El corazón

[Zhaoren Lyndis]

— Creo que aunque me hubieras dado una patada, no me hubiera despertado. Estaba completamente molida -- rio mirando a Chika

Después, la acusación de Meme fue clara y concisa, poniendo en un aprieto a Ranko, a lo que Lyndis simplemente espetó con una corta frase casi al unísono con Ranko.

— ¿Primera noche? Oh no, que va — dijo con total naturalidad.

Pero Meme solo la acorraló aún más, simplemente llamándola cariñosamente por el enlace que las unía. Ranko por su parte, se volteó a la peli plateada, exigiendo una respuesta con la que salir del paso, a la que está solo le respondió encogiéndose de hombros y sonriendo con picardía

[Kaminari Kimi]

— Oh. Siento haberte molestado, Meme-san. —Se disculpó con Meme. Era cierto que había intentado todo lo posible por no despertar a nadie, pero parece que falló.

Luego, empezaron a hablar de... cosas. Cosas de las que Kimi no esperaba que empezaran a hablar y que parecían avergonzar tanto a la Sagisō como a la Kaminari, que se escondió detrás de su hermana.

[Kaminari Chika]

Chika rio ante la conversación que estaban teniendo Ranko y Meme. En cierta manera, le recordaba a ella y Kimi. A veces ella podía ponerse vergonzosa y Kimi sencillamente decirle cosas que eran completamente neutras y entonces ella seguir liandose sobre sí misma. Aunque su hermana era bastante más humana que Meme.

— Ranko-chan, ¿cual es el plan para hoy? ¿Seguimos entrenando?

Como dueña de la casa y benefactora, esperaba que Ranko le dijese qué hacer y cuando hacerlo. Si ella quería que entrenasen, entrenarían, cómo si le decía que fregasen toda al casa. Si ella le daba una fiesta a Kimi, Chika movería cielo y tierra por ella.

[Sagiso Ranko]

Ranko negó nerviosamente con la cabeza ante las palabras de Lyndis. Parecía que ninguna era hábil con las palabras. La una para la otra.

—Disculpas aceptadas, Kimi. Espero disculpas del resto. —Las palabras de Meme iban medio en serio medio en broma, pues su tono no estaba para nada molesto. Al contrario, sonaba muy contenta.

—S-sí. L-lo siento, Meme-chan. —balbuceó Ranko, esperando que las chicas no se fijaran mucho en lo de "pasar la noche juntas".

—No hay problema, Onee-sama. —la muñeca le respondió mientras se estiraba, para luego mirar a Lyndis y a Chika alternadamente.

La castaña procedió a hablar con la peliazul entonces.

—Oh, b-bueno, sí, si eso quieren... Aunque... Necesitamos un buen desayuno para tener un buen día, ¿no creen?

Les sonrió a todas, pero le guiñó un ojo a Chika, esperando que entendiera a qué se refería.

[Zhaoren Lyndis]

El sueño todavía hacia presión en su cuerpo, y aunque había dormido a pierna suelta, quedaban trazos en su psique que la invitaban a dormir por un rato más. Bostezó, tapandose torpemente con la boca y escapandoselé una lagrima en el proceso.

— Si, si, lo siento, Meme — dijo moviendo la otra mano hacia adelante y atrás con suavidad.

La idea de un buen desayuno debería haberla activado algo más, pero lo único que quería era volver a echarse unos eternos cinco minutos que se convertirían en un par de horas. Apoyó la cabeza sobre el hombro de Ranko, y le baboseo un poco el cuello de la camisa con los ojos entrecerrados.

— Pero yo después me vuelvo a la cama — replicó bostezando una nueva vez, y soltando un agudo sonido que no casaba con ella.

Seguramente necesitarían obligarla un poco, antes de que poco a poco se fuera espabilando. Incluso iría a echarse algo de agua en la cara en alguno de los lavabos, aquello no la despertaría del todo, pero dejaría de tener una cara tan somnolienta.

[Kaminari Kimi]

Los ojos de Kimi se iluminaron como dos pares de estrellas cuando mencionaron volver a entrenar. La verdad es que sentía que ayer se iba quedando corta, y estaba muy contenta de poder recuperar hoy todo el tiempo perdido.

Solo esperaba que todo fuese bien, al contrario que ayer.

— Ka-chan... —Le dijo a su hermana en voz baja, mientras tiraba un poco de ella para que se disculpase con Meme.

Realmente no pensaba que su hermana tuviese un motivo para hacerlo, pero Meme era tan... Meme, que no estaba segura de si se lo tomaría a pecho si no lo hacía.

— Oh, pues si vamos a desayunar y entrenar, debería ir a cambiarme. —Dijo, antes de rebuscar en su mochila por algo de ropa de entrenamiento y...

¡Oh, sorpresa! La encontró. Era lo único que llevaba

[Kaminari Chika]

—Oh, b-bueno, sí, si eso quieren... Aunque... Necesitamos un buen desayuno para tener un buen día, ¿no creen?

