25/08/2015, 16:50
El rubio seguia concentrado en localizar al autor de la carta, y no paso mucho tiempo hasta que apareció un muchacho que reconoció enseguida. Yota el de los huesos, no se acordaba de su apellido y poco importaba eso. Lejos de admitir su error, el rubio huesudo entró en escena despotricando y sin cortarse un pelo. La rabia del Uchiha se extendió a sus ojos, que se volvieron tan carmesíes como los colores de su villa. Su plan principal era apalizarle, pero al ver que se trataba de un genin de tal talla como Yota era mejor ir paso a paso.
Tuvo que centrarse mucho y calmarse para no saltarle desde las gradas y reventarle los dientes contra la arena del estadio. Se levantó tan pronto como lo vio entrar, mano en el portaobjetos. Y cuando abrió la boca para despotricarle, moviendose por impulsos más que por pensamientos, su mano derecha agarró un shuriken que salió directo a por el rostro del agresor.
Lavate la boca antes de hablar de mi madre, imbecil.
Empezó a recortar la distancia que les separaba dispuesto a desatar esa pelea que la amenazante carta le habia prometido. Sin embargo, antes de que pudiera atizarle una buena al muchacho, una figura femenina entró en escena. Ese pelo azul era imposible de olvidar, nadie más en toda su generación se acercaba siquiera a aquel tono. Así pues, Mizumi Eri entró en escena para intentar detener el enfrentamiento, pero acabo dandose de morros contra el suelo. Paró la caida con los brazos y al levantarse preguntó qué estaba pasando.
Este intento de anuncio de leche me ha enviado una carta citandome aqui para que le diera una paliza.
Estaba realmente cabreado, seguro que Yota habia metido a Eri en todo esto para aprovecharse de ella para ganarle. Sucio y malevolo Yota. Pero la cosa no acababa ahí, otro más de los genins que se graduaron hace poco apareció por la parte de atras, se trataba de Eikyu Juro.
¿Qué cojones esta pasando aqui?
Con su sharingan no perdia de vista al rubio, sabia del temperamento de este y sabia que probablemente no dejaria pasar el hecho de que le habia atacado. Pero tambien queria resolver el enigma de quien se habia dedicado a mandar esa nota, que al parecer, él no era el único que la habia recibido, pues Juro la acababa de mencionar. Justo cuando iba a abrir la boca para aclarar el asunto, y por si no eran suficientes aún, un gato y su fiel compañero Byakko se colaron entre Yoya y yo. Repito, POR SI NO HABIA SUFICIENTE GENTE YA.
Reiji entró soltando que si se estaban peleando por algún tipo de examen. Para rematar el asunto ya del todo, de repente, sonó un estruendo estridente que resultó ser Kazuma que habia cogido un kunai y se estaba dedicando a rallar una de las barandillas de hierro del estadio. El resultado fue que nos giraramos todos a mirarle, pero no sabria decir si eso era un buen resultado, pues entre el ambiente tenso y la confusión general, se podia llevar un buen par de hostias, y se las merecia.
Nabi por su parte, no se movió un apice, de ese montón de gente, se podia fiar de Eri y como mucho de Juro. Eri porque no era capaz de escribir una carta así, y de Juro porque tampoco era capaz, pero en un mal sentido. Eri era demasiado buena y Juro, demasiado Juro. Así pues, le quedaban tres sospechosos, el de la artritis, el gato y el espadachin estridente. Todo estaba pasando demasiado rapido, y sus ojos se negaban a olvidarse de la amenaza potencial que habia en aquel estadio. Sasagani Yota.
Cualquier movimiento podia desatar una batalla campal entre los gennins, así que el Uchiha se quedó quieto, esperando la reacción de los demás ante aquel pintoresco escenario.
Tuvo que centrarse mucho y calmarse para no saltarle desde las gradas y reventarle los dientes contra la arena del estadio. Se levantó tan pronto como lo vio entrar, mano en el portaobjetos. Y cuando abrió la boca para despotricarle, moviendose por impulsos más que por pensamientos, su mano derecha agarró un shuriken que salió directo a por el rostro del agresor.
Lavate la boca antes de hablar de mi madre, imbecil.
Empezó a recortar la distancia que les separaba dispuesto a desatar esa pelea que la amenazante carta le habia prometido. Sin embargo, antes de que pudiera atizarle una buena al muchacho, una figura femenina entró en escena. Ese pelo azul era imposible de olvidar, nadie más en toda su generación se acercaba siquiera a aquel tono. Así pues, Mizumi Eri entró en escena para intentar detener el enfrentamiento, pero acabo dandose de morros contra el suelo. Paró la caida con los brazos y al levantarse preguntó qué estaba pasando.
Este intento de anuncio de leche me ha enviado una carta citandome aqui para que le diera una paliza.
Estaba realmente cabreado, seguro que Yota habia metido a Eri en todo esto para aprovecharse de ella para ganarle. Sucio y malevolo Yota. Pero la cosa no acababa ahí, otro más de los genins que se graduaron hace poco apareció por la parte de atras, se trataba de Eikyu Juro.
¿Qué cojones esta pasando aqui?
Con su sharingan no perdia de vista al rubio, sabia del temperamento de este y sabia que probablemente no dejaria pasar el hecho de que le habia atacado. Pero tambien queria resolver el enigma de quien se habia dedicado a mandar esa nota, que al parecer, él no era el único que la habia recibido, pues Juro la acababa de mencionar. Justo cuando iba a abrir la boca para aclarar el asunto, y por si no eran suficientes aún, un gato y su fiel compañero Byakko se colaron entre Yoya y yo. Repito, POR SI NO HABIA SUFICIENTE GENTE YA.
Reiji entró soltando que si se estaban peleando por algún tipo de examen. Para rematar el asunto ya del todo, de repente, sonó un estruendo estridente que resultó ser Kazuma que habia cogido un kunai y se estaba dedicando a rallar una de las barandillas de hierro del estadio. El resultado fue que nos giraramos todos a mirarle, pero no sabria decir si eso era un buen resultado, pues entre el ambiente tenso y la confusión general, se podia llevar un buen par de hostias, y se las merecia.
Nabi por su parte, no se movió un apice, de ese montón de gente, se podia fiar de Eri y como mucho de Juro. Eri porque no era capaz de escribir una carta así, y de Juro porque tampoco era capaz, pero en un mal sentido. Eri era demasiado buena y Juro, demasiado Juro. Así pues, le quedaban tres sospechosos, el de la artritis, el gato y el espadachin estridente. Todo estaba pasando demasiado rapido, y sus ojos se negaban a olvidarse de la amenaza potencial que habia en aquel estadio. Sasagani Yota.
Cualquier movimiento podia desatar una batalla campal entre los gennins, así que el Uchiha se quedó quieto, esperando la reacción de los demás ante aquel pintoresco escenario.
—Nabi—