer su autoridad pero no tanto como para indicar sometimiento total a ella.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Hanamura Kazuma - 4/02/2017

La noche resultaba fresca y agradable en el Jardín de los cerezos, aunque estaba lejos de su quietud habitual: Había cientos de personas reunidas en aquel parque, todas motivadas por “Los Juegos de Uzushiogakure no Sato”. Aquel era un evento exclusivo para los jóvenes genins que estuviesen recién graduados. Pese a toda la propaganda de aquella celebración, la mayoría de las personas estaban allí para charlar, comer, compartir y disfrutar de cualquier espectáculo que pudiera amenizar sus ratos libres.

Pero… ¿Qué significa esto, maestro? —preguntó alterado en cuanto escucho que se le llamaba al centro de la arena, el lugar donde solo debían de estar aquellos que quisieran participar.

Ya te había dicho que lo mejor para ti era el participar —aseveró el anciano, mientras recordaba las múltiples negativas de su pupilo—. Te he inscrito con el fin de adquieras un poco de experiencia en cuanto a las personas de Uzushio y sus costumbres.

El joven sabía que no tenía otra elección sino participar, pero sentía demasiado temor a que la gente lo señalará como un desconocido, o peor, que los mayores se indignaran por el hecho de que un Hakagurē estuviese participando. Pese a aquello, la ropa que le habían proporcionado era la perfecta para la ocasión: Un hakama gris corto y ceñido a los tobillos, un uwagi negro sin mangas, un obi de seda roja, un par de getas y un elegante haori blanco.

Debí quedarme en casa”, pensó mientras se levantaba en silencio resignatario.

Espera, he preparado algo que deberás de usar durante lo que resta de evento. —Ante la mirada curiosa de Kōtetsu, su maestro dio dos palmadas y uno de sus siervos se acercó para entregarle al chico una caja lacada.

Se le hizo un gesto para que la abriera. Así hizo, y en su interior encontró una curiosa máscara de porcelana y oro que representaba a un demonio, con los ojos vacíos y una expresión fiera, y con colmillos y cuernos dorados. Aun sin entender el porqué de aquello, se recogió el cabello y se ajustó las correas que la mantendrían en su lugar, llenando las cuencas vacías con sus grises ojos.

Esto es un poco extraño. Es muy ligera y me permite respirar con facilidad, pero no puedo ver bien los rostros y mi voz suena tenebrosa. —Por alguna razón que no entendía, le resultaba imposible el distinguir las caras de quienes tenía cerca y el hacer que su voz se escuchara como lo hacía normalmente.

Es bastante resistente, así que no debes de preocuparte porque se pueda dañar —aseguro, sin molestarse en responder las dudas del joven—. En la frente hay un sitio para que coloques la placa metálica de tu bandana.

Separó su bandana de la tela en la que estaba puesta, y procedió a ajustarla en su nuevo hogar, la frente de aquel demoníaco rostro. Tenía un montón de dudas, pero sabía que no recibiría respuesta alguna por parte del anciano. Se limitó a alejarse en silencio hacia el centro de la plaza, lugar desde donde lo habían llamado.

Hakagurē Kōtetsu, presente y listo para participar —dijo con voz tétrica en cuanto se halló frente a los organizadores, a los cuales no podía reconocer o diferenciar.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Koko - 5/02/2017

Siendo un día festivo como aquél, la kunoichi no sentía la necesidad de llevar encima todo su armamento, en su lugar prefirió encargárselo a Koko —básicamente su sirvienta personal—, de buen ver, ojos claros y melena larga y rubia, parecida en varios aspectos a Noemi pero con una impresionante cantidad de pecas por todo el rostro. La verdad es que son hermanas, pero al haber sido rechazada por la cabeza del clan se vio obligada a deambular como una sirvienta normal.

—No puedo creer que me hayan mandado sola. —Se quejaba Noemi mientras contemplaba el centro del escenario casi que ignorando todo lo que aquellos dos chuunins hablaban.

—Supongo que no le dan importancia por ser la primera vez que se hace esto. —Respondería un tanto agitada la menor quien cargaba con todas las espadas de su hermana, un peso que sin ningún tipo de preparación sería probablemente muy grande.

De cualquier manera, todo era alegría por ahí, la gente bebía, comía, bailaba, hasta los que estaban centrados en el círculo de piedra escuchando el parloteo de los anfitriones parecían felices de estar allí y muy probablemente de saber que se echarían un buen par de risas con los desafortunados genins que fuesen nombrados para participar de los juegos.