Ranko le guiñó un ojo y comprendió que había algo más que desayuno en ese desayuno.

— ¡Claro! Vamos a desayunar. — anunció girandose para que su hermana no pudiese distinguir tan claramente que estaba nerviosa, tensa y mintiendo, todo en una.

— Oh, pues si vamos a desayunar y entrenar, debería ir a cambiarme.

— ¡Claro! A cambiarnos antes del desayuno. — ¿No se habían cambiado ya ayer? ¿Cuantos cambios podían permitirse? ¡Si supiese más fuinjutsu podrían haberse traido el armario entero!

Si Kimi se cambiaba, ella haría lo mismo. Al fin y al cabo, se habían llevado exactamente la misma cantidad de ropa, más o menos limpia en el caso de Chika y embutida en su bolsa, como toda una profesional.

[Sagiso Ranko]

Meme asintió en dirección a Lyndis, aceptando su disculpa. Luego entrecerró los ojos en dirección a Chika, quien no se había disculpado. Pero pronto se le olvidó, y no volvió a mencionar nada al respecto.

—¡Lyn-chan! —le dijo Ranko con un cariñoso codazo. Sin embargo, en lugar de apartarla, la castaña le acariciaría la mejilla, como si quisiera que se durmiese sobre su hombro —. Anda, que tienes que recuperar energías también...

Ranko se cambió a algo ligero y deportivo, como era de esperarse, pero Meme se quedó en su pijama de seda púrpura, poniéndose a Suiken encima como una gran bata.

Si bajaban al comedor, verían una mesa llena de distintos tipos de desayuno: huevos, tocineta, pan, tortitas, fruta, gohan... Y a la cabeza de la mesa había una gran torta de cumpleaños, de chocolate con merengue blanco. Goromise y otras sirvientas estaban en el borde del comedor, listas para asistir.

— Esperamos todas hayan dormido muy bien. Buenos días, Ranko-sama y compañía. En especial para Kaminari Kimi-sama. Feliz cumpleaños.

Goromise le dedicaría una reverencia a la pequeña Kaminari, mientras el resto de las sirvientas aplaudía. Ranko sonrió y aplaudió también. Meme parpadeó varias veces.

—Oh. —dijo la muñeca con sencillez.

[Zhaoren Lyndis]

Tras espabilar un poco con el agua, volvería vestida con ropa simple. Tan solo una camisa negra de manga corta, algo desgastada y unos pantalones anchos grisáceos que no llegaban a las rodillas. No era desde luego la ropa apropiada para el invierno, pero al ser tan activa el frío no era algo que hiciera mella en ella. El olor que ahogaba los pasillos en dirección a la cocina era delicioso; había una gran mezcla, pero ninguno por separado, ni la combinación de todos ellos resultaba desagradable.

Fue entonces al llegar a la cocina, siendo la última en incorporarse al grupo, que vería el gigantesco desayuno que habían preparado. Los ojos le brillaban, y la boca empezaba a hacérsele agua cuando los aplausos y las felicitaciones le dieron la respuesta del por qué tanta comida.

— Oh ¿es tu cumpleaños, Kimi? ¡Felicidades entonces! — dijo aplaudiendo por encima de su cabeza, llena de emoción. Aunque reculó en el momento, y se acercó a Ranko. — ¡Agh, espera! ¡Entonces debía de haber comprado algo ayer cuando tuve la oportunidad! ¡Ggggñaaaaaa!

Protestó haciendo un extraño ruido, perdiendo la fuerza de sus brazos y arqueando la cabeza un poco hacia atrás.

[Kaminari Kimi]

Kimi se cambió también a una ropa deportiva para entrenar. Llevaba una camiseta deportica, ceñida, blanca e impermeable con el logo del dojo Kaminari en negro en la parte izquierda del pecho y unos pantalones blancos anchos de su karategi.

En cuanto su hermana también estuvo preparada, Kimi bajó junto a ella y el resto de chicas a desayunar antes de entrenar, encontrándose entonces con...

— Esperamos todas hayan dormido muy bien. Buenos días, Ranko-sama y compañía. En especial para Kaminari Kimi-sama. Feliz cumpleaños.

— ¿Eh? —Simplemente no le salió nada más.

Se encontró con una fiesta sorpresa.

Kimi no supo cómo reaccionar en el momento, parpadeando un par de veces y ahora escuchando la reacción de Lyndis, quien ahora se lamentaba no haberle comprado un regalo.

Miró a Ranko un momento, antes de mirar a su hermana. ¿Por eso estaba actuando tan extraña antes?

Seguía sin saber cómo reaccionar.

Salió corriendo escaleras arriba.

[Kaminari Chika]

— Esperamos todas hayan dormido muy bien. Buenos días, Ranko-sama y compañía. En especial para Kaminari Kimi-sama. Feliz cumpleaños.

