9/04/2017, 17:23
Al dirigirme a Mogura capté su atención, sintiendo como sus orbes miraban los míos, realmente transmitía un poco de calma, a pesar de que hace pocos minutos aquellos shinobis estaban a punto de acabar con sus vidas la situación había bajado considerablemente la temperatura y yo estaba dispuesto a volverla a subir.
Lancé mi invitación a mi homologo, él pensaba su respuesta, yo esperaba un sí, pero no se decidía rápido. En nuestras cercanías pude escuchar otra invitación por parte del calvo a uno de los anteriores combatientes ”Quizá podríamos hacer un combate doble”, no obstante mi idea se vino abajo cuando escuché como aquel negaba la propuesta al monje.
En cierto sentido él tenía razón, ya le habían detenido una vez y que volviera ocurrir aquel hecho no era nada agradable. Mientras tanto Mogura siguió a aquel sujeto, y también negó mi invitación, me sentí frustrado por unos segundos, ¿cómo podía saber que tan bueno era sí no había visto su máximo potencial?
Posee mi vista en el monje, quien estaba a unos pocos pasos de mí. -Será… Dije sin más, estaba un poco decepcionado por la falta de iniciativa por parte de Mogura, ¿qué era lo peor que podía pasar? Tampoco es que fuera un duelo a muerte…
Me dirigí a Karamaru lentamente hasta estar lo suficientemente cerca de él. -Escuché que invitabas a aquel sujeto a un combate ¿Qué tal sí tu y yo animamos un poco las cosas?- Comenté mientras chocaba mi puño contra mi palma a la altura de mi pecho, siendo este ademán una clara invitación a una pelea.
Lancé mi invitación a mi homologo, él pensaba su respuesta, yo esperaba un sí, pero no se decidía rápido. En nuestras cercanías pude escuchar otra invitación por parte del calvo a uno de los anteriores combatientes ”Quizá podríamos hacer un combate doble”, no obstante mi idea se vino abajo cuando escuché como aquel negaba la propuesta al monje.
En cierto sentido él tenía razón, ya le habían detenido una vez y que volviera ocurrir aquel hecho no era nada agradable. Mientras tanto Mogura siguió a aquel sujeto, y también negó mi invitación, me sentí frustrado por unos segundos, ¿cómo podía saber que tan bueno era sí no había visto su máximo potencial?
Posee mi vista en el monje, quien estaba a unos pocos pasos de mí. -Será… Dije sin más, estaba un poco decepcionado por la falta de iniciativa por parte de Mogura, ¿qué era lo peor que podía pasar? Tampoco es que fuera un duelo a muerte…
Me dirigí a Karamaru lentamente hasta estar lo suficientemente cerca de él. -Escuché que invitabas a aquel sujeto a un combate ¿Qué tal sí tu y yo animamos un poco las cosas?- Comenté mientras chocaba mi puño contra mi palma a la altura de mi pecho, siendo este ademán una clara invitación a una pelea.