—Ojalá a Haskoz le toque con el Akimichi inútil del fondo. —Soltó divertida tras lo cual soltó una risa algo baja que duró poco menos de un segundo, pues pronto su semblante ensombreció al escuchar a esos dos llamarla al centro del lugar.

«Me cago en todo, para colmo a él no lo llamaron. »Se quejaba mientras dejaba a Koko a cargo de sus armas y caminaba a paso lento hasta el lugar, obviamente no quería estar allí, pero se anotó esperando que el azar le jugará a su favor para tener la excusa de que no hizo nada porque no fue escogida de entre todos los genins y… Lamentablemente no estaba de suerte.

Y allí estaban dos de los participantes, uno reconocible y el otro con una máscara bastante extraña que hizo que la kunoichi frunciera ligeramente el ceño pero no dijo nada al respecto.

—Sakamoto Noemi aquí. —Usaría un tono neutral para hablar, aunque hizo una leve reverencia a los chuunins allí presentes y se quedó a la espera de cualquier tipo de comentario u orden, no tenía mucho más para hacer realmente.

«¿Y este tipo…? No lo recuerdo de la academia. »


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uzumaki Eri - 5/02/2017

Sus cabellos danzaban al son del viento mientras sus manos se deslizaban por la fría piedra en la que estaba apoyada. Había acudido sola y por ello andaba algo cabizbaja, rememorando las breves excusas de su hermano para no acudir a la ceremonia, tal como tengo algo muy importante que hacer. ¡Pssst! ¿Qué era más importante que esto? Chasqueó su lengua mientras se ajustaba su típico jersey por décima vez. Habría optado por algo más formal que sus normales vestimentas, pero dudó en el último instante y optó por lo más simple al final.

Un escalofrío la recorrió de arriba a abajo cuando la estridente voz del mayor de los hombres situados en el centro penetró sus oídos y prácticamente la obligó a prestar atención. Recordó lo emocionada que estaba al inscribirse porque así podría vivir experiencias nuevas, pero su decepcionado corazón oprimía su alegría con fuerza, así que con expresión cansada fijó sus ojos en los dos hombres que hablaban por encima de los demás.

Tras el vitoreo por el anuncio de los Juegos, un cosquilleo en el estómago hizo que Eri por fin notase algo parecido a intriga, nervios y una pizca de curiosidad, y cuando empezaron a volar los nombres de Gennins que conocía, su corazón empezó a latir con rapidez.

¿Saldría ella?

¡Y finalmente... FURUKAWA ERI!

El cosquilleo que sintió no tenía ni punto de comparación con las mariposas que revoloteaban ahora en su interior, y un rubor acudió a sus mejillas al escuchar como las miradas de muchos se posaban en ella —pudiendo ser también por la frasecilla que había puesto en preferencias de equipo— ¡Era la última vez que era sincera en un papel!

Con pasos temblorosos se presentó ante los dos hombres e hizo una pequeña reverencia, para añadir:

Furukawa Eri presente.

Y allí fue la primera vez que mandó lejos de sus pensamientos a su hermano para disfrutar de algo totalmente nuevo.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Inuzuka Nabi - 5/02/2017

Era el día. ¿Qué día? Mi día. Día día día. Salí de casa pronto y andando a paso solemne me dirigí al Jardín de los Cerezos. Llevaba a mis espaldas el peso del heroismo, además de una capa que había encargado especialmente para la ocasión, pero que molaba tanto, que igual me la quedaba para siempre y la usaba hasta para dormir.

Se trataba ni más ni menos que una capa totalmente carmesí con el simbolo de la villa grabado también en carmesí. Porque nada que no fuera carmesí podría jamás ocupar un sitio en la capa de Uzushiogakure. ¿Que a qué se debía tal ostentosa vestimenta? Buena pregunta yo numero 2. Pues hoy se iban a celebrar los juegos de Uzushiogakure, ¿y quien iba a salir elegido? Nabi Nabi ¿quien sino?

Andar a paso solemne me retrasó un poquito, llegué justo para escuchar al primer elegido del sorteo, oh, cruel destino de aquellos que creen en la aleatoriedad y en el caos. El universo es ordenado así como todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Decenas de gennins sentados, ¿sentarme? Si ahora me iban a llamar. Necios incredulos. Si tú no crees en ello ¿quien lo hará?