Chika empezó a aplaudir emocionada.

— ¡Feliz cumpleaños! ¡Bieeen!

Incluso Lyndis se unió a la felicitación y se arrepintió de no haberle comprado un regalo a la pequeña de las Kaminari. La peliazul se disponía a disculparla cuando a Kimi le dio un cortocircuito, saliendo por patas escaleras arriba.

Chika se giró de inmediato para ver a su hermana desaparecer y después de vuelta a todo el mundo.

— Es... se ha emocionado... Voy a buscarla.

Salió detrás de ella, tan o más rápido que la morena. Se dirigió a la habitación de la que habían salido con la cabeza totalmente nublada. ¿La había metido en un compromiso? ¿Lo había odiado con toda su alma? No la había visto nunca huir de nada, o por lo menos, de forma tan brusca. Ni siquiera había dicho una sola palabra antes de huir.

Abrió la puerta de la habitación de golpe, pero con cuidado, no de una patada que es lo que hubiese hecho en casa.

— ¿Mi-chan? ¡¿Estás bien?! — esa era la principal duda.

[Kaminari Kimi]

— ¡Sí! Yo... eh... esto... —Escucharía Chika a Kimi desde la habitación.

Cuando abrió la puerta, la mayor de las Kaminari se encontró de cara con una foto enmarcada en un cuadro muy bonito. En ella salían tanto ella como su hermana, un par de años atrás posando después de un entrenamiento, cuando todavía tenían sus cinturones blancos.

— Quería regalártelo antes. —Le dijo, antes de abrazarla—. ¡Muchas gracias, Chika! Es que me sorprendiste y... esto... ¿volvemos?

[Kaminari Chika]

— Quería regalártelo antes. ¡Muchas gracias, Chika! Es que me sorprendiste y... esto... ¿volvemos?

Chika no pudo reaccionar. Se quedó con la foto enmarcada en la mano, su hermana abrazándola y completamente helada. Poco a poco, le devolvió el abrazo, mirando la foto por encima de ella.

Lloró, porque era una de las cosas que mejor se le daba. Apretó el abrazo. Por algún motivo, tener una foto preciosa enmarcada de antes del incidente le había hecho pensar en que había sido injusta.

Había sido siempre reticente al nuevo lado de Kimi. A ese brazo, ese ojo... Pero eso le había salvado la vida. Vale, no era la Kimi de antes. Pero era una Kimi viva, que es infinitamente más de lo que tendría sin ese brazo y ese ojo.

Cuando se soltaron y se limpió las lágrimas, miró a su hermana a los ojos. El humano y el mecánico.

— Quiero una de ahora también. — le acariciaria la cabecita con una sonrisa. — Sigues siendo la hermana más adorable del mundo.

Y le sonrió tontamente, que era su mejor sonrisa. Tras eso, la seguiría abajo de nuevo si así lo deseaba.

[Sagiso Ranko]

—¿Kimi-san? —preguntó Ranko al verla escapar hacia la segunda planta. Por un momento se alteró bastante, creyendo que había hecho algo que no debía. ¿Tal vez había sido demasiada comida?

Chika le afirmó que se había emocionado de más, y confió en su palabra. Se quedó de pie, jugueteando nerviosamente con los dedos. Meme se le acercó y le dio una palmada en el brazo.

— Estará bien, Onee-sama. Si Kimi es como yo, simplemente se sobrecargó de información.

Ranko no entendió lo de "si Kimi era como ella", pero asintió. Luego se dirigió a Lyndis.

—No parece que le vaya a molestar mucho lo del regalo... Aunque....¿Crees... Crees que demasiado para un desayuno, Lyn-chan? T-tal vez tortitas con una velita habrían bastado...

[Zhaoren Lyndis]

Lyndis arqueó una ceja frente a la afirmación de Meme, bastante poco convencida de su explicación. Sí, tenía una parte mecánica, pero no parece que fuera algo que retener datos... Aunque puede que tuviera algo más detrás de ese ojo. ¿Tendría que engrasarlo todos los días? ¿Se podía duchar con eso o no había problema? Utilizaba chakra de raiton como ella, así que a lo mejor la parte mecánica se alimentaba y funcionaba así.

— N-No lo sé. Parecía más bien avergonzada, ¿no? Chika dijo que no nos preocupemos, y ella es la que mejor la conoce — se llevó una mano al pecho, cerrando con gentileza los ojos y arrugando un poco la boca haciéndose la digna —. Pero es una pena dejar toda esta comida desaprovecharse. ¡No deberíamos dejar que se enfríe, es una ofensa también para quien la ha preparado!

El hambre potenciada con el agradable olor hacía que no pensará con mucha claridad. En otra ocasión habría esperado lo que fuera necesario pese a que hubiera intentado coger algo cuando nadie mirase, pero ahora se acercaba lentamente hasta la mesa mientras seguía haciéndose la melodramática.