Llamaron a Kotetsu y se acercó con una mascara de carnaval, tras él a Noemi y se acercó con menos ganas que una tortuga dandose la vuelta, tras ella, oh vaya, al gran Nabi Nabi y me acerqué a paso lento y solemne.

El gran Nabi está en su presencia.

Me atusé mi capa y me acerqué al resto de elegidos, sin poder evitarlo, fui hasta Kotetsu y le toque uno de esos colmillos dorados. Parecía oro de verdad, que buen ladrón se había vuelto el cabrón de Kote. Despues de mi llamamiento no sé para qué siguieron con el evento, estaba claro que iba a ganar yo.

Sin embargo, llamaron a otro Senju, que resultó ser rico, cuando se acercara le pediría dinero gratis. Despues un tal Uchiha Akame y finalmente, a Eri. Si Eri y yo acababamos en equipos contrarios igual sí que habría dudas sobre el vencedor.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Riko - 6/02/2017

El Jardín de los Cerezos estaba considerablemente más llena de vida que de costumbre, gente disfrutando de una fiesta que se daba a conocer en la villa, pues era la primera vez que tenía lugar. La gente bebía desinhibida, adultos que siempre habían aparentado seriedad, sonreían ahora, con las mejillas enrojecidas a causa del alcohol, y los niños a los que siempre tenían controlados, aquel día campaban a sus anchas por el lugar, armando escándalo allí donde se encontraban.

Riko, como siempre, había llegado pronto al lugar en el que le habían citado, una plaza de las muchas que el lugar podía ofrecer, por lo que no le extrañaría si alguno de los visitantes se equivocara de plaza.

Al poco de llegar el peliblanco, dos hombres se colocaron en el centro del lugar, y, rápidamente un gran cúmulo de gente se agolpó en la plaza, quedando claro que aquellos hombres eran los encargados de organizar aquello.

Rápidamente se pusieron a anunciar lo que estaba por venir, a lo que un montón de vítores y aplausos se hicieron con la villa. Y rápidamente se pusieron con la elección de los participantes de aquellos juegos.

Por favor, que me toque a mí

El primer nombre fue Hakagurē Kōtetsu, a él le siguieron Noemi, Nabi...

¡Senju Riko!

El peliblanco se levantó de donde se encontraba sentado, y notó como una gran cantidad de miradas se centraron en él en aquel momento, sonrojándose levemente, pues no le gustaba para nada que todos le mirasen.

Senju Riko, presente. — Dijo el muchacho ante los dos chuunin, y rápidamente incorporándose al resto de sus compañeros.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uchiha Datsue - 9/02/2017

Ambos chunnins observaron con mirada estricta a cada participante que se acercaba y presentaba, si bien Sobokuna no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa amable cuando llegó el turno de Eri, haciendo desaparecer por unos instantes su eterno ceño fruncido.

Finalmente, cuando todos llegaron, Okura dio un paso al frente.

¡Fantástico! —rugió, como si todavía estuviesen tras la valla y no a dos metros de distancia—. Ahora, como veo que ninguno tiene preferencias de equipo, lo elegiré yo mismo… ¡NOEMI! ¡Tú formarás parte del Equipo Amarillo! —se llevó una mano al interior del kimono, sacó un brazalete de tela amarilla y se la entregó. Entonces buscó con la mirada a…—. ¡ERI! ¡Tú del rojo! —repitió el proceso, esta vez entregando un brazalete de color rojo a Eri—. El resto… —paseó su mirada ceñuda por el resto de participantes, alzando una ceja enigmática al posarla en Kōtetsu y su diabólica máscara. Entonces, como si la decisión fuese ya menos importante, se encogió de hombros y fue sacando un brazalete del interior de su kimono al azar, entregándoselo a cada participante faltante. Al final, el Equipo Rojo quedó conformado por Eri, Nabi y Riko; y el Equipo Amarillo por Noemi, Akame y Kōtetsu—. ¡Anudaos el brazalete al brazo, que quede bien visible para el público! —ordenó, mientras lanzaba una mirada apremiante a Sobokuna.

Sobokuna captó el mensaje y avanzó unos metros, sacando del interior de su kimono un pergamino. Un pergamino con el número “Fuerza” inscrito. Lo desplegó sobre el suelo, realizó un sello y…

¡Pluf!

Tras el sonido, una nube de humo blanca, que tras desaparecer dejó a la vista una enorme cadena negra —salvo por el eslabón del medio, de color rojo—, de veinte metros de longitud. Además, también había aparecido un bote con pintura y una brocha. Sobokuna tomó la brocha y la empapó del líquido carmesí, para luego pintar un punto en el empedrado suelo de la plaza. Acto seguido dio cuatro zancadas y pintó una raya. Volvió sobre sus pasos, dio cuatro zancadas a partir del punto pintado y pintó otra raya. Entonces devolvió la brocha al bote de pintura y lo dejó sobre la mesa circular.

Finalmente, estiró la cadena para que se extendiese y sobrepasase ambas rayas que había pintado, quedando el eslabón rojo —el del centro—, justo sobre el punto rojo que había trazado, en medio de ambas rayas.

¡BIEN, DAMAS Y CABALLEROS! —la voz atronadora de Okura volvió a hacerse oír, mientras caminaba hacia la cadena y su prominente estómago se bamboleaba de un lado a otro. Se agachó y tomó el eslabón rojo con una mano, levantándolo a media altura—. ¡LA PRIMERA PRUEBA DE LOS JUEGOS DE UZUSHIOGAKURE NO SATO ESTÁN POR COMENZAR! ¡Un juego que pondrá a prueba la fuerza de nuestros concursantes y la llevará a su límite...! ¡EL JUEGO DE LA CUERDA! —Los aplausos se hicieron oír por toda la plaza, si bien alguno no demasiado entusiasmado, como si hubiese esperado algo más impactante o emocionante. Okura, indiferente, devolvió la mirada a los participantes—. ¡VAMOS! ¡EQUIPO ROJO, A MI IZQUIERDA! —rugió, sin bajar ni un ápice el volumen de su voz—. ¡EQUIPO AMARILLO, A MI DERECHA!

»Ya sabéis cómo funciona esto. Es el típico juego de la cuerda. Ahora quiero que cada equipo os coloquéis tras la línea que hemos trazado y toméis la cadena. El objetivo, como ya os imaginaréis, es conseguir que el eslabón rojo cruce vuestra línea. ¿Reglas para conseguirlo? Ninguna… salvo que queda terminantemente prohibido dañar al equipo contrario. ¿Entendido? ¡Saltaos la regla y perderéis automáticamente este juego!

Dejó que el mensaje calase hondo en sus respectivas cabezas, y en las del público. Tras unos segundos, tomó con ambas manos la cadena, y las mangas de su kimono cayeron hacia atrás, dejando a la vista unos antebrazos marcados por la psoriasis… y de una musculatura fuera de lo normal. No, aquello ni parecían antebrazos… Aquello más bien eran las profundas y gruesas raíces del Árbol Sagrado del País del Bosque.

Os sugiero que empecéis a tirar… —les dijo, ahora en voz más baja. En voz más baja para ser él, pues para otra persona hubiese sido la de alguien gritando a voz en cuello—. Aunque no estáis obligado a ello, claro. Pero os lo recomiendo. Contaré hasta tres y la soltaré, ¿¡ENTENDIDO!?




Bien, como en este ronda todavía no empezamos la prueba, os dejaré 96 horas para que posteéis todos sin orden establecido. En la siguiente ronda ya fijaremos un turno.


Como habréis observado, de raya a raya hay 8 metros, y el eslabón rojo está en el centro (a 4 metros de la línea de cada equipo). Para ganar, tenéis que conseguir que el eslabón rojo sobrepase vuestra línea. Sencillo, ¿no?

Pequeños datos a tener en cuenta:
  • Para decidir cuánto se desplaza la cadena, sumaré la Fuerza de cada PJ que esté tirando de ella, y la diferencia resultante entre equipos determinará cuánto se mueve la cadena y hacia qué dirección. Por cada punto de Fuerza de diferencia serán 10 cm (ejemplo: Equipo Rojo gana en +10 de Fuerza al Amarillo en el primer turno, pues la cadena se desplazará 1 metro en su dirección).

  • Si un PJ usa solo una mano para tirar de la cadena, usará solo la mitad de su Fuerza en ese turno.

  • Si un PJ tira en parado (es decir, no quiere/puede caminar hacia atrás para ayudarse de la fuerza de sus piernas), usará solo la mitad de su Fuerza en ese turno.



RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Koko - 9/02/2017

¿Qué tanto se podían conocer aquellos genins apenas salidos de la academia? Lo suficiente para preferir cualquier cosa antes de hacer equipos probablemente, o eso daba a entender el grito de Okura que sin mucha más ceremonia comenzó a repartir brazaletes siendo Noemi la primera elegida con uno amarillo.

—¿Okay…? —Respondió no muy convencida respecto al método de elección, era bastante obvio que el chuunin puso a una kunoichi en cada equipo, pero la forma en que escogió al resto de equipos sí que no tenía sentido.

«Al menos sé que Akame será buen aporte al equipo, pero a Kōtetsu no lo conozco de nada. »Pensaba la rubia mientras se ponía el brazalete en el brazo izquierdo a vista de todo mundo, tampoco es que tuviese alguna prenda o algo que fuese a ocultarlo demasiado, aunque puede que su cabello en algún movimiento lo hiciera pero no sería por demasiado.

Y sin más preámbulos ni tiempo a nada, los genins fueron testigos de los preparativos para el primero de los juegos que se llevarían a cabo, una cadena por aquí y unas líneas dibujadas por el piso y una vez terminado todo, el anfitrión comenzó nuevamente con sus gritos de explicación ensordecedora para el gusto de la Sakamoto que muy obediente y silenciosa se acercó a la cadena por el lado derecho del hombre.

—¿Era necesaria la aclaración? Ni que fuésemos a tirarnos shurikens o algo. —Cuestionó en un tono inaudible más para sí misma que para cualquier otro, aunque no quitaba que sus compañeros tal vez la escuchasen quejarse.

Lo que tenía que aceptar era que el de pelo blanco la perturbaba un poco con esa máscara y que no sabía nada más que el nombre del mismo, aunque si se encontraba allí en pleno festival dentro de la aldea no debería suponer ningún riesgo. «Pero no deja de ser raro. »Pensaría antes de aferrarse fuertemente a la cadena de la cual comenzaría a tirar independientemente de si terminaba por hacerlo completamente sola o no. «Como me raje las uñas… »


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Riko - 9/02/2017

No tardaron mucho en llamar a todos los participantes, al fin y al cabo no eran más que seis, por lo que todo fue bastante rápido. Una vez todos los jóvenes se encontraron en su posición, uno de los hombres, Okura, se acercó a ellos, dispuesto a conformar los equipos que tomarían parte en aquella competición. Comenzó colocando a cada kunoichi en un equipo diferente, Eri el equipo rojo y Noemi el equipo amarillo. El resto del sorteo de cada equipo se realizó completamente al azar, y con un método quizás algo cuestionable, pero quién era él para cuestionar nada.

Al final Riko quedó en un equipo con Eri y Nabi, aquello le gustó, al fin y al cabo eran los dos que más conocía de todos los participantes así que estuvo más que conforme con la elección. Se anudó el brazalete de color rojo al brazo izquierdo y esperó a que Okura siguiera dándoles instrucciones.

El hombre sacó un pergamino, del cual salió una gran nube de humo blanca que les impedía ver lo que pasaba, al menos en un principio, pero cuando ésta se disipó pudieron ver una gran cadena, y rápidamente Riko supo en qué consistía la prueba.

No me lo puedo creer... Empezamos bien... — Murmuró el joven, en un tono en el que prácticamente nadie le podría haber haber oído.

¡BIEN, DAMAS Y CABALLEROS! ¡LA PRIMERA PRUEBA DE LOS JUEGOS DE UZUSHIOGAKURE NO SATO ESTÁN POR COMENZAR! ¡Un juego que pondrá a prueba la fuerza de nuestros concursantes y la llevará a su límite...! ¡EL JUEGO DE LA CUERDA! ¡VAMOS! ¡EQUIPO ROJO, A MI IZQUIERDA! ¡EQUIPO AMARILLO, A MI DERECHA!

Riko obedeció, colocándose en el extremo más lejano al lado del equipo oponente, dejando que Eri y Nabi se pudieran por delante suya, al fin y al cabo él no contaría demasiado en aquella prueba. Okura rápidamente se lanzó a explicarles las normas de la competencia, bastante básicas salvo...

¿Reglas para conseguirlo? Ninguna… salvo que queda terminantemente prohibido dañar al equipo contrario...

Riko se quedó pensativo y de repente ambos equipos tuvieron que empezar a tirar, aunque no aún para llevarse la cadena a su lado, simplemente para estar preparados.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uzumaki Eri - 9/02/2017

Después de que todos estuviesen en sus respectivos lugares, Eri sintió un poco más de tranquilidad al ver una pequeña sonrisa amable cuando se situó en su sitio, haciendo que el miedo al presentarse delante de un público tan excesivamente amplio disminuyese quizás un poco.

También sabía que en cuanto pudiese les daría la espalda a todos y comenzaría con lo que le mandasen lo más pronto posible para nublar la mente y no pensar más allá de su cometido.

Con suerte, el de nombre Okura comenzó a hablar dando un paso hacia delante, acordando que ella misma sería parte del equipo rojo así que tomó el brazalete que se le había asignado y se lo anudó en el hombro lo mejor que pudo y le dejaron sus temblorosas manos. Conforme pasó el tiempo descubrió que haría equipo con sus compañeros Senju por pura casualidad, y logró reprimir un suspiro a tiempo de tranquilidad al saber que trabajaría con personas que ya conocía más, ya que si bien sabía perfectamente quiénes eran Uchiha Akame y Sakamoto Noemi, prefería conocerlos en situaciones con menos oportunidades de que la regañen por ser patosa y fallar una de las pruebas.

Quiso mirar a sus compañeros, pero Okura volvió a impedirle si quiera pensar presentando lo que sería la primera prueba: un tira y afloja entre los dos equipos presentados.

—Ya sabéis cómo funciona esto. Es el típico juego de la cuerda. Ahora quiero que cada equipo os coloquéis tras la línea que hemos trazado y toméis la cadena. El objetivo, como ya os imaginaréis, es conseguir que el eslabón rojo cruce vuestra línea. ¿Reglas para conseguirlo? Ninguna… salvo que queda terminantemente prohibido dañar al equipo contrario. ¿Entendido? ¡Saltaos la regla y perderéis automáticamente este juego!

Y tras unas directrices más, contaría hacia atrás para que ambos equipos comenzasen a tirar. Eri corrió veloz junto con su equipo, prácticamente con Riko pues quedó detrás de ella, y con su mejor cara de esfuerzo con los ojos entornados, ceño fruncido y labios apretados, comenzó a tirar con todas sus fuerzas hacia su lado como si la vida le fuese en ello.

«¡TIRAAAAAAAAAAAAAAAA!»


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uchiha Akame - 10/02/2017

Akame obedeció, diligente, cuando Okura asignó los equipos. A él le había tocado en el amarillo, con Sakamoto Noemi de líder y Hagakure Kotetsu de compañero. A ella no la conocía tanto; el Uchiha nunca había sido el chico más popular de la Academia y, además, Noemi era de esa clase de chicas en las que todo el mundo se fijaba. Sin embargo, sí que había hecho una misión con Kotetsu. Sabía que era un muchacho eficaz y poco problemático. «¿Por qué llevará esa máscara?», no pudo evitar preguntarse el Uchiha.

En el otro equipo, con Furukawa Eri de líder, estaban dos muchachos más. Senju Nabi —un chico rarito al que Akame nunca había prestado mucha atención— y Senju Riko, el guaperas de la promoción. Cada vez que Riko hablaba en clase, o era elegido para hacer alguna demostración de la técnica que estaban aprendiendo ese día, no era raro escuchar algún suspiro procedente de la bancada femenina. Akame nunca había tenido problemas con él por eso, al contrario que otros de sus compañeros que parecían arder en celos hacia él. Riko parecía un chico tranquilo, que nunca buscaba gresca con nadie y se dedicaba a ir a lo suyo. Exactamente como Akame.

Cuando Okura explicó la prueba y ambos equipos se hubieron colocado, Akame tomó lugar tras Noemi y agarró la cadena con fuerza. Estaba muy fría, y el acero bruñido chirrió ligeramente cuando la tensaron. El Uchiha afianzó los pies en el suelo, flexionó las rodillas y se preparó.

Nada más el chuunin viejuno diese la señal de salida, él tirararía y tiraría con todas sus fuerzas. No es que le hiciese especial ilusión ganar aquella prueba; o, siquiera, los Juegos. Simplemente estaba acostumbrado a recibir tareas. Y a cumplirlas con la máxima diligencia posible.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Hanamura Kazuma - 12/02/2017

Los demás genin que debían de acompañarlo a través de todo el evento se hicieron presentes en aquella pequeña plaza de piedra. Y aunque había algunos conocidos, para él todos eran absolutos extraños, pues no reconocía entre un rostro y otro, ni siquiera entre las voces, que parecían todas iguales. Ni siquiera pudo identificar al muchacho que, aparentemente, por simple curiosidad se acercó a inspeccionar los detalles de su máscara con manos firmes y actitud confiada y arrogante.

¿Se supone que es la máscara la que provoca todo esto? —se preguntó mientras la gente hablaba a su alrededor—. Además, ¿quién era aquel que se acercó tanto? ¿Si me conoces de antes, me habrá reconocido?”

Antes de poder seguir con sus pensamientos, el robusto sujeto encargado de hacer los anuncios llamó la atención de todos para dar los detalles pertinentes sobre como serían conformados los equipos y sobre las reglas y condiciones a las que estaría sujeto el primer evento, una versión del clásico “tirar de la cuerda”. Aquello de los grupos significó poco para el Hakagurē, pues sólo sabía que dos extraños estaban haciendo grupo con él y otros tres extraños yacían al otro lado de la enorme cadena que haría las veces de soga.

Bien, parece que esto será algo sencillo; solo tengo que tirar de la cuerda con todas mis fuerza y ya. Aunque… no entiendo aquello de que no hay reglas

Confiado de la forma en que se darían las cosas, el joven de la máscara espeluznante se coloco de ultimo en la columna que formaban sus compañeros. Tomó la cadena entre sus manos y sintió el considerable peso de la misma y el frío del fuerte hierro que la constituía. Era de suponer que para aquellos que se llamasen ninja una cuerda normal no sería suficiente, aunque usar una cadena parecía ser un poco exagerado.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Inuzuka Nabi - 12/02/2017

¡Y finalmente... FURUKAWA ERI!

¿Furukawa Eri? ¿Mi Furukawa Eri? Deje de pensar por un momento en lo hermosa que era Uzushiogakure para recordar en vivo lo hermosa que era su mejor kunoichi. Sus ojos camuflados por dos hermosas amatistas de la calidad más pura que se pueda encontrar acompañaban a su cabello, de ese mismo color. Tener la oportunidad de verla en vivo era comparable a ver a Dios en la tierra, si la mirabas durante mucho rato podías sentir como se te derriten los ojos de tanta hermosura. Eso sí, dudo que Dios tenga una delantera como la suya. Más un punto para Eri.

. ¡ERI! ¡Tú del rojo!

¡Oh dios! ¡EL ROJO NECESITO EL ROJO! Me serené como pude, pero las piernas me temblaban. ¿Y si no estaba en el rojo? ¡Tendría que hacer Seppuku ahí mismo! Vale, recuerda tus palabras, Nabi. No hay que dudar, dudar es de debiles. Sé que me va a tocar el rojo, yo soy rojo y rojo soy yo y todos somos uno sin ser dos. Pero si no me toca me muero.

Abrí los ojos para vislumbrar el objeto de mágico poder que residía en mi mano. Un brazalete rojo, la vida volvía a tener sentido. Pero no había dudado en ningún momento de ello, mira mi capa, carmesí al 200%. Volví a la realidad levemente y busqué otros brazaletes rojos, el mio ya estaba anudado en mi brazo izquierdo. Aparte de Eri, estabamos Riko y yo. Mire a Riko y mire a los otros tres. Kotetsu tenia unos brazos normales, Akame tenia unos brazos normales y Noemi igual. Riko tenia fideos, y no en plan comida, en plan sus brazos parecían totalmente lisos, como si no tuvieran músculos.

La cosa iba más allá, no eran sus brazos, era todo él. Que era muy majo y tal, pero si el viento soplaba fuerte se lo llevaba, parecía de cristal. Aunque era muy bonito él, como los atunes. Había que admitirlo, de los presentes, era el más guapo con diferencia. Así que si esto iba de Concurso de Belleza, los vapuleabamos, si nos teniamos que pegar... Añado un apendice, Kotetsu guapo guapo no parecía con ese demonio pegado a la cara.

Empezaron a explicar el juego y yo estuve atento, ibamos a necesitar una comprensión máxima para poder ganarlo. Era el típico juego de la cuerda, si habia que ahorcar a alguien iba a ser fácil, pero querían que tiraramos de una cuerda mientras el otro equipo tiraba de la misma cuerda. Catastrofe, desgracia, infortunio, accidente, apocalipsis, apoteosis y demás cosas que suenan a muerte y destrucción. ¡Cómo demonios ibamos a ganar a eso! ¡Ni siquiera era una pregunta porque sabía que la respuesta es que NO iban a ganar!

. ¡VAMOS! ¡EQUIPO ROJO, A MI IZQUIERDA!

¡Eh! ¡Ah! Izquierda era la contraria a la mano con la que escribes. Eso me dijeron en la academia. ¡Mierda! Que soy ambidiestro. Me dediqué a simplemente a seguir a Eri-sama.

Una vez colocados a lo largo de la cuerda, yo estaba el primero, pues iba a ser el mulo de carga de mi equipo, mientras que Riko era el último. Todo lo que esperaba de esa prueba era que Riko no acabase saliendo volando hacia ninguna parte.

Enrollé algo de la cadena alrededor de mi brazo izquierdo para ganar fuerza al tirar, la única regla era no dañar al equipo contrario así que si estuviera gordo me sentaría encima de la cadena, siempre supe que la delgadez me llevaría a la desgracia. Eri tiraba y Riko lo intentaba, yo esperaría a la cuenta atrás para pegar un fuerte tiron con ambas manos y despues seguiria tirando con todas mis fuerzas.


RE: Los Juegos de Uzushiogakure no Sato - Uchiha Datsue - 13/02/2017

Los músculos de los antebrazos de Okura se tensaron y se marcaron en su piel como las firmes raíces del Árbol Sagrado, soportando con una demostración de poderío físico sobrehumano la fuerza que ambos equipos ejercían sobre la cadena.

¡UNO! —rugió, y su voz no tembló ni un ápice a pesar de la tensión que estaba soportando—. ¡DOS! —El público se inclinó sobre la valla, curiosos por saber hacia qué lado se desplazaría de primeras la cadena. Los más avispados, sin embargo, ya se olieron algo. Los pies de Okura estaban claramente inclinados hacia la izquierda, como si tuviese que compensar un exceso de fuerza del lado derecho—. Y… ¡TRES! ¡YA!

Soltó la cadena, que de pronto emitió un chirrido metálico al tensarse los eslabones centrales, acompañado de un… ¿chillido?

No, lógicamente el chillido no provenía de la cadena, sino de uno de los participantes de aquel juego. Concretamente, de Nabi, quien había tenido la cuestionable idea de pasar la cadena por encima del hombro y enrollársela un poco alrededor del brazo. De pronto, aquel inocente gesto se convirtió en una trampa mortal para él. La fuerza de tres gennins tirando de un lado, sumada a la de otros dos —sus propios compañeros de equipo— tirando en dirección opuesta hicieron que irremediablemente la cadena se tensase y se alinease... o tratase de alinearse, pues tenía a su brazo haciendo oposición.

Nabi sintió como si de pronto le hubiesen pegado un latigazo en el antebrazo, la zona donde más presión ejercía la cadena. Un dolor tan repentino como atroz, que le impidió seguir tirando de la cadena y llamó a su instinto a tratar salir de aquella trampa cuanto antes...




Sorry por la tardanza, ayer no pude sacar tiempo.

Bueno, como bien sabéis, tras el pequeño desliz que había pasado por alto, he tenido que editar esta parte. Tras darle varias vueltas, y teniendo en cuenta la idea de Nabi —que me aclaró por MP que simplemente era pasársela por encima del hombro y no enrollársela a lo bestia—, pero sin poder obviar la frase( “Enrollé algo de la cadena alrededor de mi brazo izquierdo para ganar fuerza al tirar”), que pese a poder ser algo ambigua no deja lugar a otro hecho que no sea el de que se enrolló parte de la cadena, concluyo:

Tras hacer algunas pruebas (tranquilos, mi brazo está sano y salvo xD), enrollándome una cadena como creo ha hecho Nabi, he comprobado que la zona que más sufriría es el antebrazo (pues ahí es donde menos alineado está la cadena). Por tanto, debido al fuerte tirón y la súbita presión sufrida en su antebrazo, provocan en su radio una fractura en rodete (también llamada caña de bambú). Este tipo de fracturas se producen por aplastamiento (podría cumplir con el requisito) y en niños menores a 13 años (también lo cumple), pues sus huesos son más flexibles y elásticos que los de adultos. Es la menor de las fracturas (puesto que realmente no hay fisura, solo se dobla o deforma ligeramente el hueso), y curan con facilidad y rapidez (2-3 semanas).

En este turno, Nabi se verá incapaz de seguir tirando. De llegar a una segunda ronda y querer seguir tirando, solo podrá hacerlo con el brazo derecho.

Turnos de posteo (regla 72 horas para cada turno): Nabi; Noemi; Eri; Akame; Riko; Kōtetsu



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